Capítulo 22-

97 11 0
                                    

Escucho música en mi cama boca arriba. No sé que canción escucho exactamente, tampoco es que le estoy prestando mucha atención. Sólo puedo pensar en lo que pasó ayer, y cada vez que lo hacía quería que la tierra me tragara.

Correr, fue lo único que hice, correr. No me importaba que faltara a matemáticas, a fin de cuentas, con las vacaciones a la vuelta de la esquina, tampoco es que hacemos mucho en clase.

Me sentí como una estúpida al instante, llevaba días queriendo decirle lo que siento, pero cuándo por fín se me presenta la oportunidad, sólo hago lo que pienso. Correr. Éso me hace pensar ¿En serio iba a decirle a Fernando lo que siento por él ése día en su casa? Me sentía cómo una suicida, siempre dice que acabará con su vida pero, a la hora de sostener el cuchillo en la mano, se acobarda. Así me sentía yo.

De pronto escucho que tocan la puerta, no le hice mucho caso pensando que mamá abriría, pero al pasar los minutos y seguir escuchando los golpes contra la puerta me retracto y voy yo misma《Tres personas en ésta casa -Helena, mamá y yo- y la que está mas lejos de la puerta es la que tiene que abrir, ni que fuera Cenicienta》. Al dirigirme a la puerta y abrirla me sorprendo al ver ésos hermoso ojos azules.

-- F...Fernan,  ¿q...que haces aquí? --《Cómo sea para hablar sobre lo que pasó ayer...no sé que haré exactamente》.

-- Ah, hola Vane ¿está tu hermana? --preguntó dando un paso hacía dentro de la casa.

Celos mode: ON

-- ¿Mi hermana? ¿para que quieres hablar con mi hermana? -Repoché poniéndome en medio, evitandole en paso.

-- Me pidió que le ayudara con Matemáticas, el lunes tiene el último examen y de ahí depende si pasa o no la materia.

Celos mode: Off  《Ups》.

-- Oh, claro, perdón pasa --le di paso pero antes de llegar a la sala le tomé la muñeca-- F...fernan, sobre lo que pasó ayer, y...yo...

-- Tranquila Vane, no tienes que explicarme nada --me sonrió e intentó soltarse, pero lo volví a detener.

-- No lo entiendes, si quiero explicarte --tomé aire pensando muy bien lo que diría - Lo que pasa es que...

-- ¡Hola Fernan! ¿listo para estudiar? --interrumpió Helena saliendo de su cuarto y abrazando a Fernando.

Fernando no dijo nada y siguió a Helena hasta su habitación. Y yo me quedé ahí, como tonta y callada.

Me senté en el sillón con el celular evitando seguir a mi hermana hasta su habitación y ver que hacen.

《¿Sería un buen momento para responderle a Carlos?》He estado todo el día tratando de encontrar la forma correcta de responderle ¿pero como voy a hayar la forma de contestar si ni siquiera sé que responder? Me refiero a que, es imposible negar que amo a Carlos, pero es más bien como la típica obsesión con alguien aunque sepas que la relación nunca funcionaría y/o existiría -Mas o menos como mi hermana con Harry Stiles- pero aunque me guste y todo, preferiría estar sola que tener una relación a distancia, simplemente no funcionaría para mí.

De repente me inundó el olor a chocolate, haciendo imposible el pensar. Levanté la vista fuera de mi celular para ver a mi padre llegando con una caja de cartón decorada, no tuve que pensar mucho para saber que era.

-- ¿Es un mini pastel de chocolate del Maracaibo? --Aunque lo dije en forma de pregunta, era mas bien una afirmación.

El Maracaibo es una tienda de dulces en el que mi padre siempre me llevaba a comer los fines de semana un mini pastel de triple chocolate. Ya no lo ha hecho más por que le he insistido que sólo eran calorías de más, lo cual fue difícil porque era una de las principales ramas que nos unían.

-- Es para ti, pasé por el lugar y pensé ¿por que no? Una por los viejos tiempos --Me entregó la caja en mis manos y yo la dejé inmediatamente en la mesa《Devo resistirme a la tentación》.

-- Padre no tenías que hacerlo, sabes que no...

--No te lo tomes como un un regalo, si no como una orden -tomó de la cocina un tenedor y me lo entregó - Provecho.

Le dediqué una sonrisa forzada y éste fue a saludar a mi hermana《Ya quiero verle la cara cuándo vea a un chico en su cuarto》. Mi padre, aunque no suelo hablar mucho de él, es una persona comprensiva, divertida, y se podría decir que de vez en cuándo infantil. Una vez me deacargue el juego de Five nights at fredfys 3 cuándo estaba de moda. Mi padre me vio jugar un rato y a la mañana siguiente ya tenía la versión Demo instalada en su celular. Todo un niño.

Sin embargo cambió al enterarse de que era bulimica, fue como si ya no fuera su hija, sinceramente éste regalo fue toda una sorpresa de mi parte.

No pensé mucho y me senté en la mesa. Tomé el tenedor y comenzé a comer el pastel en la misma caja. Al probarlo fue como si hubiera hecho un viaje al pasado. El sabor, la textura《¿Por que me volví bulimica en primer lugar?》

-- Buen provecho --escuché la voz de Fernando atrás de mí.

-- Gracias --contesté sonriéndole-- ¿Como van las clases de Helena? --Me dirigí a la cocina y le entregué un vaso de agua, supongo que éso era lo que quería.

-- Bueno, sabe cuanto es dos mas dos, es algo --me reí de su comentario, aún sabiendo que era broma, mi hermana no es taaaan mala en matematemáticas.

Tomó el vaso de agua y se lo tomó de forma rápida《se puede decir gracias pero parece que el no conoce ésa palabra》al ver que tenía intenciones de volver con Helena lo tomé del brazo. Éste se volteó extrañado, cómo esperando una respuesta por parte de mi acto.

Enamorada de un StalkerWhere stories live. Discover now