Capítulo 21: Primera cita.

1.5K 245 84
                                    


El día número 18 en el infierno da inicio envuelto en burlas y comentarios indecentes hacia nosotras, hasta que el director les calla la boca en la asamblea convocada a mitad de las clases, donde hace un llamado a parar con esta situación si es que el culpable se encuentra presente, pues la investigación ha dado inicio debido a una demanda impuesta, señalando que habrá fuertes consecuencias.

Por supuesto, hay personas a las que no les importa ver el mundo arder, pero muchos de ellos sí se detienen y eso hace más ameno el día. Además, mi moral se encuentra alta. He entregado un buen proyecto de literatura y con eso concluyen mis responsabilidades con la escuela. También, saldré en una primera cita con Lachlan esta noche y eso me mantiene la mente ocupada.

—Amiga, ¿puedo hablar contigo?—suelta Yuji y yo le miro con atención—. No sé cómo decirte esto, pero creo que debo hacerlo.

Oh, oh.

Se ve bastante seria y eso me preocupa.

—¿Qué sucede?

—No me preguntes cómo pasó, pero creo que empieza a gustarme alguien que no debe y perdóname, perdóname, perdóname —ruega.

Abro la mirada tan grande como mi boca.

—No te atrevas a decirlo —gruño, casi segura de lo que dirá.

—Lo siento tanto, amiga, pero es que tú...

—¡Yuji!

—Pensé que, ahora, estando tú tan feliz, podría no importarte.

Mi ceño se frunce, me siento confundida.

—Espera, ¿de qué estás hablando?

—He estado compartiendo un par de textos con Noé y algunas pláticas en persona, y no sé, él me agrada.

Oh, ¡gracias!

Suelto un aliviado suspiro antes de formar una amplia sonrisa en mi rostro.

—Yuji, no me importa. Él y yo no somos nada, no tienes que venir a pedirme perdón por eso.

Sus cejas se inclinan hacia abajo y cruza sus brazos para enfrentarme.

—¿Qué pensaste que te iba a decir?

—Pensé que te referías a Lach —confieso—. Hoy tendremos nuestra primera cita.

Ella sonríe con impaciente emoción, sujeta mis manos y empieza a dar un par de brincos mientras chilla como si fuera la mejor noticia del año.

—¡Tendrás que contarlo todo en cuanto regreses a casa! —solicita.

—Lo prometo, les haré videollamada.

Esa tarde, llego a casa y lo primero que hago es tomar un baño. Oler delicioso es mi pasión, no puedo no hacerlo. Exfolio mi piel, uso gel, crema y aceites. Hidrato mi cabello con una mascarilla y enjuago con shampoo y acondicionador natural, terminando con aceites que lo dejan precioso. Mi rostro absorbe la mascarilla, el serum, la gel hidratante y el primer. 

Adoro mis días de belleza profunda, esos que hago una vez a la semana. Hoy lo amerita, es un día especial.

Checo mi celular cada tanto, esperando un texto por parte de Lachlan, pero no lo recibo. 

No sé por qué espero, si ni siquiera usa su teléfono para ver la hora.

En fin, me relajo y termino viéndome bella con un look natural. Decido usar un vestido rosa pastel, una tiara beige que lo complementa a la perfección y unas sandalias blancas de plataforma.

POR FA, ¡NO TE VAYAS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora