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Tal como le pedí anteriormente, Theo detiene la moto cien metros antes de llegar al estacionamiento de la escuela y bajamos.

Tengo especial cuidado de no mostrar...lo que no se puede mostrar y caminamos con la movilidad andando a nuestro lado. El cielo está despejado, con unas bellísimas estrellas pero el frío no da tregua y espero no me castañeen los dientes ya que el viajecito en moto me ha dejado helada.

-¿Cuál es tu primer recuerdo?-me pregunta de repente. Es algo que no me esperaba.

-¿Qué? No lo sé, ni siquiera recuerdo lo que almorcé ayer... o sí.

-Nada de eso-me contesta riendo-. Me refiero al primer hecho que realmente te acuerdas.

Bueno...

La imagen que se me viene a la cabeza no es la más óptima, ya que imagino es algo demasiado íntimo: mi madre explicándome por qué no tengo un padre.

Me viene a la mente una ocasión en que estábamos sentadas junto a la mesa de la cocina en casa de mis abuelos, ella tomó mis manos y empezó a contarme cómo es que algunos compañeritos del kinder sí tenían papá en cambio yo no.

«Él no estaba preparado para ser un buen padre» fueron sus palabras, cuales no se ha cansado de repetir con el pasar de los años.

No obstante, decido darle otra respuesta a Theo de un recuerdo mucho más agradable:

-Recuerdo un día de campo con mis abuelos-le digo-. A mamá le gustaba salir a andar a caballo, hábito que heredó por parte de sus padres y los días en el establo eran muy lindos.

-¿Tu padre tiene un establo?

-¿Qué? ¡No! Mi familia nunca pudo permitirse tener un caballo siquiera así que un amigo de mi abuelo es quien nos invitaba a salir. Los animales son muy bonitos, en varias ocasiones he considerado hacerme vegetariana al pensar en que mis mejores días los he pasado junto a lindas mascotas, sin embargo no creo que mi madre avale tal decisión... en fin, fue un lindo día el del establo-trato de cerrar la conversación algo avergonzada ya que no tengo respuesta por su parte.

Me siento molesta ya que  deseo no aburrirlo así que me apresuro en añadir:

-¿Y tú? ¿Cuál es tu primer recuerdo?

-Mmm, estoy en duda. No sé si fue la primera vez que vi porno a los seis años o cuando metí barro en la licuadora.

-¿Qué dices?

-Aclaro que ambos hechos fueron dos accidentes. 

-Wao...

Realmente sabe cómo levantar una conversación que se viene abajo por la nostalgia de una ridícula adolescente.



Llegamos al baile y realmente no decepciona. Todo el instituto tiene una divertida coloración y detalles llamativos. La música suena por los altoparlantes conduciéndonos hasta el punto de la fiesta: el gimnasio.

-Esto es un asco-murmura Theo para mi sorpresa. Yo lo encuentro un lugar simpático, o simnplemente nuevo ya que no suelo acudir a estas fiestas.

Cuando entramos al gimnasio, lo primero que me alegra ver son algunas caras conocidas... y otras no tanto.

Con Theo nos vamos a un costado de la pista para servirnos un refresco y alguien toca mi brazo.

Cuando me giro, encuentro con una sonrisa de oreja a oreja de Lottie quien está radiante y se la ve con gran energía.

-¡Amiguiiii!-dice y me alegra mucho encontrarla.

Pese a nuestras recientes diferencias, verla me viene en gracia.

BAD BOYS #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora