32. Truly Madly Deeply

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—Jotaro... tu prendedor— comentó sorprendido el menor.

—Quiero que lo tengas tú —le sonrió el ojiazul.

Kakyoin sabía lo importante que era ese pequeño prendedor de Delfines para él. Lo habían comprado juntos en las vacaciones, era el último que quedaba en la tienda y era bastante costoso, sin embargo a Jotaro eso no le importó y lo compró. Tenía un valor sentimental bastante grande, ya que representaba su pasión por la carrera que estudiaba, así como también algo que compró cuando las cosas estaban bien con Kakyoin.

—Quiero que lo lleves siempre contigo, Kakyoin... si en algún momento llegamos a separarnos, al menos siempre ten presente que estaré contigo.

—¿S-separarnos? —el menor sintió pánico de pronto— ¿ya te arrepentiste de estar conmigo? —bajó la mirada.

—No —el mayor lo observó con incredulidad —no digas estupideces. Me refiero en caso de que más adelante alguno de los dos tenga que viajar por cuestiones de trabajo o algo así.

—Ya me habías asustado— abrazó a Jotaro fuertemente.

—No volveré a dejar que nada nos separe— correspondió aquel abrazo con la misma fuerza —eso te lo juro.

Kakyoin definitivamente no estaba acostumbrado a que su amado Jotaro fuera tan 'sensible' y 'detallista', pero debía admitirlo: le encantaba. No era como que le gustara todo lo que pasó anteriormente para hacerlo cambiar, sin embargo sentía que había sido necesario para que las cosas estuviesen tan bien en ese momento. En cierto sentido, todos los momentos amargos que vivieron el último tiempo hizo que ambos cambiaran, fueran más maduros respecto a su relación.

—Tengo hambre, ¿quieres ir a comer? —preguntó el mayor al tiempo que se levantaba de la arena y extendía su mano para que Kakyoin pudiera tomarla y levantarse también.

—¡Claro! ¿donde quieres ir? vi varios lugares interesantes cuando llegué con Polnareff, o si quieres puedo preparar algo.

—Lo decidiremos en el camino. Por lo pronto volvamos a la cabaña, quiero cambiarme de ropa.

Nuevamente entrelazó sus dedos con los del menor y juntos caminaron de vuelta a la cabaña. Kakyoin fue a darse una ducha rápida antes de salir, su cabello y cuerpo estaban llenos de arena, y no quería salir a comer todo sucio.
Una vez estuvo listo, entró en la habitación en busca de Jotaro, pensando que se encontraría descansando un rato, mas este no estaba ahí.

—¿Jotaro? ¿donde éstas?

—¿Estás listo? —preguntó desde otro lado el mayor.

—¡Sí! te espero en el living

—¡No! ¡no vengas! —gritó el mayor algo alterado, Kakyoin no sabía de que se trataba.

—¿Por qué? ¿pasó algo? —no obtuvo respuesta alguna por parte del mayor —¿Jotaro?

Sin obtener respuesta nuevamente, caminó lentamente hacia el living-comedor, pensando que quizá algo había sucedido.
Al entrar en él, pudo ver que la mesa estaba puesta, con dos copas, dos platos y una botella de 'refresco de cereza'.

—¿Jotaro? —el menor estaba algo sorprendido de lo que estaba ante sus ojos, tanto que no se dio cuenta cuando el mayor lo abrazaba por la espalda.

—Te dije que no vinieras aun, no está listo..

—¿Qué cosa? —preguntó el menor, intrigado.

—La comida... quería preparar algo para los dos.

—¿¡ACASO COCINASTE!?

Definitivamente eso era la gota que rebalsó el vaso en la escala de ternura, Kakyoin no podía estar más sorprendido de todo lo que estaba haciendo Jotaro por él.

Now I know what love is (JJBA)Onde histórias criam vida. Descubra agora