Sentimientos descubiertos

Biblioteca

AVISO DE ÚLTIMO MINUTO.....
Sé que dije que se los mostraría, pero me puse a pensar que tal vez alguien que conozca  lea de casualidad la historia y se de cuenta que sea yo (aunque tal vez no porque no tengo foto mía, pero por las iniciales) entonces vería quién es él, el problema es que conozco mucha gente que lo conoce pero no les hablo mucho aun así saben que hay gente chismosa y no me quiero arriesgar. Además de que acabo de averiguar qué también está en wattpad.
Lo siento, pero si en verdad quieren conocerlo manden mensaje o agréguenme en face (lo pueden encontrar en mi perfil) y ahí si les comparto la foto.
De nuevo sorry, soy muy paranoica, pero prefiero prevenir.

Ahora sí el capítulo, creo que por fin aparecerá algo que han estado esperado, a ver si así se les quitan las ganas de matarme..... :v

_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^

En los días posteriores nadie mencionó nada, aunque ella estaba segura de que él recordaba todo.

Sus clases fueron como normalmente eran. A pesar de que ella pensaba que volvería a ser el maldito de siempre o si acaso más por lo de accidente nada de eso pasó. Aunque casi no le hablaba ni la veía.

Aún así para ella era agradable pasar tiempo con él así se distraía de todo. Cuando no tenía clases ella por lo general tenía mucho tiempo pues acababa sus deberás rápidamente, por lo general lo ocupaba para ir a la madriguera o estar en la biblioteca estudiando. Ese día decidió estudiar, ya era algo tarde, y si de por sí en la tarde y mañana no había mucha gente ahora menos. Solo estaba ella o eso creía.

Estaba a punto de irse ya que desde que llegó no se pudo concentrar en nada, bueno solo en una cosa; En Severus de niño, lo extrañaba, por mucho que lo negara ya no podía engañarse a sí misma. No podía creer como había cambiado pero era lógico, aún así ella sabía que una parte de ese niño seguía viviendo dentro de él solo necesitaba un empujón para salir.

Se levanto y fue a a dejar su libro, lo dejo justo como lo encontró y antes de salir del pasillo escucho cómo algo o más bien alguien caía y soltaba una maldicion, desde luego reconoció esa voz perfectamente, se apresuró al siguiente pasillo y debajo de una pila de libros estaba su profesor.su pelo pegado a su rostro por el sudor.

H:¿se encuentra bien señor?
S:acaso parece que estoy bien Granger.
Ella se acercó y comenzó a recoger los libros, de reojo veía a su profesor, algo no andaba bien pues este aún no se paraba. Vio una mueca de dolor cuando intento pararse en su cetrino rostro, bajo su vista y....¡su pie estaba doblado!
H:¿cómo se ha doblado el pie?-antes de que él se levantara ella lo impidió poniéndose en frente y volviéndolo a sentar, en un pequeño sillón que había echo aparecer.

S:-suspiro cansado- me caí....de las escaleras.
H:¿qué?-lo miro incrédula, tanteo su pie y fue subiendo sus manos hasta la rodilla y se dio cuenta que esta tampoco estaba en su lugar.-tenemos que ir a la enfermería.
S:no es nada, incluso usted podría hacer el hechizo para acomodar todo en su lugar, lo haré yo mismo pero ahora debo volver a mi despacho,
H:no, espere....-lo detuvo de nuevo y sacó su varita, diciendo hechizos que Snape conocía muy bien, sintió como sus huesos volvían a acomodarse, cuando al parecer todo estaba en orden aún sentía un pequeño dolor de la rodilla para abajo. Ella levanto su vista y se encontró con esos ojos que días antes estaban llenos de vida, cuando era pequeño.

Una lagrima resbaló de los ojos de ella y sin pensarlo Snape las estaba quitando con su pulgar.
S:fue hace un mes cierto.

Un mes había pasado desde el parto.
Ella asintió. Snape podía ver los ojos tristes y sin ganas de nada en ella. Sin que ninguno se diera cuenta ambos se habían acercado casi rozando sus narices. Hermione cerró sus ojos y se acercó hasta sentir sus labios chocar, se habían unido lentamente, probando su sabor.

Lo que más le sorprendió no fue haberlo hecho sino que sentía como Snape le correspondía lento, apenas rozándola, como si tuviera miedo.