XII

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Capítulo 12:

Después de haber salido de la empresa Tori había deambulado por las calles de Los Ángeles sin saber a donde ir, no quería ir a su casa, no quería ir donde Sikowitz sabía que el viejo loco de los cocos no iba a descansar hasta que aceptara hablar con Jade y no quería eso, no por ahora. Sin querer se había dirigido al gimnasio donde había practicado Kick Boxing desde los 12 años, ya tenía mucho que no iba a ese lugar quizás desde el día donde se había peleado con una compañera y las dos terminaron en el hospital pero esa era otra historia. La morena entró al gimnasio viendo que el lugar no había cambiado en nada seguía tal y como lo recordaba.

--Vaya pensé que jamas te volvería a ver por estos lados, Tori-- dijo un hombre alto, un cuerpo bien formado pero en su rostro se notaba la edad avanzada.

--Hola Tito ¿como has estado?-- preguntó la morena por cortesía ya que no quería hablar con nadie pero era imposible no saludar al hombre que había sido su maestro.

--Bien ¿y dime que te trae por estos rumbos?--

--Quiero sacar el estrés-- dijo la morena sin más.

--Pelea limpia-- dijo el hombre sabiendo que hacer, la morena asintió.

Pocos minutos Tori se había ido a cambiar, salió con un sostén deportivo, unos short negros teniendo cuidado de que no fuera pegada en la entrepierna, unas vendas en los pies y manos, y no podía faltar el casco que protegía su cabeza de un mal golpe. Subió al ring allí estaba una chica aparentemente de su misma edad, si esa chica estaba ahí era porque era una de las mejores en el ring así que sabía que no se iba a contener, sabía que su ex-entrenador no le iba a poner a alguien que no supiera lo que estaba haciendo. El primer round comenzó, Tori no se contenía en nada los puñetazos y patadas haciendo retroceder a la pelinegra con la que peleaba. A la morena no le importaba nada en ese momento solo se dedicaba a dar patada tras patada, puñetazo tras puñetazo haciendo que su contrincante retrocediera.

--Eres buena-- comentó la pelinegra.

--Tú también-- dijo la morena esquivando los golpes que la pelinegra le lanzaba.

--Soy Camila--

--Tori-- respondió la mitad-latina dándose la vuelta para darle una patada la cual Camila pudo detener con sus manos pero aun así retrocedió.

--¿Cómo es que nunca te he visto...por aquí?-- preguntó Camila esquivando una serie de golpes. --Pregunto porque al parecer conoces muy bien a Tito, yo llevo cuatro años aquí--

--Lo conozco desde los 12 años el fue mi maestro en el Kick Boxing pero deje de venir a los 16--

Las dos chicas siguieron dándose de golpes hasta que Camila se rindió al parecer la morena era demasiado fuerte o tenía demasiada energía, a ella ya le dolía el cuerpo. Vio a la morena seguir golpeando el saco de box como si nunca hubiera tenido una pelea con ella. Tito le llevó a la morena algunas tablas ya que ahi tambien enseñaban karate.

Camila se le quedo viendo al hombre como si estuviera bromeando eran siete tablas era imposible que la morena las rompiera a la mitad, ella solo podía romper tres. Pero observó por más tiempo viendo como de un solo puñetazo la morena hacía trizas las siete tablas, se asustó ella había estado peleando con alguien de un rango mucho más alto que ella en las lucha. Tori le agradeció a Camila y Tito el haberle ayudado a desestresarse un buen rato.

Te Esperare Hoy y Siempre [En Reconstruccion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora