▲ 79 ▼ (Primera Parte)

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SORPRESA! Escuchen el audio :D y disfruten el capítulo :*

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04:20 PM

-¡Porque eres un imbécil!

-¡Ja! ¡Un imbécil que jugó contigo del modo que se me dio la gana!

Theo tiene una sonrisa de suficiencia en los labios que empieza a decaer en la medida que ambos nos damos cuenta de lo que acaba de decir.

Algo está roto de manera definitiva entre nosotros.

Algo se ha destruido para siempre.

03:20 PM

Luego de haber limpiado todo de arriba a abajo exhaustivamente, me percato de que no he almorzado nada.

Hasta el patio he arreglado para recibir a los invitados de la fiesta y sólo ruego que el desastre que vaya a quedar luego de esta noche, no implique consecuencias irreversibles.

Me tomé el trabajo de guardar en la habitación de mamá todos los elementos de valor, desde la joya más pequeña hasta los preciados libros que Theo me regaló. Todo lo que pueda tener alguna implicación económica o sentimental está bajo llave y la misma va conmigo.

No creo que puedan romper la cerradura, supongo que será algo tranquilo.

Me ruge el estómago y me dirijo hasta la cocina para buscar algo de lo que haya dejado mamá en la heladera. Sé que compró víveres antes de irse, espero haya algo bajo en calorías porque no me gustaría estar muy hinchada esta noche.

No obstante, antes de abrir la puerta del refri, oigo que llaman al timbre de casa y suelto un suspiro.

Pedí a Dominic que avise a todos que la fiesta empezaría a las nueve. Dudo mucho que alguien tenga el valor de llegar ahora... justo en este momento.

Atravieso el espejo de la sala y miro mi pinta: el cabello recogido en una cola alta, una camiseta blanca demasiado suelta me cubre lo suficientemente bien, las mangas arremangadas que me recuerdan a los Bad Boys, unos pantalones de joggin grises que pasarían fácilmente por un pijama de invierno.

En fin, estoy en mi casa y cualquiera que esté afuera sabrá entenderlo.

Muy confiada de mis pensamientos, me dirijo hasta la entrada y abro la puerta principal con absoluta confianza.

Un par de ojos grises clavados en mí me derriten en el mismo momento que me sorprenden y ahogo un grito.

-Theo-suelto casi en un suspiro.

-Tracy.

-¿Qué...qué haces...?

Antes de soltar la palabra «aquí», él me interrumpe y se mete en la casa, haciéndome retroceder y en cuanto está lo suficientemente cómodo en la sala, cierra a sus espaldas de un portazo e insiste:

-¿Qué hago yo? ¿Qué mierda estás haciendo tú, Tracy?

El tono que tiene para hablarme me hace enfurecer.

Mi primer reacción es querer llorar pero no puedo seguir mostrándome débil frente a este monstruo de musculosa negra, jeans negros y Converse gastadas.

-¡No!-le digo parándome con firmeza frente el sillón, punto al cual me ha hecho llegar dando pasos hacia atrás.

-¿No qué? Contéstame: en qué mierda estabas pensando al organizar la fiesta en tu casa.

-¡No me hables de esa manera! Quieras o no, ¡esta es mí casa!-con el corazón en un puño me armo de valor para mirarlo a los ojos y decirle-: Y no permitiré que te dirijas a mí de ese modo. No lo permitiré otra vez ni aquí ni en ningún lado.

Él tuerce el gesto, cual varía de molesto a incomprendido.

-¿Pero qué mier...?

-¡Basta!

-Dios Santo...

Theo se presiona las sienes como si le fuese a explotar la cabeza y cierra los ojos buscando concentrarse en calmar su respiración agitada.

Noto que también me he conmovido con la situación y mi pecho sube y baja producto de una respiración demasiado acelerada.

Finalmente se vuelve a mí y me mira con el ceño fruncido.

-¿Podemos hablar? Trataré de comportarme pero me haces enfurecer hasta explotar.

-Soy digna de hacer lo que me venga en gana-le suelto-, no puedes detenerme. No eres mi padre.

-Quizá falta que te reprendan un poco por tus actos tan infantiles.

-Sólo mamá puede hacerme eso. No tengo papá y mucho menos dejaré que tú intentes comportarte como si lo fueras.

La mirada de Theo se suaviza de a poco pero mantiene en parte esa llama peligrosa que me enciende el cuerpo.

-Entonces los invitaste porque se te dio la gana-dice acercándose nuevamente.

-Sí.

-¿Y cuándo pensabas decírmelo?

Mientras menos es la distancia que nos separa, más nerviosa me pongo para hablar pero hago un esfuerzo sobrehumano con tal de sostener la firmeza en mi tono de voz:

-¿Y tú cuándo pensabas decirme que te irías a la Costa Sur?

Deja de avanzar pero ha quedado lo suficientemente cerca como para que su pecho roce apenas el mío.

-¿Quién te lo dijo?

-Dominic y Audrey.

-Malditos...

-¿Por qué no me lo contaste?

-No quería hacerlo, mierda.

-¿Por qué?

-¡Porque... porque no había ninguna necesidad! Será sólo para pasar Navidad y Año Nuevo con la puta familia de mi padre y porque él mismo me obliga a hacerlo, nada de otro mundo.

Al fin.

Al fin sé algo de su padre. Pero no es suficiente.

Al menos siento el modo en que algunas piezas de mi alma empiezan a rearmarse en la medida que voy asimilando que el viaje de Theo no será algo definitivo.

¿Quién dijo que una no debe perder las esperanzas?

-Entonces... volverás.

-Claro que volveré. Debo terminar el instituto. Luego me iré pero a estudiar en la IVU aunque eso no será hasta el próximo semestre.

-Vaya...

Theo vuelve a acercarse y su respiración ya encuentra la mía demasiado cerca.

-¿Tenías miedo?-me pregunta.

-¿Yo? ¿A qué?

-Miedo a que no regresara.

Me quedo mirándolo a los ojos y mi silencio es la afirmación que espera.

También la pauta que le hace tomar el atrevimiento de romper la distancia entre nosotros y juntar mis labios con los suyos.

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BAD BOYS #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora