Capítulo 5- "El pasado y la confianza"

184 16 0
                                    

Llegué a casa de mis padres con Helena y después de saludarlos me dirigí directo a mí habitación. Apenas llegué puse el bolso en el suelo, luego de acostarme en la cama tomé mi laptop revisando mi Facebook. Me di cuenta de que tenía cuatro mensajes pero me sorprendí al ver que todos eran de Carlos y decían lo siguiente.

Carlos: Bueno, te quería hablar sobre tu número de teléfono.

Carlos: Emmmm Vane ¿Estás ahí?

Carlos: Esperaré que te conectes para seguir hablando.

Carlos: Entiendo si tienes otras cosas que hacer, lo siento.

¡Lo olvidé por completo! Me distraje hablando con María y los demás, estaba a punto de responderle pero ¿Qué le digo? No le puedo decir simplemente que lo ignoré por que me quedé hablando con los demás, así que preferí inventarle una excusa.

Vanessa: Perdón por no haberte contestado, es que me descubrieron usando el teléfono y me lo confiscaron.

Carlos: ¿Pero no tenías una hora libre?

¡Olvidé que se lo había comentado! Si no invento algo pronto me descubrirá.

Vanessa: Es que en Venezuela está 100% prohibido usar el teléfono, tanto en recreo como en las clases.

Carlos: Bueno esta bien, sobre lo que te decía...

Vanessa: Si, lo había olvidado ¿Que ibas a decirme?

Carlos: ¿Tienes WhatsApp?

Esa pregunta me dejó pensando un momento, no sabía que responderle, por un lado me sé cuidar y creo que no sería muy responsable de mi parte darle mí número de teléfono, pero por otro lado me agradaría poder hablar con él en una llamada y conocer su voz, además de que lo conocería mejor.

Vanessa: Si tengo ¿Quieres que te dé mi número?

Carlos: Solo si no te molesta claro.

Vanessa: Está bien, solo por que confío en ti.

"Confío en ti" esa última frase no tenía ningún sentido, apenas lo conocí ayer. Le di mi número de teléfono antes de que me arrepintiera pero en serio no sé si fue buena idea.

Carlos: Gracias, ahora mismo no puedo hablar mucho por que tengo que estudiar, es que tengo examen el lunes y mi madre me tiene casi con un arma en la cabeza para pasarla así que hablamos después.

Vanessa: Esta bien, adiós.

Cerré mi laptop y bajé las escaleras directo a la cocina, había comido muy poco ésta mañana y me muero de hambre. Me serví un plato de arroz con unas dos piezas de pollo y un plato aparte de ensalada.

Mientras comía me sentía mal, siempre trato de comer lo menos posible para no aumentar de peso, y desde que comenzé con mi dieta he bajado más de treinta kilos. Cuando terminé me sentía como un cerdito al que le acaban de dar de comér un baúl con restos de comida, lavé mi plato y fui directo al baño, sentía que estaba a punto de explotar y se me hacía horrible el hecho de sentirme así.

Me coloqué frente al inodoro (poceta, trono del rey, o como se llame en su país) y colocando mi dedo en mi garganta intenté vomitar, tuve que intentar varias veces por que no podía del todo. Mientras seguía tratando de vomitar creo que hice mucho ruido por que Helena estaba tocando la puerta del baño.

- Vane ¿Estás bien? -Ella seguía tocando, si ella se daba cuenta de que estaba vomitando lo más probable es que le diga a mamá y a papá.

- Si, estoy bien tranquila -dije tratando de fingir mi voz que sonaba muy mal.

-¿No estarás vomitando verdad?

- No, estoy bien, lo juro -después de decir eso no volví a escuchar a mi hermana así que supongo que se fue, me lavé la boca rápidamente y entré rápido a mi habitación.

Aveces me detengo un momento para preguntarme por que hago esto, pero luego recuerdo aquellas burlas del pasado, aquéllos vestidos gigantes que no me servían, y aquél sentimiento de que probablemente nunca le gustaré a alguien, entonces ignoro cualquier consejo de mi família sobre mi desorden alimenticio, y aseguro que si alguien quiere evitar que siga, no le escucharé

Enamorada de un StalkerTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon