Capítulo 30-

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"Cafetería Sandra"

"Con un toque familiar como en un segundo hogar"

Desde niña siempre me había gustado ése lema. Pero no, no creo que exista un restaurante o cafetería que iguale una comida familiar y hogareña como la de nuestros padres o familiares. Pero de vez en cuándo uno mismo se aburre de ésas comidas, por éso existen las pizzerías.

Entré al lugar donde supuestamente se encontraba Alejandra. No se me hizo difícil encontrarla, primero porque era la chica mas alta del lugar, y segundo porque al verme alzó la mano de forma exagerada.

Me acerqué a su mesa y ésta me dio un fuerte -por no decir asfixiante- abrazo, se lo respondí de forma mas suave, quise soltarme pero ella estaba lejos de hacerlo.

-- ¡¡Cuánto tiempo hermana!! ¡Estás super delgada! Te vez muy hermosa, estás tan... ¡Wow! --me halagaba mientras sacudia mis brazos como si de una maraca se tratase.

-- Tu también estás muy ¡Wow! --repetí, no soy muy buena con los halagos.

Nos sentamos en la mesa que Alejandra nos había guardado, que era una para dos que se encontraba al lado de una ventana.

Estuve a punto de comenzar la conversación con el típico "¿Cómo estás? " pero me calló poniendo un dedo en mis labios. -Obviamente los aparté al instante- Fijó la vista en su bolso y noté que de él sacó una caja medianamente grande. Me la entregó y por la caja no tuve que abrirla para saber que era.

-- Sé que estudiarás comunicación social y pensé ¿Que mejor regalo de cumpleaños que una cámara profesional?

-- Wow, yo...Muchas gracias, de verdad, es un muy bonito detalle. --Me le acerqué y le di un abrazo mucho mas sincero que el anterior.

-- No es nada, aunque creo que no es un detalle tan lindo como ése brazalete --dijo refiriéndose al brazalete que me había dado Leo, desde ése entonces casi nunca me lo quito.

-- Ah, ¿Esto? --Mostré mi muñeca con el brazalete, ella asintió-- No fue un regalo de cumpleaños, me lo dio Leo...o mejor dicho, su madre, él no pudo hacerlo --expliqué. Automáticamente me salió un suspiro triste, ya hace meses que me había dejado de afectar, pero aún así, duele.

-- Lo lamento --declaró-- Se que tu y él eran buenos amigos.

Quise responderle con un "No, no sabes, ni siquiera te molestaste en llamar" pero el destino claramente quería que ésta tarde se mantuviera pacífica pues interrumpió el mesero. -en mi opinión una atención un poco extraña para ser una cafetería pero aveses es mejor pensar y no decir- Alejandra pidió un helado de chocolate y vainilla, mientras que yo pedí un café con leche mediano y un trozo de pie de parchita.

He cambiado con respecto a mi anorexia. Hace unos cuatro meses permití que me llevaran a un centro alimenticio, dónde me diagnosticaron "Anorexia porlutiva compulsiva". He estado recibiendo tratamientos y diferentes guías alimenticias. En los últimos meses he subido un total de doce kilos, por lo cual ya no soy sólo hueso y carne si no que ahora tengo mas figura, y ¿Por qué no decirlo? También tengo mas pechos.

-- Y ¿Cómo ha estado Nomar? --Él era el último novio de Alejandra que conocí antes de que se fuera a la Universidad.

-- Ahg, terminamos hace meses, no sabe como tratar a una dama --respondió con asco, como si no le gustara hablar de él《¿Una dama? Ahora veo por que terminaron》-- Ahora salgo con Gustavo, él si es muy romántico conmigo. Me lleva al cine, me regala chocolates y flores, me lleva a...

-- C...cre que...Creo que voy a v...vomitar --Interrumpi bromeando mientras fingía vomitar. Alejandra me miro mal un segundo pero al instante se rió al entender el chiste.

-- Muy chistosa --respondió al final-- Y dime señorita anti-amor, ¿hay algún chico que te guste.

-- Bueno, a habido varios, pero hasta ahora ninguno ha sido el correcto --contesté sin darle importancia.

《Por no decir que uno era mi mejor amigo, otro estaba enamorada de mi hermana, y otro era un acosador y asesino》.

Pensar en éso me hizo recordar a Carlos. Recuerdo que fue arrestado por acoso pero nunca fue culpado por asesinato, puesto que no encontraron las pruebas suficientes para culparlo. Además que encontraron un par de entradas de cine para ir a ver Buscando a Dory con la misma hora y fecha que la del asesinato de Leo, por lo que dijeron que no pudo ser él. Nunca estuve enterada de cuánto tiempo sería su condena, aunque por lo que tenía entendido sólo serían un par de meses. Eso me asustaba ¿Y si venía por mí? A fin de cuentas, fue encerrado por mi culpa.

El mesero llegó con los postres y seguimos hablando por un largo rato. Hasta que miré mi reloj y eran las seis y media, mi mamá se estará comenzando a preocupar por mí. Además, ya se lo que venía a continuación ¡Pastel!

-- Ésta tarde contigo ha sido muy divertida, pero no puedo llegar tarde a mi propia fiesta de cumpleaños --explicaba mientras recogía mis cosas para irme.

-- Está bien, de todas formas tengo que arreglarme, unos chicos vienen por mí a las ocho --decía mientras también se levantaba. Su frase me dejó desconcertada.

-- ¿No vendrás a mi fiesta? --Ella me miró con compasión y tomó mi hombro como si de darme ánimos se tratase.

-- Sabes muy bien que mi relación con la familia no está en buenos momentos, es mejor permanecer lejos por ahora.

Tenía algo de razón en sus palabras. Desde que Alejandra cumplió los dieciocho se volvió muy Espíritu libre o mejor dicho yo soy mayor de edad y hago lo que me de la gana. Hubo un tiempo en el que llegaba borracha a la casa ¡He incluso estrelló su auto en una ocasión! Cuándo por fin se fue a la Universidad lo vio como una ruta de escape y por éso nunca volvió.

Quité su mano de mi hombro y tomé mi bolso rápido.

-- Como sea, adiós --sentencié para luego irme.

Escuché a mi hermana detrás de mí tratando de convencerme de que no me enfadara, pero muy tarde, ya lo estaba. Tomé un taxi de vuelta a casa con la esperanza que una reunión familiar calmara mis malos pensamientos.

Al llegar le pagué unos 150 Bolívares al taxista, ya que hace no mucho habían devaluado la moneda y todo había aumentado.

Al entrar a casa no había más de lo que me esperaba, un par de globos, una música llanera de fondo《Seguramente la habrá escogido mi abuelo》. Y por supuesto, mi pequeña familia gritando ¡Sorpresa! En mi cara. No había mas de quince personas en total, pero así mas pastel ¿No?

La noche fue muy divertida, jugué un rato con mis primos menores, me dieron muchos regalos -aunque la mayoría era ropa- Y mi madre trajo un muy rico pastel de fresa, lo hubiera preferido de limón pero me enteré que lo había hecho ella y no quise decir nada, además de que estuvo muy bueno.

Mañana mi vida cambiaría en todos los sentidos, y no estaba preparada para ello, pero hoy...hoy sólo quedaba disfrutar.



Enamorada de un StalkerWhere stories live. Discover now