22. Un guardaespaldas

3.6K 315 42
                                    

Isabella.

—¡Bella! —gritó el príncipe detrás de mí ya que había acelerado el paso.

Di media vuelta y cuando llegó con Jos junto a mí ambos me miraron con el ceño fruncido.

—¿De nuevo estás llorando? —preguntó Jos, fruncí el ceño, pasé mis manos sobre mis ojos y efectivamente, estaba llorando.

Probablemente sean síntomas de que Andrés viene en camino.

O de otra cosa.

—No, sólo me entró algo al ojo. —respondí y ambos asintieron al mismo tiempo.

—Creo que después de todo Clarisa solo quiere hacerse popular gracias a mí. —el príncipe soltó un suspiro audible y se sentó en la orilla de la acera. —No sé que voy a hacer. —puso su cabeza entre sus manos y Jos dio palmadas amistosas en su hombro.

—Ánimo, aún te queda una chica, ¿no es así? —preguntó Jos y yo suspiré.

—Tú deberás pedirle solo la cita a Cassandra. —le recordé y asintió.

—Gracias por la ayuda que me diste. —dijo mientras sonreía, le sonreí de vuelta y asentí.

—Cuando quieras. —dije y comencé a caminar dispuesta a irme.

Aguarden un momento.

¿Le dije: cuando quieras?

Espero que no lo tome en serio. No puedo volver a ayudarlo, jamás. Es más, ni siquiera puedo volver a verlo.

—¡Espera! —escuché que gritó Jos desde atrás, di media vuelta y vi que ambos se dirigían hacia mí. —Debo hacerte una pregunta... ¿Bryan sigue aquí?

—¿Por qué quieres saber eso? —pregunté mientras fruncía el ceño.

Hace días que no veo a mi amigo. Lo he dejado en el olvido éstos días y debo compensarlo.

—Porque cuando lo conocí me contó que tomó clases de defensa personal y Alonso necesita un guardaespaldas.

—¿Sabes lo que significa defensa personal? Sólo sabe defenderse a sí mismo. —dije y el pelinegro rodó los ojos.

—Pero puede defender al príncipe, parece un chico rudo y así nadie querrá acercarse o molestar a Alonso. —se cruzó de brazos y yo suspiré.

—¿De verdad necesitas un guardaespaldas? —pregunté dirigiéndome al príncipe, asintió.

—No quiero que los reporteros me sigan atormentando con sus preguntas. —soltó un suspiro y yo rodé los ojos.

—Bien, supongo que puedo decirle a Bryan. —dije mientras me encogia de hombros.

—Te lo agradecería mucho. —mencionó el príncipe mientras me dedicaba una agradable sonrisa, por un momento sentí una extraña sensación en el estómago pero lo ignoré. —¿Vamos por él ya mismo? —preguntó rompiendo el silencio que se había formado, asentí y comenzamos a caminar a su auto, Jos abrió la puerta de atrás para mí y subí.

—Gracias. —dije y me sonrió.

—Jos, si no te molesta preferiría que Bella fuera adelante hoy. Debe darme la dirección de Bryan. —Jos rodó los ojos y tendió su mano para ayudarme a salir pero lo rechacé.

—Ni quería ayudarte. —murmuro y subió en la parte de atrás, el príncipe abrió la puerta del copiloto para mí y subí.

(...)

The Prince #1 Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt