Capítulo 27: ... es mejor.

1.4K 242 141
                                    

Lachlan

No han sido días fáciles.

No duermo, no descanso y no me importa, porque tengo un objetivo muy claro. Estoy en búsqueda de lo que sea que me lleve a un resultado real. Me he propuesto a descifrar quién es el responsable del sufrimiento que le están causando a Cristina y a sus amigas. 

Y después de algunos días, lo logro.

Sé cómo pasó.

Sé cómo esa publicación sin alma llegó a Instagram. Por suerte, no se ha hecho drama con ella porque a las personas no les gusta leer cómo inculpan a una chica por la muerte de su propia madre. Sé que Cristina no ha sido molestada a causa de ello, pero igualmente, no es motivo para encubrir al culpable.

No cuando mi novia está sufriendo a causa de ello.

Sí, mi novia.

No se lo he pedido oficialmente, pero aún así, somos novios.

*

Cristina y Eleonora nadan en la piscina. Paul me ha dejado entrar y no me arrepiento de hacer mi visita sorpresa. Cristina sale prontamente del agua y no le interesa mojarme por completo cuando me regala un gran abrazo; a mí tampoco. Deposito un casto beso sobre sus labios para agarrar las fuerzas que necesito y caminamos tomados de la mano hacia uno de los camastros que descansan en la orilla de la piscina.

Eleonora no está feliz de verme y hace un esfuerzo sobre humano con sus caras y posturas para demostrarlo.

No le presto atención.

—¿Cómo estás? —le pregunto a la chica de cara chueca.

—Puedo estar mejor, por ejemplo, si te vas.

—¡Ely! —la reprende Cristina.

—Lo siento, amiga, no me cansaré de pedir lo que es mejor para ti.

—¿Sabes? Es muy gracioso que lo digas—suelto, atrayendo la atención de ambas.

—Cállate, idiota —pide Eleonora con desagrado—. Realmente deberías irte, ahora es mi momento con ella. Tú ya la tendrás por la noche.

—No creo que deba irme —la reto.

—Chicos, basta —pide Cristina—. No pueden estar como perros y gatos, no ustedes.

—Claro que podemos.

—Totalmente —respondo, sosteniéndole la mirada.

—Por favor —suplica mi bonita.

Respiro hondo para poder obtener tranquilidad, paz, amor y muchas ganas de joder la existencia de alguien.

—Cristina, sé quién lleva la página de Instagram.

—¡What! —exclama Eleonora con la mirada muy abierta, pero ambas me miran sorprendidas—. ¡Dilo ya y trataré de que me agrades de nuevo!

—¿Hablas en serio?—me pregunta Cristina en voz baja y yo me enfoco a ella—. ¿Quién es?

—La pregunta no es "¿quién es?", sino "¿quiénes son?"

—Ou em yi. ¿Nos estás jodiendo, Lachlan?—suelta Eleonora, saliendo del agua y secándose con la toalla sin despegar su sorprendida mirada de mí—. ¡Ya dilo! Necesitamos darles su merecido...

Sonrío.

Enfoco a Cristina una vez más.

—Te quiero mucho —le digo.

POR FA, ¡NO TE VAYAS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora