Now I know what love is (JJBA)

31. I wont give up

Polnareff llevó a Kakyoin hasta su auto, le pidió que se subiera y una vez arriba, emprendió la marcha. Kakyoin no dejaba de preguntarle donde lo estaba llevando, qué había sido todo lo de hace un rato, donde estaba Jotaro, etc.
Polnareff solo sonreía y le decía que esperara, que pronto entendería todo, que no fuera tan curioso, mas eso no calmaba al menor. Seguía sin poder creer que Jotaro tuviera la iniciativa de cantarle esa canción a través de Polnareff, simplemente no lograba concebirlo.

(...)

El viaje se extendió cerca de una hora, llegando finalmente a un balneario bastante lindo y tranquilo.
"Esto cada vez se pone más extraño" pensaba Kakyoin, quien había optado por dejar de preguntar qué estaba pasando ante las nulas respuestas del francés.

El albino comenzó a detener su vehículo una vez llegaron a unas cabañas que estaban frente al mar, estacionándose frente a una de ellas.

—Ya llegamos —dijo sonriente el chico de cabellos platinados.

—¿Donde demonios me trajiste? —el menor le miraba con desconcierto... ¿qué mierda hacía Polnareff llevándolo a una playa tan lejos de su hogar, sin ninguna explicación?

—Ya te dije que pronto lo entenderás...

—Ya basta de juegos, Polnareff, ¿qué mierda esta pasando? —comenzaba a notar se que el menor estaba irritado, le enojaba mucho la incertidumbre en la que estaba

—Oye, no te enojes conmigo —rió algo apenado el francés— solo ve adentro y lo verás.

—No quiero entrar— dijo cruzándose de brazos Kakyoin, apartando la vista de Polnareff— quiero que me lleves de vuelta a mi casa.

—Vamos, Kakyoin... ve..

—No. —contestó resignado el menor, quedándose sentado firmemente en su lugar.

—No me dejas otra opción.

Polnareff sacó a Kakyoin a la fuerza de su auto, era bastante liviano así que no tuvo problemas en ello. El menor no dejaba de protestar que lo bajaran, incluso intentó zafarse utilizando su stand, pero Polnareff fue más astuto y comenzó a darle pequeñas estocadas en el cuerpo con Silver Chariot, lo cual hacía doler a Kakyoin.

Abrió la puerta de golpe, dejando al menor prácticamente tirado en el suelo. Cerró rápidamente la puerta para que Kakyoin no pudiera escapar, poniendo seguro por la parte de afuera de esta.

—¡ESTO ES UN SECUESTRO! ¡TE VOY A DENUNCIAR! — gritaba el menor mientras golpeaba la puerta de manera desesperada. —¡POLNAREFF! ÁBREME

Escuchó unos pasos acercarse hacia él, y una sensación de escalofrío le invadió el cuerpo. Sintió una presencia sombría vigilarle desde atrás, no se atrevía a voltearse.

—Él no va a abrir. —dijo una voz ronca, la cual fue reconocida inmediatamente por Kakyoin.

Se volteó rápidamente para comprobar que sus sospechas no eran en vano, y estaba en lo correcto: justo detrás de él se encontraba aquel hombre por el cual había estado tan mal esos últimos meses, aquel chico que le hacía estremecer cada vez que lo besaba, la persona que él más amaba en el mundo... Jotaro.

—Q-qué significa esto Jotaro... —el menor estaba sumamente perplejo, le alegraba mucho ver a Jotaro pero a la vez no entendía que estaba pasando.

—¿Vienes conmigo y me dejas explicarte? —el mayor extendió su brazo a fin de que Kakyoin tomara su mano, quien asintió con la cabeza y lo siguió hasta el sofá que se encontraba en el living.