The Prince #1

17. Segunda Chica

Isabella.

Estaba con Freddy en mi habitación. Era Domingo y por lo tanto habíamos quedado de vernos hoy para reponer el día de ayer.

Aunque en unas horas debo arreglar la siguiente cita.

—¿En qué tanto piensas? —preguntó Freddy sacándome de mis pensamientos.

—En que mañana es Lunes y tendré que despertarme temprano. —mentí y sonreí mirándolo a los ojos.

Últimamente siento que nuestra relación ya no es igual. No solía mentirle tanto a Freddy, siempre nos hablábamos con la verdad y éramos muy felices en todo momento. Él nunca me celaba, claro, porque anteriormente no tenía amigos hombres. Aunque mi único amigo hombre es Bryan.

—Lo sé, pero velo desde otra perspectiva. —dijo y pasó su brazo sobre mis hombros acercándome más a él. —Estaremos más tiempo juntos. —sonrió y me dio un rápido beso.

—Es lo único bueno de eso. —sonreí y él también.

—¿Qué haremos para festejar, Isa? —preguntó él, y fruncí el ceño.

¿Festejar? ¿Qué deberíamos festejar?

—¿Festejar? —pregunté, él se apartó un poco de mí y me miró con el entrecejo fruncido.

—Sí, Isabella. Festejar nuestro año y siete meses de relación. —dijo, abrí los ojos sorprendida.

¿De verdad se me había olvidado?

—Ah, sí. —sonreí tratando de disimular que lo había olvidado. —No sé, ¿qué quieres hacer tú? —pregunté pero él continuaba viéndome con el entrecejo fruncido.

—Faltan solo cinco días, Isa. ¿De verdad lo habías olvidado? Tú eras la que siempre llevaba la cuenta de los días que faltaban. —dijo con un toque de dolor. —¿Qué ha pasado? Te siento distanciada de mí... ¡Pero claro! —exclamó y soltó una risa amarga. —Desde que Bryan llegó no haces nada más que salir con él y hacerme a un lado.

—Cariño, no es eso. —lo tomé de las manos. —Bryan es un buen amigo, yo te había dicho que hace años no lo veía por eso quiero convivir con él. —le expliqué pero él continuaba mirándome serio.

—Podríamos ambos convivir con él.

Siento que ahora él es la mujer en la relación.

—Freddy... Todo está bien, ¿sí? Seguimos siendo novios y eso no va a cambiar por nada ni por nadie. —le dije para tranquilizarlo, le sonreí y él soltó un suspiro.

—Bien, lo lamento. —dijo mientras me abrazaba.

En ese momento mi tío entró a mi habitación.

—Lamento interrumpirlos chicos, pero... Isa tenemos que salir. —dijo y Freddy y yo nos separamos inmediatamente.

—¿Salir? —pregunté y mi tío asintió.

—Iremos a desayunar a un restaurante muy lindo, según Renata. —sonrió y rodé los ojos.

—Bien, entonces yo me voy. —dijo Freddy levantándose.

—No. Alfredo puedes acompañarnos si así lo deseas. —mencionó mi tío.

Demonios. Tenía pensado ir con Nat para arreglar la siguiente cita del príncipe.

—¿Te molestaría? —preguntó Freddy hacia mi.

—Claro que no. —respondí con una sonrisa.

—Perfecto, entonces vámonos. —dijo mi tío claramente feliz, Freddy extendió su mano hacia mí y la tomé para ambos salir detrás de mi tío.