t r e s

5.1K 490 116
                                    

Cuando los tres acabaron de cenar, Iris se quedó abajo leyendo un libro mientras Erik subía a acostar a Krysta.

Estuvo leyendo y esperando a que él bajase para estar con ella, pero cuando no lo hizo se extrañó y dejó el libro a un lado, yendo hacia la habitación de Krysta.

Abrió la puerta intentando no hacer ruido y se encontró a Erik hablándole a Krysta en susurros. Sin embargo, desde donde ella se encontraba era capaz de oírles perfectamente.

—Aprendí muchas cosas de mis padres —le contaba Erik a Krysta—. Ellos lo aprendieron de sus padres, y sus padres de los suyos. Y, algún día, tú también se lo enseñarás a tus hijos —Iris no pudo evitar sonreír.

—¿Y qué les pasó a tus padres? ¿Y a los de mamá?

—Nos los arrebataron... hace mucho tiempo. Pero aún están aquí, dentro de nosotros —Erik llevó una mano a su pantalón y sacó un colgante con un medallón en él—. Al igual que estaremos siempre contigo.

Abrió el medallón y se lo mostró a Krysta. Dentro había una foto de Erik y de Iris y Krysta lo cogió entre sus manos con una sonrisa. Le pidió a su padre que se lo pusiese mientras agarraba con fuerza su oso de peluche.

—¿Van a llevarte a ti también? —preguntó entonces Krysta e Iris aspiró lentamente—. ¿Y a mamá? ¿Como hicieron con vuestros padres?

—Nunca —contestó de inmediato Erik—. No dejaré que eso pase. Siempre estaremos juntos —Krysta sonrió y él se acercó para besar su frente.

Iris se quedó embobada mirándolos, mientras él se levantaba de la cama. Al girarse se encontró con la mirada de Iris y le sonrió.

Ella entró en la habitación y fue hacia donde estaba su hija, dándole un beso.

—No tienes nada que temer —le susurró—. Nada va a pasarnos a nosotros. Ni a ti tampoco.

Krysta asintió y abrazó a su madre con fuerzas. Iris le devolvió el abrazo y luego ambas se separaron. Iris arropó a su hija y se despidió, saliendo de la habitación.

Cuando llegó a la suya, encontró a Erik poniéndose una camiseta para meterse en la cama. Ella también se cambió y se metieron juntos. Él estiró su brazo hasta coger por la cintura a Iris y la acercó a su cuerpo. Ella lo abrazó.

—Hoy Krysta me ha dicho algo —le susurró a él.

—¿Qué? —le preguntó, abrazándola también, pasando sus dedos por la espalda de Iris.

—Dice que habla con los animales —le confesó y Erik paró sus caricias.

Ella levantó la cabeza para mirarlo y vio su rostro preocupado.

—Sabíamos que ésto podía pasar —dijo simplemente.

—Lo sé, pero habla con ellos cuando quiere y la gente está empezando a mirarla raro. Le he dicho a Krysta que no haga esas cosas delante de personas que no seamos nosotros pero... es solo una niña, Erik. Ella no tiene culpa de nada.

—Lo sé —asintió—. Mañana hablaré con ella. 

—¿Y si nos descubren? —se preocupó ella.

—No lo harán. Mientras Krysta no haga algo que pueda levantar sospechas, estaremos bien. No voy a dejar que nos pase nada.

Iris se mordió el labio y asintió.

—Te quiero, Erik —se estiró un poco y besó sus labios. 

Él la pegó más a su cuerpo y ella cerró los ojos, quedándose dormida al instante y sintiéndose segura en sus brazos.

Destruction ◇ Erik LehnsherrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora