34. Examen

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Finalmente el tan temido día del "Bar Exam" llegó. A Kakyoin ya casi no le quedaban uñas por comer ni cabellos que arrancarse, sentía que iba a sufrir una crisis nerviosa igual o peor a la de aquella vez que discutió con Jotaro.
Durante todo el proceso de preparación de dicho examen estuvo visitando un psiquiatra, el cual le recomendó unas pastillas para la ansiedad cada vez que se sintiera así de nervioso (2 antes de algún examen). Odiaba auto medicarse, pero esta situación lo ameritaba, y el hecho de estar a solo horas de definir su futuro profesional lo hacía sentir como que el corazón se le iba a salir por la boca.

(...)

[Facultad de Derecho]
       ~16.00 p.m.~

El examen iniciaba a las 16.30 y duraba dos horas y media aproximadamente. En esta ocasión el formato de este eran 75 preguntas de selección múltiple, de diversas áreas del derecho.

Como la tasa de deserción y reprobación en la carrera era bastante alta, solo unos pocos llegaban a dar ese examen (unos 10 por generación) por lo que los resultados estaban el mismo día, un par de horas más tarde. (Nota: esto es solo para efectos del fic, no es como que en realidad sea así)
Eran revisados por una máquina (la cual solo chequeaba las respuestas correctas), y publicados posteriormente en la facultad de Derecho, en un pequeño mural donde se colocaban las noticias importantes.

Kakyoin estaba en la universidad desde hace varias horas ya, apenas pudo dormir la noche anterior.
Se juntó con uno de sus profesores que lo habían estado preparando para el examen a eso de las 8 de la mañana a fin de que lo evaluara por última vez. El hombre no dejaba de decirle a Kakyoin que estuviera tranquilo, que sabía prácticamente todo, que confiara en sus conocimientos... pero el menor estaba sumamente paranoico. Tenía un injustificado miedo a reprobar y tener que estudiar nuevamente casi un año completo para volver a rendirlo el próximo año, se sentía muy inútil de que solo Jotaro aportara económicamente al hogar, a pesar de que este siempre le había dicho que no le importaba en lo absoluto

Jotaro lo llamó temprano en la mañana para desearle mucho éxito, y para decirle que estaba orgulloso de él, que lo amaba muchísimo, que confiaba en sus capacidades y que muy pronto estarían juntos, aunque no fuese en ese momento... esas palabras de aliento eran lo único que hacía que Kakyoin no quisiera saltar por un precipicio en ese preciso instante.

(...)

Una vez cercana la hora de la verdad, el pelirrojo se encontraba esperando afuera de su salón en el que finalmente los llamaran a rendir el examen, en compañía de sus padres, Avdol y Polnareff.

—Todo va a salir bien, mi pequeño— decía su madre mientras lo abrazaba y besaba su mejilla.

—Estamos aquí apoyándote— dijo Polnareff, desordenando su cabello, recibiendo quejas por parte de Kakyoin.

—¡Kakyoin— todo escucharon dos voces que se acercaban a ellos.

—¡Dio! ¡Jonathan!— exclamó sorprendido el menor, y se levantó a saludarlos.

Dio, al igual que Polnareff, también había terminado la carrera y ahora se encontraba trabajando para un importante estudio de abogados. Estaba feliz por ello, pero sobre todo por el hombre que tenía a su lado: Jonathan.
Desde aquella vez que habló con Kakyoin y este le aconsejó revelarle sus sentimientos a Jonathan, este último le confesó que, desde la primera vez que lo vio, sintió que algo especial surgiría en ellos... y así fue. Una vez Dio le manifestó sus sentimientos, Jonathan decidió que quería intentarlo, y ahora ambos estaban perdidamente enamorados el uno del otro.

Now I know what love is (JJBA)Where stories live. Discover now