Capítulo 33-

92 7 1
                                    

Esto no podía estar pasando, él estaba frente a mí. La persona que había arruinado mi vida en todos los sentidos, la persona que había matado a mi mejor amigo, la persona que me había engañado para que lo amara.

Carlos estaba frente a mí.

Aparté la vista a otro lado, con la esperanza de que ya no me mirara. Volví a mirar disimuladamente y tenía la vista en otro lado, hablando con unos chicos que no conocía de nada. En ése momento llegó el profesor y la clase comenzó.

Logré apartar mis pensamientos por un momento y concentrarme en la clase. Aún me parecía demasiado irreal ¿Cuánto tiempo estuvo en la cárcel? ¿Cómo se le ocurría a ésta universidad dejar entrar a un criminal?

Pero la pregunta que más me rondaba era ¿Que hacía en mi clase? Porque, o me estaba acosando, o acaba de ocurrir la mayor coincidencia del planeta. Debe ser la primera pues ¿Que puede hacer en la misma clase que yo si no es para seguirme?

La clase pasó de una forma lenta y tediosa, al terminar lo único que podía hacer era correr, no quería ni siquiera toparme con ése chico. Sólo corrí entre pasillos y pasillos del enorme edificio, sin siquiera saber a dónde me dirigía.

Llegó un momento en el que no había nadie por ningún lado, no se oía nada, salvo el acelerado sonido de mi respiración. Cuándo me aseguré de que nadie me estaba siguiendo bajé el ritmo hasta parar de correr. Me sentía mas tranquila y dejé de ver hacía atrás.

Grave error

Debí mirar, por que cuándo ya estaba dispuesta a volver para la siguiente clase, sentí una mano en mi hombro.《Tal vez estoy siendo muy paranoica, es sólo un profesor que se preguntará que hace una alumna caminando por unos solitarios pasillos》 Quise convencerme de que así era, pero la sorpresa que me esperaba al voltear era totalmente diferente.

Ahí estaba él, cara a cara conmigo. Por primera vez pude admirar el brillo se sus cabellos rubios y la intensidad de sus bellos ojos azules. Me sentía petrificada, pero por muy estúpido que sonara, no sabía si era por miedo o sólo no podía parar de admirar su hermosura 《¡Pero que digo! Detrás de ésos ojos azules existe un asesino sin escrúpulos》.

-- Vanessa ¿Te encuentras bien? --me preguntó tomando mi hombro, seguro al ver lo pálida que estaba por el miedo que sentía《¿¡Que si me encuentro bien!? Deve ser una broma》.

-- T...t...tu e...eres...¡No te me acerques! --grité esperando que alguien me escuchara-- Tu eres un asesino ¡mataste a Leo!

Logré soltarme de su agarre y di un par de pasos hacía atrás, ya lista para salir corriendo.

-- ¿Q...que? Yo no maté a nadie --afirmó confuso.

Aproveché su descuido y salí corriendo lejos del lugar. No me engañaría, no de nuevo, él me dijo que si iba al baile me arrepentiría, horas después Leo apreció muerto ¿Y me dice que no tuvo nada que ver?

El resto de la hora escolar transcurrió con normalidad, la última hora terminó y no hubo señales de Carlos en ningún lado, así que volví a mi habitación. Mientras caminaba no podía evitar mirar hacía los lados, no me sentía segura en éstos pasillos, no ahora sabiendo que había un asesino suelto por ahí. En ése momento lo único que quería era acostarme y pensar en lo que acababa de pasar.

Al entrar a mi habitación me encontré con las gemelas, Miranda se encontraba viendo una película en su laptop, aunque no se exactamente cuál era, y Sofia le estaba mensajeando a dios sabe quién.

-- ¿Que hacen aquí? --pregunté《¿Éstas chicas no tienen clase?

-- Yo tendré clase en una hora --respondió Sofía.

-- Y yo terminé hace una hora --respondió también Miranda, sin apartar la vista de la película.

-- Cierto, aún no me acostumbró a que tengamos diferentes horarios --me reí un poco de mí misma y me dejé caer sobre la cama.

Cerré los ojos y me puse a pensar en la gravedad del asunto. Carlos me quería, halagador de su parte, pero era un asesino, y el hecho de que estudio en la misma universidad que él me arma un muy buen lío. Pensando, tal vez ni siquiera me quería, sólo era un psicópata

《¿Debería llamar a la policía? ¡Claro que no! El no ha hecho nada para que la llame, pero una orden de alejamiento...》.

Sentí como el teléfono que se encontraba en mi bolsillo comenzó a sonar, lo tomé y era María ¡No sabía nada de ella desde que se mudó a Japón!

-- Hola ¿María? --saludé, asegurandome de que era María.

-- ¡Hola criatura del señor! ¿Que me cuentas? --me reí por como me saludó, a ella le encanta el rubius.

-- El día de clases mas duro de mi vida.

-- Te entiendo, pensé que era buena en el japonés pero apenas le entendí al profesor, al parecer tengo un examen sobre la historia tecnológica de Japón en dos días...o dijo dos semanas, no lo sé --no pude evitar reirme de su respuesta

-- ¿Y cómo van las cosas con Recko? --escuché un suspiro por parte suya como respuesta.

-- Las relaciones a distancia son complicadas ¿Y que hay de ti? ¿Algún chico que te haya llamado la atención?

Justo en ése momento comenzé a plantearme el hecho de no decir nada, ella es la persona en la que mas confío después de mi familia, tal vez debería...o no ¿O sí?

-- Vane ¿Estás bien? ¿Muchos chicos en la mente? --Preguntó al ver que no contestaba.

-- Yo, emm...bueno --decía cosas sin sentido, no sabía que responder-- Hablamos luego --y seguido corté la llamada.

《Gran forma de reaccionar bajo presión Vanessa, gran forma》fui una tonta, devi contárselo. Pero ahora que lo pienso ¿De que me serviría? Sólo la metería en éste lío, no podía dejar que nadie más terminara como Leo.

No, yo sola me metí en esto, y ahora saldré yo sola.

Enamorada de un StalkerWhere stories live. Discover now