Now I know what love is (JJBA)

11. Un día juntos

{Narra Kakyoin}

Un par de días después de que Jotaro y yo nos besáramos en el parque, todo parecía estar bien entre nosotros. Habíamos vuelto a hablar como los primeros días de la semana que nos conocimos, obviamente con mucha más confianza esta vez.

Cada día sentía que mis sentimientos hacia él eran mas fuertes, y aunque no quisiera decírselo aun, sentía que me estaba enamorando por completo de él.

Sabía que era bastante precipitado hablar de "enamorarse" pero, demonios... ¿qué era sino? sentirme nervioso cada vez que me llegaba un mensaje de él era algo que no experimentaba desde la adolescencia, ni con mi ex novia me sucedió algo parecido.

Ambos queríamos ir a un paso lento, al menos eso fue lo que hablamos hace unos días atrás, pero en base a lo que he estado sintiendo últimamente, me es un tanto difícil creer lograrlo.

(...)

Estaba saliendo de la ducha cuando recibí un mensaje de Jotaro. De inmediato mi corazón se aceleró, un día de estos me causará un infarto este hombre, lo juro.

Chat:

—Oye, Kakyoin... ¿quieres venir a mi casa hoy? mi madre y mi abuelo estarán de viaje por el fin de semana visitando a mi abuela, puedo pedir algo para comer y jugamos un par de video juegos, ¿qué dices? También viene Polnareff, pueden quedarse a dormir.

Oh por dios, ¡Jotaro me estaba invitando a su casa! tenía tantas ganas de verlo, y que naciera de él querer verme me hacía sentir mucho más feliz de lo que podía imaginar.

Lo único que no me gustaba del todo es que Polnareff estaría con nosotros. Me cae muy bien y siempre ha sido muy bueno conmigo, pero... ¡rayos! quería estar a solas con Jotaro.

Sé que es improbable que pase, más si está presente Polnareff, pero no podía dejar de imaginarme un escenario bastante acalorado con Jotaro. Además del hecho de que no estoy con alguien desde hace MUCHO tiempo, me encendía demasiado la idea de imaginar a Jotaro en ese contexto, tan diferente a como se mostraba... dejando al descubierto su musculoso torso... besándome con sus labios carnosos y suaves que tanto extrañaba...

Basta.

No es momento de imaginar esa clase de cosas, Kakyoin, vas a conseguir que tu sangre desvíe su curso normal y se vaya a donde tu sabes...

Rayos.

Demasiado tarde.

(...)

Llegué cerca de las 14.00 a la casa de Jotaro, me había dicho que ordenaría pizzas para almorzar y que estuviera ahí a esa hora para que no se enfriaran.

Lo que me sorprendió cuando llegué fue que Polnareff no se encontraba ahí, lo cual me pareció un tanto extraño... ¿acaso Jotaro también quería estar a solas conmigo?

—Oye... ¿no me dijiste que Polnareff también venía?

—Sí, de hecho debe estar por llegar. Puedes dejar tus cosas en mi habitación.

—¡De acuerdo!

Jotaro me indicó donde se encontraba su habitación mediante señales de su brazo y mano. No es como que fuera a perderme, sin embargo no quería entrar a otro cuarto por error.
Una vez dejé mis cosas en un sofá que se encontraba en medio de la habitación de Jotaro, escuché unos pasos aproximarse hacia mí, y a continuación la voz un tanto malhumorada por parte de Jotaro. Al parecer estaba hablando con alguien por teléfono, y no parecía ser una conversación agradable.