―Escena extra 3

2.9K 312 44
                                    

Peter miraba algo nervioso a Erik, de pie tras él y guardando una considerable distancia.

El mayor se encontraba apoyado en la ventana del gran salón de la Escuela, con su mirada puesta sobre sus manos y dejando que la brisa de la noche chocase contra su rostro.

El menor, que acababa de irrumpir en la sala tras mucha deliberación, tragó saliva y pensó en si hacer lo que había ido a hacer o no.

Llevaba ya un tiempo pensando en ello. 

Cuando habló con Iris, ya casi un mes atrás, consiguió sentirse algo más confiado en cuanto al hecho de decirle la verdad a aquel hombre sobre quien era. Pero, desde aquel día, no había vuelto a ver a ninguno de los dos por los pasillos de la Escuela.

Hasta ese día.

No lo había esperado allí, por lo que cuando fue al salón a por sus auriculares y lo encontró, sintió que sus piernas dejaron de responderle.

Dubitativo, se decidió que era mejor permanecer callado y retirarse antes de cometer un error. Antes de encontrarse ante la soledad de verse rechazado por alguien a quien, durante mucho tiempo, había idealizado.

Por ello comenzó a andar fuera de aquel lugar hasta que la voz de él le paró en eso.

—Te oí llegar —le informó y Peter cerró los ojos—. Si querías hacer algo aquí, no te preocupes. Me iré pronto.

Fue entonces cuando Peter giró la cabeza hacia él de nuevo, aunque éste seguía dándole la espalda.

No recordaba haberle visto llegar, pero su marcha parecía demasiado repentina. Como si simplemente hubiese vuelto a aquella Escuela tras un mes alejado para hacer una visita fugaz. 

—¿Has venido solo? —preguntó entonces Peter, sin saber realmente qué decir.

Quería irse, pues sabía que si se quedaba acabaría confesándole quién era a Erik y no se encontraba preparado para ello. Sin embargo, su inquietud pudo con él y se encontró intentando mantenerse en aquella sala más del necesario, intentando establecer una conversación con aquel hombre que seguía mirando fuera de la ventana.

—Iris está con Charles —contestó simplemente.

Peter asintió y dio un paso hacia él.

—Dijisteis que volveríais pronto —comentó entonces—. Ha pasado un mes.

—La última vez tardamos cinco años —respondió Erik, recordando sus tiempos en Polonia. Aquellos que habían sido demasiado reales apenas unos meses antes—. Creo que hemos mejorado.

Peter se acercó un poco más a él y el silencio de la estancia se le introdujo en todo el ser.

—Supongo que debo conformarme con que no haya un feo mutante intentando destruir el mundo —comentó. Erik sonrió amargamente.

—Ese mutante suelo ser yo.

Finalmente, Peter se posó al lado de Erik y dejó caer sus brazos sobre el borde de la ventana, observando con tranquilidad el oscuro exterior, aunque su interior se encontraba completamente alborotado.

—No creo que os parezcáis —dijo entonces y Erik le miró, elevando una ceja—. Tú y Apocalipsis. O tú y Trask. Aunque buscabais el mismo objetivo había algo que os diferenciaba. Algo que os separaba por completo. —Se encogió de hombros—. Supongo que esa diferencia es la que ha hecho que a día de hoy tú estés aquí y ellos muertos.

Erik sopesó aquello durante unos segundos.

Iris era un pleno recordatorio de que tenía más de lo que merecía. 

Destruction ◇ Erik Lehnsherrजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें