Enamorada de un Stalker

Capítulo 11-

Los tres estuvimos hablando hasta tarde, y si no hubiera sido por mi mamá que casi sacó a patadas a Fernando de la casa cuándo vio que eran casi las nueve de la noche, les aseguro que hubiéramos pasado toda la noche juntos. Ya no estaba tan celosa como hace rato, de hecho, me parecía hasta ridículo el hecho de haber pensado que mi hermana y Fernando mantuvieran una relación secreta.

Ya Helena y mi madre se habían ido a su cuarto, me quedé en la puerta de la casa para despedirme de Fernan, se despidió con un tierno beso y se fue, aunque a los tres segundos volvió a tocar la puerta, lo primero que se me vino a la mente fue que dejó el teléfono o algo por el estilo, pero al abrir la puerta me topé con algo muy distinto. Si era Fernando, pero en vez del teléfono en cambio apareció con una bolsa de regalo y un peluche.

- Perdón por molestarte pero esto estaba en la puerta de tu casa y según dice aquí son para ti -me las entregó rápido, le agradecí y se volvió a ir...aunque tengo que admitir que me hubiera emocionado si las flores hubieran sido de parte suya.

Subí a mi habitación mientras veía ambos objetos.

No paraba de abrazar mi oso como una niña pequeña, hasta que pegué mi vista en el regalo. Solté el peluche para luego tomé el regarlo para abrirlo y era...¡un teléfono! Un iPhone 7 plus, lo llevo pidiendo desde hace meses, esto no tiene ningún sentido. Volví a ver si quedaba algo adentro y efectivamente, había una carta que decía lo siguiente:

Querida Vanessa, espero que disfrutes éste pequeño regalo que te he traído de mi parte, admito que no me salió nada barato, pero sólo fue un pequeño detalle para mi flor, te aseguro que cuándo me conozcas vivirás en el paraíso conmigo, pero por ahora, sólo quiero asegurarme de que sabré que no te alejarás de mi al verme, tómalo como...una pequeña prueba.

Me vuelvo a despedir de ti amor, pero sabrás de mi muy pronto.

Atentamente: El amor de tu vida.

Era muy romántico de su parte, pero era muy difícil concentrarse en la carta con un nuevo teléfono en la mano. Lo primero que se me ocurrió fue decírselo a Carlos ya que...bueno, es algo obvio, a mi hermana no le agradará el hecho de que un completo extraño me regalara un teléfono y mucho menos a mis padres.

Entré a Skype y busqué a Carlos -y sí, también le di mi Skype a Carlos, lo hice con la esperanza de poder hablar con el cara a cara-encontré su cuenta como "carlos123" 《lo se, que original》, finalmente le pasé el siguiente mensaje.

Vanessa: Hola carlos, no te vas a creer lo que me pasó.

Y casi de manera instantánea, como si no tuviera nada que hacer en todo el día, Carlos respondió.

Carlos: No me digas que tu y Fernando son novios por favor.

Vanes: No ¿Estas celoso?

Carlos: ¿Que? No no no no para nada, bueno sobre lo que decías.

Vanessa: Llama y te cuento.

Carlos: De acuerdo, dame un momento, pero no pondré mi cámara.

Vanessa: No se que tienes en contra pero ya que.

¿Carlos celoso? Que gracioso ¿tan linda me he vuelto éstos días? Leo, Carlos, Fernando...Fernando aún no pero muy pronto. Le conté todo lo que ocurrió con Fernando, le estaba a punto de contarle del regalo pero...

- Jajajaja frendzon forever jajaja -sólo se reía el muy idiota, aunque tengo que admitir que su voz era bastante bonita.

-Ajá claro lo que tu digas, ¿ahora me dejas terminar o te vas a burlar de mi toda la tarde? -Comenté molesta pero ¡cómo puedo molestarme si hablo con el amor de mi vida!

- Ya tranquila solo bromeaba, continúa.

Di un gran suspiro y me dispuse a contarle - Bueno...

5 minutos después...

- ¿¡¡Un IPhone 7 plus!!?

- No exageres, tampoco es la gran cosa -dije como si nada.

- Pero quién sabe, existen miles de acosadores en Internet. -Ésa frase me recordó a Leo, lo cuál me molestó, así que nuevamente dije algo que creí que nunca diría como cuándo le mentí a Leo.

- ¿Y como se que tu no eres el acosador? Me refiero a que ni siquiera me quieres mostrar tu cara ¿como se que puedo confiar en ti?

Hubo un silencio incómodo de almenos dos minutos, en serio me arrepiento de haber dicho éso, ¡yo y mis estúpidos impulsos! Finalmente habló, aunque hubiera deseado que se mantuviera callado.

- Si en serio tenemos ésa clase de confianza, es mejor que ya no seamos amigos.

Luego de decir éso me colgó ¿ahora en que me metí?