Cp40 - Epílogo.

11 2 0
                                    

Tras cinco años solo veo lo afortunada que soy. Estamos de barbacoa en la playa, y por extraño que parezca nuestras dos familias están divirtiéndose juntas. Desde poco antes del accidente acabé por no saber más de mi padre, que desapareció de la nada, ni de mi madre,  cual yo pretendía tener alejada de mi vida.

Mis primos y los primos de Salvi, de todas las edades, estaban jugando en la orilla al fútbol sala. Yerai, ya con casi siete años estaba ahí fuerte y sano como siempre. Tenía un poco de melena, había acabado por tener mi color castaño y la textura suave y delicada, junto con los rizos de su padre.  Creció con unos ojos muy grandes y marrones como yo, pero con unas pestañas morenas y grandes de su padre. Le encantan los animales y los barcos, dice que va a ser capitán, yo lo animo a que sea lo que quiera. Es un niño muy inteligente y parece feliz, siempre tiene una sonrisa o un gesto de cariño para el que lo necesite, y ya sabe hablar ingles y español sin dificultad.

Salvi comenzó a trabajar con su tío en una empresa exitosa,  y almenos no nos ha faltado para llegar desde entonces a final de mes, incluso vamos ahorrando poco a poco. Yo conseguí cuidarme más y con los pocos ahorros que teníamos monté una academia para jóvenes que como yo, habían tenido una infancia difícil y en ella conseguían un pequeño titulo para comenzar a trabajar en lo que les gustase.

Por otro lado mi hermana y yo conseguimos congeniar y montamos juntas una tienda de ropa en pleno centro malagueño. A los dos años de nacer Yerai, me dio la noticia que llevaba años esperando y era que, estaba embarazada de gemelos. Me puse tan contenta que no cabía tanto amor en mi pecho.

Después del ''accidente'' acabamos por casarnos y vamos para ocho años desde que nos vimos por primera vez.

-Eres preciosa. -vino susurrándome al oído. Me pilló desprevenida por que andaba vigilando a todos los niños.

-Gracias mi rey. -respondí mientras acariciaba mi vientre. Tan sólo queda un mes.

Un mes para ver a África...

Valió la penaWhere stories live. Discover now