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Tracy

07:09 PM

Omega's es un restaurante de ladrillo visto, estacionamiento propio y un estilo muy cálido para ser de comida oriental. No digo que los orientales sean personas frías sólo que no es lo que me esperaba.

De todas maneras, está bien.

-¿Habías venido antes?-me pregunta Charlie mientras mete el auto al estacionamiento.

-No-admito-pero se lo ve un lugar al que irían estudiantes.

-¿Y eso significa que pinta barato?

-Sí, digo...no se lo ve precisamente como una casa de comidas donde uno vaya a pasársela mal-intento retractarme y él ríe.

-Con eso me basta.

Ya identifica en qué momentos voy metiendo la pata. Sólo espero que no afecte eso a nuestra cercanía.

Al bajar del auto me tomo los puños de la blusa como acostumbro a hacer con todo lo que tiene mangas largas. Mamá suele retarme por esta mala costumbre, dice que le estiro la ropa que me compra sin embargo todavía no he visto que eso haya ocurrido con ninguna de las prendas en mi armario. Por suerte ella no está aquí ahora.

-¿Todo va bien?

Charlie se acerca y me percato de que estamos solos en el estacionamiento.

No quiero que ocurra algo que pueda levantar confusión entre nosotros.

-Sí-repongo y los faros de una linda camioneta iluminan el interior el lugar. Nos distanciamos y caminamos hasta salir mientras el vehículo busca un dónde aparcar.

El olor a pescado es lo primero que llega a mis fosas nasales pero no es desagradable ni demasiado fuerte, sino algo que impregna un sitio de comidas tan típico como este. Además, despierta el hambre; de todos modos no me siento muy cómoda así que la comida pasa a un segundo plano.

Cuando atravesamos la puerta, distingo que hay mesas redondas y sillas alrededor. Todo va con una pinta muy moderna, pinturas orientales en las paredes y lámparas colgantes que dejan el sitio a media luz pero muy bonito.

-¿Mesa para dos?

Una joven mesera se nos acerca para ubicarnos. Lejos de ser alguien traída de China, es en verdad una chica de mi vecindario vestida como geisha. El lugar atesta de gente y con ese atuendo, imagino cuán difícil es lidiar ante tanto trabajo.

-Si tiene sitio lejos del baño y la cocina, se lo agradeceremos-le responde Charlie.

-Pasen por acá-responde la muchacha y nos ubica junto a una de las paredes laterales.

Nos deja la carta y Charlie me empieza a hablar de lo deliciosos que son los menús con trucha o las variedad que hay del sushi.

-Si no lo combinas con salsa de soya a éste...-dice mientras señala el menú. Cuando miro donde se dirige su dedo, a metros de distancia se recorta en mi campo visual una mata de cabello verde.

Charlie baja la carta y sigue hablando pero me he quedado estupefacta al ver una mesa con tres personas que reconozco de inmediato.

Audrey tiene sus ojos clavados en mí, mientras una muchacha le dice algo pegada al oído. Ambas me están mirando.

Amanda es quien le cuchichea.

Un muchacho está delante de ellas y se da la vuelta para verme.

Antes de que lo haga ya soy capaz de distinguirlo: el pelo rubio lo lleva recogido en una coleta al igual que un tribal del triángulos invertidos, tatuado en la piel que le recubre los bíceps. Ambos aspectos son los que me dan la pauta de que se trata de Dominic.

A decir verdad le sienta bien la playera ajustada con estampa de flores pero no puedo seguir viéndolo. Ni a él ni a ninguna de sus amigas.

-¿Va todo bien?-me pregunta Charlie. Acto seguido agacho la mirada buscando esconderme de las Bad Girls y el Bad Boy, sin embargo es tarde. Ya me vieron y he de estar siendo la comidilla para sus habladurías.

-S...sí-tartamudeo.

Él no me cree y gira la cabeza en dirección donde anteriormente he estado mirando.

-Ohhh-se vuelve a mí-. Imbéciles.

-No repares en ellos, ¿sí?-le pido.

-Por supuesto. No dejaré que nos arruinen la noche aunque la peliverde se divierta tomándonos fotos.

-¡¿Qué?!

Todos mis sentidos se ponen alerta y siento que el hambre va desapareciendo de mi organismo.

-Me tomó una foto en cuanto me giré-responde, siendo cada palabra suya, motivo para quererme hundir en un pozo sin fondo.



07:46 PM

-Apenas comiste.

Charlie se ha puesto como mi madre insistiendo en que tengo que comerme todo lo que me sirven en el plato.

-Si he comido. Está bien-me excuso.

-Oh, vamos, no te gusta, ¿verdad?

-No, Charlie. No es eso, sólo que no suelo comer pescado con frecuencia pero tiene buen sabor.

-Entonces es por ellos.

-No...

-¿Qué ocurre, Tracy?

Suspiro y siento el modo en que mi alma se va despedazando poco a poco de sólo pensar en que la foto que nos tomaron, llegue al celular de Theo. ¿Qué pensará si me ve así con Charlie?

Soy de lo peor, no sé en qué debo haber estado pensando al aceptar la invitación de venir a cenar esta noche.

Es cierto que el Glorious me lo pidió primero y Theo nunca me invitó a cenar sino su padrastro, Ian, pero no deja de estar mal mi actitud de acceder a cenar una noche con uno y otra noche con otro.

Busco motivos para justificar mi conducta y si bien los encuentro, no puedo dejar de estar preocupada. Sólo quiero llegar a casa, llorar y esperar por la próxima ocasión que Theo y yo podamos estar juntos.

-Sigamos con nuestra comida, ¿puede ser?-le imploro.

-Bueno pero sigues sin convencerme, Tracy. Si algo va mal me lo dirás, ¿cierto?

Lo miro a los ojos y me infringe mucha culpa pensar en decir una nueva mentira.

-Sí...

La palabra escapa entre mis dientes y él sonríe. Convengo a su gesto y tomo un nuevo trozo de pescado.

Aunque mi atención y la de muchas otras personas también se centran en Audrey cuando la muchacha de cabello multicolor se pone de pie y sale corriendo.

Charlie se gira y luego vuelve a mí:

-Le gusta llamar la atención.

Viniendo de Audrey me lo creo a eso. Su pelo lo dice antes que sus palabras, sin embargo, esta vez estoy segura de que no es sólo un intento de ser llamativa.

Debe haber algún motivo para estar tan alarmada.

No siempre es así...

Esta vez hay más.

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BAD BOYS #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora