Capítulo 1: La Pijamada.

4.7K 472 56
                                    

Me encanta pasar el tiempo con mis amigas. Lo hacemos desde hace seis años, cuando nos conocimos. Llegué a Bahía Turquesa con la promesa de una buena vida después de que mi madre falleciera. Se ha logrado gracias a mi padre y a todas las personas que me rodean.

Adoro mi vida.

No cambiaría nada, ni siquiera lo malo. Soy muy feliz y sé que no lo sería si las cosas hubieran sido mínimamente diferentes.

Justo ahora, Eleonora y Yuji están terminando de preparar las mascarillas que nos pondremos en nuestra noche de spa, esa que hacemos cada sábado sin falta.

Un cutis perfecto necesita trabajo, y nosotras se lo damos.

—Niñas... —les hablo y ellas aparecen pronto a mi lado—. No logro decidir la película que veremos hoy.

—Terror —dice Ely.

—¡Romance! —reprocha Yuji.

Tuerzo el gesto.

—Yo quiero comedia —agrego.

—Caja mágica, ahora —suelta Eleonora, terminando de batir la mascarilla.

La caja mágica es, como su nombre lo dice, una caja en la que hay papelitos con los diferentes géneros de películas que nos gustan porque es un problema que enfrentamos constantemente.

—Ganó romance —digo tras sacar el papelito para volverlo a meter a la pequeña caja de madera—. ¿Chico guapo o extra guapo?

—¡Extra guapo!

Sonrío y pongo la película perfecta.

—¡Odio a Sam Claflin! —reniega la ignorante de Eleonora.

Pero Yuji y yo le aventamos un cojín porque, ¿cómo es posible? Vamos, es un pecado decir eso en voz alta, incluso pensarlo.

Sam Claflin es el amor de mi vida.

—¿Cuántas veces hemos visto esa película?—continúa quejándose—. Además, siempre lloro. No es justo, detesto llorar.

Río mientras tomo mi teléfono celular y me pierdo un poco en las redes sociales antes de comenzar nuestra fabulosa noche cliché.

—Chicas... —habla Yuji y yo presto atención, pensando que he bloqueado mi teléfono celular—. ¿Y si empezamos con la noche de chismes antes de ver la película? Tengo uno suculento y mi pecho no lo puede guardar más.

—¡Dilo! —chillo con emoción y Eleonora me apoya.

Comenzamos a ponernos nuestras mascarillas mientras decidimos iniciar nuestro fragmento: "Los chismes del triángulo perfecto"; así nos denomina la escuela entera, así que nosotras lo hemos adoptado en agradecimiento.

—Ayer salí de la tienda de Alberto, fui a comprar sus deliciosos panqueques de avena y no se imaginan a quién miré en las afueras agasajándose como si el mundo se fuera a terminar en ese instante... —dijo y nosotras le miramos impacientes, mordiendo nuestros labios por la incertidumbre de saber—. ¡Diego Manriquez! ¿Y adivinen qué más?

—¡Nooo! —suelta Eleonora, cachándolo al instante—. No me digas que...

—Bueno, no sé si Priscila ahora sea morena, no que yo sepa.

—¿Qué estás diciendo?—digo impactada—. ¿Diego le es infiel a Prix?

Yuji asiente.

—Eso no es todo, ¿ubican a Mariana? —agrega Eleonora.

—¿La que comparte ciencias con nosotras?—inquiero.

—Esa misma—aclara—. Hacía mucho que no la veía con Rosa, supuse que habían terminado porque miré un par de videos en el close friends de Lupe hace cuatro días y la vi besándose con otra, desconozco quien, pero Rosa definitivamente no era...

POR FA, ¡NO TE VAYAS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora