Te Esperare Hoy y Siempre [En Reconstruccion]

XXII

Capitulo 22:

Jade y Tori se la habían pasado horas hablando acerca del padre de la pelinegra, Tori respondía cada pregunta que su novia tenía para ella sin excepciones y así fue como la pelinegra se enteró de que su padre se había ido cuando ella estaba en su último en HA, olvidándose de las gemelas completamente e ignorando de su existencia, desde entonces no sabían nada de él. Entre el relato Jade se quedó dormida, pensando en lo que había pasado pero la verdad era que poco le importaba lo que su padre había hecho ya que si ella le hubiera hecho caso cuando le dijo que dejara a Tori en aquel momento, ahora estaría más sola que nunca, quizás no tuviera la ayuda y el apoyo que tenía en ese momento tal vez tendría el apoyo pero no de la misma manera sino que mas distante mas diferente, quizás nadie más la hubiera esperado por dos meses y la siguiera amando como Tori lo hacía, quizás ninguno de sus amigos estarían juntos pero las cosas eran muy diferentes ella había tomado la decisión de quedarse junto a la mitad-latina y ahora estaba rodeada de muchas personas que la amaban por lo que era. Que la amaban y la respetaban.

Tori se despertó, se quedó mirando el reloj que estaba en la mesa a su lado, eran las seis de la mañana lo que quería decir que aun le queda una hora antes de escuchar a Jade gritar, Sam, Em y Trina reír hasta el dolor de estómago y a los demás empezar a quejarse por el desorden tan temprano pero aunque se quejaran una y otra vez, la sonrisa que tendrían en la cara nadie se la podría quitar por nada del mundo.

La mitad-latina se levantó con cuidado de no molestar a su compañera, fue al baño y cepillo sus dientes, se arregló el cabello y bajó a la cocina. Sin esperar mucho empezó a preparar el desayuno. El tiempo fue pasando sin que ella se diera cuenta y de repente escuchó los gritos de Jade, diciéndoles a las chicas que se fueran de su cama, de su habitación y si era posible de su casa para poder dormir. Las risas de las chicas no se hicieron esperar, Tori sonrió sin poder evitarlo, habían muchas cosas que no cambiaban en su vida y esperaba que nunca cambiarán, poco a poco se fueron escuchando más voces en los pasillos de todos los demás quejándose por el alboroto. Quizás se olvidaba de Sikowitz pero su maestro no le ponía atención a nada, ese seguía dormido, aunque el olor a café lo despertará pronto.

Todos bajaron encontrándose con Tori en la cocina, sonrienron esa morena siempre les ganaba a todos en cuanto a levantarse temprano se debía. Todos saludaron con un buenos días el cual fue devuelto, Jade y Tori amaban las mañanas tranquilas pero cuando toda la familia estaba reunida no les importaba en lo más mínimo el alboroto que se armaba en la cocina por las diversas conversaciones que habían.

Elizabeth y Holly siempre querían ser las que preparaban el desayuno pero como siempre Tori les ganaba, ellas esperaban que un día la morena se durmiera y poder hacerlo.

--¿Siempre te levantas temprano?-- preguntó Elizabeth ya en la mesa mientras los demás tomaban asiento también.

--A veces-- respondió Tori encogiéndose de hombros porque no siempre se levantaba temprano, habían unas veces en las que Jade le pegaba lo dormilona. --¿Por qué?-- preguntó después con curiosidad.

--Siempre que estamos todos tú eres la que prepara el desayuno, Holly y yo siempre lo hemos querido hacer pero tú siempre nos ganas--

--Oh-- fue lo único que Tori dijo, los demás sonrieron habían pequeños detalles acerca de Tori que hacían grandes diferencias.

--Esto está muy callado-- dijo André. --Por mucho que me guste esta paz vamos a hablar de algo no--

--¿Que sugieres?-- respondió Beck.

--Alguien recuerda cuando llegaron las chica de Sherwood buscando a Tori solo para saber si era verdad que ella le iba a las chicas y que hasta se cambiaron de escuela solo por ella-- dijo Robbie, todos miraron a la morena que estaba inmersa engullendo su desayuno pero al escuchar su nombre levantó la vista encontrándose con todos en la mesa mirándola.