c a t o r c e

3.6K 398 123
                                    

Cuando el avión aterrizó, todos bajaron de forma apresurada, pues sabían que ya no había vuelta atrás. Todo ahora estaba sobre la mesa, y cada paso que diesen, cada acción que realizasen determinaría su futuro.

Iris miró a su alrededor. Todo estaba completamente destrozado.

Todo aquello, hacía solo unas horas era una ciudad. Pero ahora de aquella imagen solo quedaban escombros, hasta tal punto de que se había vuelto irreconocible.

Ahora todo se había reducido a destrucción.

Iris entonces elevó la mirada, fijándola en el cielo, donde numerosos metales volaban para acabar rodeando un punto en concreto: a Erik.

Ahora ella podía verle mejor que cuando estaba en el avión, pero todavía era más una mancha borrosa que el hombre que ella sabía que se encontraba allí.

Asombrada, vio cómo Erik elevaba los metales para luego usarlos para crear nuevas estructuras. Estaba creando un gran templo, enormes estatuas. Estaba creando un nuevo mundo sobre los escombros del anterior, tal y como Apocalipsis quería hacer.

Supo entonces que debía parar a Erik antes de que se perdiese en él mismo para siempre.

—Espera —dijo Scott, haciendo que todos lo mirasen—. No todos podemos controlar nuestros poderes.

—Entonces no lo hagas —le dijo Iris, dejando de mirar a Erik y posando su mirada sobre él.

—Acéptalos —le sugirió Raven, volviéndose azul.

Los tres chicos asintieron, aunque no eran capaces de ocultar su inseguridad y miedo ante lo que estaba a punto de pasar. Y es que eran totalmente conscientes de que estaban haciendo algo muy importante y que, si fallaban, fallarían a toda la humanidad. 

Había un gran peso en sus manos, y debían manejar con ello como pudiesen. 

Los tres adolescentes empezaron a correr hacia la pirámide. Iris los observó durante unos segundos para luego girar la cabeza de nuevo hacia donde se encontraba Erik.

Sentía que ya no podía esperar más y que todo su ser se moría por verle de nuevo delante de ella, por tocarle, por sentirle. Así que casi sin darse cuenta dio un paso hacia delante en su dirección, dispuesta a empezar a andar hacia él hasta que una mano rodeó su antebrazo e hizo que dejase de andar.

Iris miró la mano para luego subir la mirada y encontrarse con Raven.

—¿Qué pasa? —le preguntó Iris confusa.

—No puedo dejar que hagas esto —le dijo ella decidida.

—¿Qué? ¿Cómo que no puedes dejarme?

—Me he dado cuenta de lo que te pasa, Iris —contestó, mirando hacia abajo. Hacia su vientre—. Has llegado hasta aquí porque era inevitable. Stryker te cogió sin que nadie pudiese evitarlo y luego viniste con nosotros en el avión hasta aquí para poder escapar. Pero ya te has arriesgado suficiente. No te arriesgues a perder lo único que te queda —le pidió Raven.

Iris tragó saliva.

Había llegado hasta allí porque necesitaba hacerlo. Había salido sola de Polonia porque necesitaba hacerlo. Dejó allí a su hija para recuperar a Erik. 

Había hecho todo aquello para poder llegar a ese momento. Ahora no podía simplemente apartarse y ver cómo todo pasaba sin que ella pudiese actuar. Porque ya no se trataba solo de Erik y ella, sino de la humanidad entera. Al fin y al cabo, ella seguía siendo una X-men, y aquello era lo que ella debía hacer. Salvar al mundo pasase lo que pasase.

Destruction ◇ Erik LehnsherrWhere stories live. Discover now