18. Dulces sueños

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Jotaro, que hasta ese entonces permanecía dormido, despertó poco a poco al escuchar a Kakyoin hablar por teléfono, razón por la cual no hizo ruido alguno para no levantar sospechas, imaginando de quién podía tratarse.

—Bueno mamá, nos vemos el domingo, ¡te quiero!— colgó el celular y se volteó a ver a Jotaro —buenos días

—Buenos días— comentó el mayor, aun con algo de sueño

—¿Dormiste bien? estuviste un poco inquieto en la noche

—¿Inquieto?— Jotaro no entendía a que se refería Kakyoin

—No sé, como que hablabas dormido y me apretabas mucho— el menor sonrió al recordar tal escena —¿qué soñabas?

—Yo...— Jotaro de pronto recordó el lindo sueño que había tenido unas horas atrás, lo cual lo hizo sonrojarse un poco, sin embargo no podía decirle a Kakyoin de que se trataba, le daba mucha vergüenza —n-no me acuerdo

—Oh, bueno— el pelirrojo se levantó de la cama —vamos a ducharnos, hay que ir a clases

—Mmmmh.... que flojera.... ¿qué día es?— había perdido por un momento la noción del tiempo

—Viernes— respondió Kakyoin, tomando un par de toallas de su closet

—Pero yo no tengo clases los viernes— comentó el mayor sin levantarse de la cama, abrazando uno de los cojines que había ahí.

—Yo si, así que nos vamos— el menor rió y acto seguido le lanzó una toalla en la cara a Jotaro— puedes usar mi baño, yo usaré el de mis padres

—¿No quieres bañarte conmigo?— el pelinegro miró a Kakyoin con picardía, quien de inmediato se puso casi tan rojo como su cabello

—N-n-no... m-me voy a retrasar, qué cosas dices— bajó la mirada y prácticamente salió corriendo de la habitación, pues la propuesta de Jotaro le había tentado demasiado, mas no quería hacérselo saber.

Ambos chicos tomaron una refrescante ducha en los respectivos baños asignados, donde el primero en finalizar fue Kakyoin. Se vistió relativamente rápido para no atrasarse, al tiempo que revisaba su celular para ver si había algo importante que ver.

—Oye, olvidé llevar mi ropa al baño, ¿puedo vestirme aquí?— preguntó la voz grave de Jotaro al entrar en la habitación de Kakyoin, cubriendo con la toalla sólo su parte inferior, con el resto de su cuerpo completamente mojado.

—S- sí, claro— el pelirrojo jamás había visto a Jotaro salir de la ducha, y se veía demasiado sexy con el cabello desordenado y mojado. De no ser por que tenía clases, habría aprovechado de hacerle hasta lo inimaginable.

—¿Qué miras tanto?— Jotaro se había percatado que Kakyoin no dejaba de mirarle desde hace rato, lo cual le parecía bastante lindo

—N-no, nada... date prisa, o no llegaré a tiempo— el menor se volteó a ponerse sus zapatos, no quería seguir evidenciando su fascinación por el semidesnudo ojiazul.

Mientras Jotaro tomaba su ropa del bolso para vestirse, Kakyoin notó que tenía un mensaje sin leer en su bandeja de entrada de facebook. Al abrirlo, vio que se trataba de un mensaje de Dio, del cual se había echo amigos por esa red hace un par de días:

Now I know what love is (JJBA)Where stories live. Discover now