"Es una situación de toma y daca," contestó Lauren fácilmente agitando la cabeza para liberar los restantes mechones de cabello de sus restricciones. Ahora que Keaton estaba allí se sentía diez veces mejor.

"¿Ellos dan, tú tomas?"

Lauren sonrió. "Algo así." Empezó a quitarse el maquillaje. "Ey, ¿qué harás este fin de semana?"

Keaton lo consideró larga e intensamente. "¿Algo contigo?" preguntó.

"Nueva York, nene," le anunció. "Tengo publicidad de la que ocuparme, pero después me pondré peluca y gafas de sol y nos podremos escapar al gran desconocido."

"Adoro cuando eres espontánea," dijo con una sonrisa. "Bueno, ¿sobre qué estaba hablando Alexa? Algo de correo de fans y que no firmas autógrafos."

La actriz miró al cielo. "Quiere que me siente y lea todo el correo que recibo. Probablemente también querrá que les conteste. Por favor. No tengo tiempo para eso."Keaton estudió a Lauren silenciosamente durante un instante. Sus ojos azules buscaron en los verde intensos de Lauren una razón detrás de las palabras. "Tus fans te adoran," dijo finalmente.

"No me conocen," contestó Lauren mirando fijamente su reflejo. "Adoran a Emma. La adorarí an independientemente de la actriz detrás del papel."

"¿De veras lo crees?"

Lauren terminó quitando los últimos rastros de Emma de su cara. Ahora sólo quedaba ella.

"Es la pura verdad, mi querido Keaton," le explicó atando su ajorca de plata en su sitio. Era la única posesión sin la que nunca estaba. Le echó una mirada a su mejor amigo.

"Uno de estos días la serie acabará. Mi momento bajo el sol pasará. Y caminaré con el resto de ustedes, meros mortales, preguntándome que rayos le pasó a Lauren Jauregui. Y seré la única a quién le importe."

~~~~~

Camila Cabello tomó un sorbo de su capuchino grande, sus ojos marrón-claro fijados en el monitor ante ella. Iba a terminar de escribir este ensayo esta noche, así la matara. Starbucks estaba en pleno apogeo. Las masas cafeína-adictas continuaban fluyendo a través de las puertas necesitando un chute y Camila lo observaba todo desde su sitio en el sofá. Su portátil la miraba fijamente desde su lugar en su regazo, y Camila le echó una ojeada desalentadamente. El por qué le obligaban a tener la asignatura de lengua estaba más allá de ella. Todo lo que le importaba era el arte. ¿A quién le importaba Shakespeare? Él ya estaba muerto. Pero el arte... el arte viviría para siempre.

No se demoró en el hecho de que la mayoría de la gente consideraba que Shakespeare era arte.Eso era aparte y no ayudaba a su remoloneo en lo más mínimo.

"¿Cómo está saliendo?" preguntó Dinah Jane, la mejor amiga y compañera de piso de Camila. Vestía el uniforme de Starbucks, completo con el delantal verde y todo. Llevaba una bayeta en una mano y una botella de líquido limpiador azul en la otra. Procedió a limpiar la mesa más cercana a Camila.

Camila agitó la cabeza, no molestándose en recordar a la pelirroja que ya había limpiado esa mesa. Dos veces. "Te leeré lo que tengo hasta ahora," dijo Camila. Se aclaró la garganta de una forma exagerada. "En la obra de Shakespeare, Sueño de una noche de verano..."

Dinah estaba esperando que continuase. "Sí," le instó.

"Es todo."

"Llevas cuatro horas ahí sentada," declaró

Dinah. "¿Qué rayos has estado haciendo todo el tiempo?"

"Estaba pensando esquemas de color para mi última pintura," admitió Camila. "No puedo decidir si darle un sentido cálido al ocaso... o un sentido de frío desapego. Quizá haré ambos.

Oh, además está esa fotografía realmente buena que revelé hace poco. Estoy pensando en hacer un tipo de collage con ella. Quizá incluso..."

Hizo una pausa en su parloteo para notar la mirada en la cara de Dinah. "Sí, vale. El ensayo."

Resignada, regresó al monitor del ordenador.

~~~~~

Dos horas más tarde encontraron a Camila en el mismo lugar exacto. El capuchino había sido reemplazado por un moka al caramelo y un ca r pedazo de pastel. Estaba segura de que uno u otro, o quizás incluso ambos, sería la causa del insomnio de esa noche.

Dinah se desplomó al lado de Camila con un largo suspiro. "Creí que nunca saldría de aquí."

"Todavía estás aquí," le señaló Camila.

"Sí, tienes razón." Le echó una ojeada a su mejor amiga con curiosidad. "Bueno, ¿lograste escribir al menos una frase entera?" le embromó Dinah.

"Dos, de hecho," contestó orgullosamente Camila.

"Hora de descansar," dijo. "Vamos."

Dejando atrás Starbucks, se bajaron por la ajetreada calle de Times Square donde una gran muchedumbre de gente enfebrecida se reunía bajo las ventanas de los estudios de la MTV. Gritaban y chillaban, alzando pancartas y letreros.

"Hora de alimentar a los gorrones," comentó secamente Camila, echando una mirada por la calle a la locura reunida. "Supongo los Backstreet Boys deben haber regresado a la ciudad."

Dinah agitó la cabeza, distraída por los carteles colgando por fuera de Virgin Records. "Es esa chica de esa serie que odias," dijo Dinah.

"¿Quieres ir a una película, o tienes que volver al ensayo?"

"No, veré algo contigo," contestó Camila, contenta por tener una razón para demorarlo. Era sólo viernes, después de todo. Todavía tenía hasta el lunes para entregarlo. El ensayo podía esperar.

De nuevo ojeó la calle. "¿Lauren Jauregui?"

"Esa misma," confirmó Dinah.

"Es toda una esnob," murmuró Camila volviéndose para encarar a su compañera de piso. "¿La viste en Leno la semana pasada? Al menos podría fingir no ser tan estirada."

"Es talentosa, famosa y hermosa," contestó Dinah con un encogimiento de hombros.

"Bueno, no tiene que restregárselo a todos en la cara," contestó Camila. "Es actriz, al menos podría fingir ser un ser humano decente."

Dinah le echó una mirada a su mejor amiga. "Espero que cuando esté yo en la gran pantalla no seas tan crítica."

Camila se rió. "Seré tu fan número uno."

Dinah sostuvo su portalibros delante de ella."Me gustaría agradecer a la Academia este prestigioso premio. A el director, el reparto y la plantilla Tal-y-tal, y a mi mejor amiga... uh...espera, tenía su nombre escrito en alguna parte."

"Ay," dijo Camila asiendo su corazón. "Después de todo lo que he hecho por ti. He visto una obra horrible tras otra."

"¿Horrible?" se quejó Dinah su ofensa obvia. Pareció considerarlo. "De acuerdo, te concederé que la de la monja drogadicta no era tan maravillosa. Pero en la que interpreté a una rapera pseudo-intelectual con olfato para la decoración casera era bastante original."

"¿El musical de Martha Steward?"

"Martha Stewart no es rapera," defendió Dinah.

"Me tomé mi papel muy en serio. Desearía que no te burlaras así de mí."

Camila tuvo que reírse. "Era horrible."

"Vale, sí, era bastante mala." Dinah se encogió de hombros. "Quizá si entro en Tisch."

"¿Lo solicitaste?"

"¿Cual es el sentido? No puedo permitirme la NYU. Pero al menos está Starbucks."

"Amén," estuvo de acuerdo Camila.

Con derecho a adaptación.

Dulce Destino - Camren FanficWhere stories live. Discover now