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Cuando volvió a la realidad, Iris se tambaleó. Consiguió mantenerse en pie gracias a que Peter la sostuvo.

—¿Estás bien? —le preguntó y ella asintió.

Se dio cuenta de que todos estaban desorientados, todavía intentando asimilar lo que acababan de escuchar. Algo tenían claro y era que el mensaje había sido enviado por Charles. Y eso hacía que todos entendiesen otra cosa: que Apocalipsis estaba poniendo sus planes en marcha mientras ellos seguían allí encerrados.

Los únicos que eran capaces de ayudar a Charles y a todos los humanos eran ellos y no tenían manera de salir de allí.

Pero Iris mantenía la esperanza. Se agarraba a ella con fuerza y eso fue lo que le hizo recordar las últimas palabras de Charles.

Miró a todos y habló.

—He visto a Charles —todos la miraron más interesados—. Sé dónde está. Pero tenemos que salir de aquí ya. Creo que está en peligro.

—Todos lo estarán como no escapemos —añadió Moira.

—¿Y cómo lo hacemos? —preguntó Raven mirando hacia todos lados.

—La ventana —señaló Iris con la cabeza—, está desprotegida. No tiene barras.

—¿Y quién es capaz de llegar allí? —preguntó Hank—. Ninguno de nosotros puede volar.

—Peter puede romper el cristal —informó Iris—. Ya lo hizo cuando sacamos a Erik de la cárcel.

—Espera, espera —intervino Moira—. ¿Sacasteis a alguien de la cárcel? Sabéis que eso es ilegal, ¿no? —Iris la miró extrañada y luego paseó la mirada por los demás. Hank negó con la cabeza, rogando que no hiciese preguntas sobre eso todavía.

Por alguna razón Moira no tenía ni idea de quién era Iris ni recordaba todo lo que habían pasado juntas cuando fueron a por Sebastian Shaw. Iris no sabía si pasaba lo mismo con los demás, pero teniendo en cuenta que al parecer tampoco recordaba a Erik, podía ir haciéndose una idea.

Iris moría de ganas por saber qué era lo que le había pasado, pero las súplicas de Hank para que no lo hiciese fue lo que reprimió su curiosidad. De todos modos, ella misma sabía que ahora había cosas mucho más importantes por las que preocuparse que eso.

—Sí, puedo —afirmó entonces Peter, ignorando la pregunta de Moira—, pero no puedo pasar por encima de un montón de barras para llegar allí o mantenerme en el aire mágicamente. No es mi especialidad.

—Por eso yo te ayudaré —le dijo Iris. Al ver la confusión en su cara, aclaró—: Voy a llevarte hasta allí.

—¿Vas a llevarme hasta allí? —preguntó aún más confuso.

—Tú solo rompe el cristal —le pidió Iris, sintiendo la urgencia en su voz. Tenían que salir cuanto antes.

—Posiblemente fuera haya guardas —le dijo Raven—. Tienes que hacerlo rápido. Que no les de tiempo a pararte y luego tienes que acabar con ellos. No podemos permitirnos que más personas nos descubran.

—Espera —dijo Peter, antes de que Iris empezase—, ¿acabar con ellos de matar o acabar con ellos de dejarlos K.O? —Iris rodó los ojos.

—Vamos —le pidió Raven a Iris y ella asintió.

Extendió sus brazos hacia delante, en dirección a Peter. Al instante su cuerpo fue rodeado por un humo lila que lo elevó levemente del suelo. Peter gritó y miró hacia abajo, mientras reía.

—¡Esto es una pasada! ¡Estoy volando!

—¡No te distraigas! —le pidió Hank.

Iris se esforzó para mantenerle en el aire mientras él se removía y luego empezó a subir con lentitud, hasta finalmente llegar hasta la ventana. Una vez allí, posó las manos en ella y las movió con rapidez. No pasó mucho tiempo hasta que oyeron un leve crujido y luego el cristal se rompió, haciendo que los trozos cayesen hacia abajo y que los demás tuviesen que alejarse del lugar. Finalmente Peter entró dentro del cubículo e Iris dejó de usar su poder, suspirando.

Destruction ◇ Erik LehnsherrWhere stories live. Discover now