Jugadas Del Destino © | Camila Cabello

Capítulo 5

— ¿Me permites eso? — pregunta mientras señala el papel en mi mano.

— Claro — respondo ansiosa observando los vacíos pasillos, deseando que la chica de ojos grisáceos pueda ayudarme.

— También tengo ésta clase, vamos — anuncia con una sonrisa, consiguiendo el mismo gesto de mi parte sigo sus pasos.

— Mi nombre es Allison Todd — dice mirándome sobre su hombro.

— Gianna D' Amico — respondo.

Después de llegar al lugar correcto y enfrentar un corto interrogatorio por parte del profesor y las atentas miradas provenientes de aquellos que esperaban con un filo cansino la explicación del licenciado en contabilidad, logramos entrar, ocupando los últimos asientos junto a un chico de cabello teñido al blanco.

— Entonces eres nueva aquí — escucho al chico de piel pálida junto a mí, observando sus ojos azules solo me limito a asentir. — ¿De dónde eres? — pregunta con curiosidad dejando su lápiz reposar en el libro.

— Venezuela — respondo, sorprendido por mi respuesta sonríe.

— Una chica latina, no lo pareces — comenta con gracia. — Siempre quise tener una amiga que hablara español, soy Kyle — agrega con emoción mientras ofrece su mano, ocasionando la risa de Allison a mi otro lado.

— Gianna D' Amico — respondo su gesto de manera amable.

Algunas horas después de la clase que resultó entretenida no solo por los comentarios de ambos personajes a mi lado, sino también por mi notable entusiasmo en éste primer día, el sonido de la campana final logró detener mi jornada académica, escuchando los suspiros de alivio provenientes de otros estudiantes, tomo mis pertenencias dispuesta a abandonar el establecimiento académico y dirigirme con Joseph quien paciente me esperaba en el estacionamiento. No pude prever el pequeño accidente con la rubia que entretenida en su celular, provocó un choque entre ambas.

— Lo siento — inmediatamente me disculpo con la mujer que viste de forma descarada y posee un gesto despectivo.

— Fíjate por donde caminas, estúpida — responde, el despotismo vivo en sus palabras.

— Creo que no compartimos esa opinión querida — contraataco irónicamente observando a la chica rubia de pies a cabeza, finalmente tomando rumbo a la camioneta, un fuerte apretón en mi brazo consigue detener mis pasos.

— Deberías tener cuidado con esa boca niña, es mi novia — escucho al chico castaño que sostiene mi brazo con fuerza desmedida.

— No quiero problemas — respondo entre dientes, zafándome ágilmente del agarre. — Ambos deben aprender modales — finalizo tomando repetidas respiraciones en un intento de calmar mi creciente ira.

— ¿Todo bien? — pregunta con preocupación Joseph en cuanto subo a los asientos traseros junto a Elizabeth, por quien seguramente minutos antes pasaron.

— Sí — respondo ignorando la mirada interrogante de mi hermana y el piloto.

Al llegar a nuestro hogar, una vez nuestro padre detuvo su pequeño interrogatorio acerca de nuestro primer día, subí a la habitación, evitando a toda costa las interrogantes de mi hermana sobre el último acontecimiento. Observando el techo de mi habitación, recapitulando sucesos y recuerdos, el sonido de mi celular consigue sacarme de mis cavilaciones.

— Hola Lucas — atiendo la llamada con alegría.

— Gianna, ¿cómo estás? — responde el chico completamente emocionado.

— Bien, aunque los extraño — la nostalgia notándose en mis últimas frases, escucho un suspiro a través de la línea.

— Y nosotros a ti Gianna — responde con tristeza. — ¿Cómo te va?, ¿has hecho amigos? — pregunta animado, intentando desviar una posible conversación depresiva.