Capítulo 7- "Comienzan las cosas extrañas"

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3 semanas después...

Han pasado tres semanas desde que conocí a Carlos, tengo que admitirlo, he comenzado a sentir cosas por él, y siendo honesta, creo que él siente las mismas cosas que yo. Aunque lamentablemente no todo ha sido de color rosa, desde aquella tarde no he vuelto a hablar con Leo, sólo espero volver a arreglar las cosas. Llegué al colegio un lunes por la mañana, como la misma rutina diaria de siempre me despedí de mi hermana Helena y tomamos caminos separados a nuestros respectivos salones.

Lo primero que noté al llegar es que todos entaban amontonados cerca de una de las mesas. Me acerqué a ver de que se trataba mientras escuchaba a todas éstas personas comentar cosas como "Que suerte tiene" o "Me pregunto quién habrá sido la afortunada". No veía ni a María ni a Leo por ninguna parte, pero entre a la multitud logré ver a las gemelas, me les acerqué y las saludé de la misma forma amable que siempre lo hago.

- ¿Que es lo que está viendo todo el mundo? - apenas pregunté, Sofía se alejó y se metió entre la multitud sin decirme ni una sola palabra, lo cuál me extrañó bastante de ella.

- Parece que alguien trajo un ramo de flores - dijo Miranda que se había quedado conmigo.

- ¿Pero a quién? - pregunté esperando una respuesta pero Miranda sólo levantó los hombros en señal de que no sabía

Pero justamente, en ese preciso momento escuché la voz de Sofía que parecía que estaba en medio de la multitud, entonces la escuché gritar "Las flores son de Vanessa". Luego de que dijera éso hubo un profundo silencio en el salón, y todas esas personas que rodeaban las flores clavaron su vista en mí.

Tragué saliva y me dispuse a caminar por aquella multitud tan grande que había. Mientras me acercaba noté un hermoso cesto que contenía rosas blancas, tulipanes y margaritas, casualmente mis favoritas. Noté que justo al lado se encontraba Sofía, quién sostenía una carta que me entregó.

- Mira, son para ti, en la carta lo dice -almenos sabía por que se había alejado de mí de ésa manera tan extraña, símplemente quería andar de curiosa por ahí, algo muy típico de ella. Tomé la carta que me entregó y decía lo siguiente:

Querida Vanessa, éste es un regalo que te he traído 100% de mi parte, sé que éstas son tus flores favoritas, pero no preguntes cómo lo sé, o quién soy, por que son preguntas que lamentablemente no puedo responderte, ya que si lo hago, me tomarás por muchas cosas: loco, acosador, pedófilo, entre muchas otras cosas. No tienes que tenerme miedo, al contrario, deberías alegrarte, ya que ahora sabes que nadie nunca te amará como yo te amo a ti.

Atentamente: El amor de tu vida

Estaba sin palabras ¿Yo con un admirador secreto? Tenía una mezcla de sorpresa y entusiasmo, pero a la vez un poco de miedo. En ése momento tenía mil y un pensamientos en mi cabeza 《¿quién me pudo haber traído ésas flores?....¿Quién? ¿Por que?....¿Cómo?》

Estaba en mi mundo sin despertar cuándo alguien me arrancó la carta de golpe. Sólo ahí reaccioné y supe que no pudo haber hecho éso nadie más que Samanta. Ella es la "popular" de la escuela, pero yo me refiero más a ella como la "fresita" de la escuela...además de mi EX mejor amiga.

Ésta después de leer la carta la rompió en pedazos - No me sorprendería que te las hubieras enviado a ti misma, ya que aceptalo, nadie se enamoraría de alguien como, ya sabes, tú - luego de esas palabras me miró con una sonrisa desafiante y victoriosa al mismo tiempo, lo que hizo que mi sangre hirviera.

Cerré mi puño dispuesta a golpearla, ni siquiera me preocupaba que todo el colegio nos estuviera viendo. Entre toda ésa gente había un profundo silencio, sólo se podía escuchar un par de murmullos de gente diciendo cosas como "Que esperas ¡golpeala!" "Dale lo que se merece a esa idiota" "no se atrevería, no tiene las agallas" .

Ya estaba harta de que la gente dijera cosas que no son de mí, y de toda la lista de gente que hace éso, Samanta es la que está a la cabeza de la lista. Estaba a punto de golpearla cuándo siento que alguien pone su mano en mi hombro, miré hacía un lado para ver a María diciéndome que me calmara. En ese momento justo reaccioné《¡pero que me pasa! Se me ocurría tocarle un sólo pelo a esta chica y lo más seguro es que armará un espectáculo tan grande que el problema en el que me meteré no será normal》. Así que di un gran suspiro, bajé los puños y me relajé.

- ¿Por que haría una cosa como ésa? Yo no estoy interesada por conseguir un novio, no como tú, que estás tan desesperada por conseguir pareja que le andas ligando a medio colegio. -Me limité a decir, todas las personas presentes estaban murmurando cosas sobre Samanta, así que sólo se limitó a irse con mala cara.

Los demás, al ver que no habría pelea, volvieron a sus asientos o regresaron a sus respectivos salones, ya que con el alboroto que se había hecho, los demás años se habían asomado a chismosear. Luego de que todo pasara, busqué con la mirada a María, quién estaba escuchando música al otro lado del salón, así que la dejé, si algo he aprendido de ella, es que no le gusta que la interrumpan cuando escucha música.

Yo hice lo mismo que los demás, me senté en mi respectivo puesto al fondo del salón como siempre, al lado de mi hermosa cesta de flores. Unos minutos después, sentí que alguien se había sentado a mi lado, miré por el rabillo del ojo y supe que era Leo.

Enamorada de un StalkerWhere stories live. Discover now