Capítulo 13.

26 2 2
                                    

En la multimedia, dejo a los adorables personajitos que dan vida al principio de este cap.

Al día siguiente de despertar todo era una maravilla, menos por el detalle de que mi madre se dejó las puertas de afuera abierta y Ron y Shasha se escaparon. Por más que los busqué no aparecieron y se me pasó por la cabeza la idea de adoptar a un perrito.

Resulta que me llamó mucho la atención un cachorrito que tendría un mes o así, y llamé para quedármelo. El problema es que me pedían que me quedara con los dos últimos que quedaban, a cambio de que me los trajeran a casa, así que acepté.

Los dos cachorritos me enamoraron, eran marroncitos claros con alguna que otra manchita blanca. Los llamamos Bruno y Bayron, dos bodegueros cruzados con podencos.

Con el tiempo mi madre tuvo un altercado con un perro del vecindario, y ¿cómo no?, me pidió que buscara un perro de defensa. Justo entonces me ofrecieron un mastín brasileño, de tres meses, al que llamamos Marley. Todo el mundo me decía que Marley era idéntico al perrito que anunciaba el papel higiénico Scottex, lo que era todo una anécdota cada vez que salíamos.

Pasó un mes enormemente feliz junto a él. En las últimas dos semanas habíamos estado saliendo de aquí para allí por que Nene había dejado de trabajar, hasta que lo volvieron a llamar. Éste último día fuimos con su primo y su novia a la playa, ésta última resultó ser un encanto y estaba embarazada de unos cuatro meses. Tenía una Pommeranian, era una perra preciosa, como un Chiguagua ¡pero con mucho pelo!. Fuimos a la playa y lo pasamos bien jugando al parchís, a las cartas, al dominó y a las palas, mientras disfrutábamos de algún baño que otro.

Volvimos a mi casa esperanzados de que mi madre estuviera acostada, ya que últimamente no estaba de humor. Yo seguía haciendo las cosas de casa, y casi nunca faltaba para tomar el café del día con ella a media tarde, pero he de reconocer que hablábamos menos.

La cosa es que me daba miedo que miadre sacara su mala faceta con nosotros, y lo peor es que mis miedos no tardaron en cumplirse.

- Hola, sentáos aquí.- ella estaba en el porche, sentada en una enorme mesa de plástico, con un bikini que no le tapaba casi nada.

- Hola ma, llegamos cansados. Otro día ¿sí?.- contesté abriendo la puerta, pensando que quizá me dejara escapar.

- Hola Ro. ¿Todo bien?.- le preguntó Nene a modo de saludo. Éste sabía como era ella, pero sólo por mis testimonios. Hasta ahora.

- No. Tiene que ser ahora. Es importante.- espetó con una contemplación seria, neutral.

Confusa apreté los puños y serví tres cafés. A los tres nos encanta aunque mi madre se pasa por que casi que se alimenta de ellos a pesar de tener un almuerzo y cena preparados. Me senté en frente de ella, con la esperanza de que no tuviera motivos para estropearlo todo, ya que, a casi todos lados donde yo iba me la llevaba. La llevé incluso a una berbena, con mis amigas, qué fatiga pasé. Pero dejé de hacerlo el día en que me la llevé a la playa con Salvi y ésta se quedó en topless, ¿qué se creía?, ¡me estaba faltando el respeto!. Desde entonces le hablaba con monosílabos y ni tan siquiera la miraba bien.

- Quiero comentarles algo.- hizo una lihera pausa.- siento que soy un estorbo para ustedes y que vosotros sois dos maniquíes en casa que sólo hacen gastar comida, luz y techo y que ni tan siquiera hablan.- dijo con tranquilidad pero con rabia en sus ojos.

- Ro, yo...- lo corté. No quería que se metiera para no pillar rascapolvo.

- No... déjame a mi.- hice una ligera pausa y noté como mi corazón se aceleraba.- Ma, creo que ya soy mayorcita. Tú has vivido tu vida y por primera vez en mucho tiempo estoy disfrutando, y estoy feliz.

- Tú serás feliz, pero no voy a dejar que me pisotees mientras te haces la vida color de rosa.- pero esto es de locos, encima. Tiene su vida y podía estar agusto, pero no, ella tenía que interrumpirlo todo.

- Me parece que estás exagerando un poco, yo no lo veo así, creo que esta conversación no va a ser productiva. Así que- hice ademán de levantarme, pero ésta prosiguió.

- Salvador, ¿sabías que se fue de fiesta y se acostó con cinco chicos?.- dijo con tranquilidad mirando hacia él.

Éste lo miró tranquilo, ya que lo sabía. Esta mujer quería acabar con nuestra relación, y no se lo iba a permitir, ya que yo nunca me metí en ninguno de sus rollos de una noche. Esto se iba a acabar, ya no podía seguir hablando con la misma tranquilidad que antes, aunque ella pretendía sacar mi yo interior para que Salvi me viera, y se diera cuenta de mi genio, y tal vez me dejara. Pero no me importó, nunca he sabido callarme, y no iba a hacerlo ahora.

-¿Tú estás mal de la cabeza?, sabes que me la jugaron, iban a ir chicas y chicos y las chicas me la jugaron y no vinieron. Sólo me tomé una copa y me drograron. ¡Joder! ¡lo sabes de sobra!. Si no denuncié fue por que me amenazaron con matar a mi familia. Lo sabes. Es que...- me agarré la frente tras meter un porrazo en la mesa, vi que Nene me miraba con tranquilidad, yo sabía que él también había tenido momentos así y me inspiró confianza para seguir.- Yo almenos lo hice sin tener luces, era una niña. Tú con cincuenta años aún sigues tirándote a todo lo que se menea y aceptas dinero por enseñar el coño por una cámara. Dime qué ejemplo me has dado. ¡Dime!.- grité.

Ella me miró estupefacta, y sabía que me había pasado, pero ella no se había quedado atrás. Sentí como me temblaban las manos y me chirriaban los dientes, si tuviera poca sangre la hubiera matado allí mismo, por que yo estaba a pique de sufrir una crisis de ansiedad. Salvi me agarró la pierna bajo la mesa y se atrevió a hablar, educadamente. Yo rompí a llorar mientras lo escuchaba.

- Rocío, yo tampoco te doi la razón, creo que te has pasado un poco con ella. Y sí, sí que lo sabía y sé quiénes fueron. Entre tu hija y yo no hay secretos. Tal vez algo que se nos halla pasado, pero lo sabemos todo el uno del otro.- me estremecí, nadie en la vida fue capaz de defenderme de ella, y menos en su presencia.

- Tú no te metas. Esto es cosa entre mi hija y yo.- dijo dirigiéndole una fulminante mirada.

- Se mete por que forma parte de mí y además lo has metido tú preguntándole semejante tontería.- de manera espontánea comencé a reír. Tal vez era una respuesta de mi cuerpo. Reír por no llorar.

- Llegaremos a un acuerdo, Sara.- le dirigí una mirada asesina y le presté atención.- pagaréis la luz, vuestra comida y un alquiler por tu habitación, o os vais.- dijo con una sonrisa triunfante.

Maldita sea. Lo hacía por que sabía que mi suegra había sufrido mucho con su suegra, viviendo juntas, y por ello ella quería evitar que las novias de los hijos nos quedáramos allí a dormir.

- Tu estás loca. No puedes echarme y menos cobrarme un alquiler por mi pro- sentí que me cortaban.

- Nos vamos. Levanta Nena, esta conversación es un desperdicio.- me quedé pasmada. ¿Y qué haríamos?¿montar el chiringuito bajo un puente?. Me agarró suavemente de la mano y tiró de mi.

Sentí como la sangre se me helaba, los ojos se me tornaban borrosos y la piel se me erizaba.

Después: oscuridad.

Sólo oscuridad.

Bueno chic@s, aquí el siguiente cap. Éste cap se lo quiero dedicar a @Lunaz03 por ser la primera persona que votó y comentó. Gracias preciosa, no sabes lo que me ha gustado ver que te gusta. Es un placer escribir para lectoras como tú.

Y a las demás, si queréis que os dedique, votad y decidme en un comentario. No os entretengo más.

Valió la penaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz