Just feel. {Justin Bieber}

Capítulo 67

-No deberías estar bebiendo.

Murmura Joshua apareciendo en el jardín y yo le miro, con la botella de ron en mis labios. La aparto y suspiro.

-El alcohol no es la respuesta, pero puede hacer que olvides la pregunta.

Respondo sonriendo falsamente y él se sienta a mi lado, mirando la hoguera que hay encendida mientras lo cubro con la manta.

-Falta poco más de un mes para que se acabe el año y sigo siendo el mismo desastre que prometió cambiar hace un año.

Susurro mirando como el fuego consume lentamente la leña y Joshua suspira, agarrando mi botella y dándole un trago.

-¿Debo tomarme eso como que te han ido fatal los exámenes?

Pregunta Joshua riendo por lo bajo y no puedo evitar sonreír.

-Fatal es poco.

Respondo riéndome aún y robándole la botella para beber. Dejo la botella encima de la pequeña mesa de jardín y me acuesto en su hombro.

-¿Ha mejorado el abuelo?

Le pregunto sin apartar la vista de la hoguera y noto como toma una profunda respiración.

-Está durmiendo.

Me responde con tristeza y yo asiento.

-Se me hace demasiado duro que no nos recuerde.

Susurro negando levemente con la cabeza mientras me pongo bien y agarro un cigarro de mi paquete. Le doy uno a Joshua y nos los encendemos.

-Ya nos avisaron de eso.

Murmura Joshua soltando el humo por la nariz y yo asiento, haciendo lo mismo.

-Quizás deberíamos llevarlo al hospital, no podemos hacer nada más.

Sigue diciendo él encogiéndose de hombros y yo niego con la cabeza.

-No podemos darnos por vencidos Joshua.

Susurro aún negando con la cabeza para después dar una calada.

-¡Hasta Lulú se ha rendido ____!

Exclama Joshua desesperado y yo suelto el humo con lentitud, para después mirarlo a los ojos.

-Cuando el mundo te dice que te des por vencido, la esperanza dice que lo intentes de nuevo.

Susurro en respuesta para después desviar mi mirada a la hoguera de nuevo.

-Eres imposible...

Murmura Joshua levantándose y yo me encojo de hombros.

-Deberíamos ir a dormir, mañana hay clase.

Dice él quitándome el cigarro y lanzándolo a la hoguera, para después apagar ésta. Yo me cubro con la manta y subo a mi habitación, tumbándome en la cama y mirando mi móvil.

Buenas noches stormy.

Leo su mensaje con lentitud para después suspirar; me lo envía cada noche, y también cada mañana, aunque no reciba mi respuesta. Pongo a cargar el móvil y me quedo unos segundos mirando el techo.

Ha pasado un mes y medio desde que llegué aquí. Y mis días se basan prácticamente en, cuidar de mi abuelo, ir a clase -ya que me he apuntado a la carrera de periodismo, aunque sea solo para poder escribir-, y nada más. No he vuelto a ver a Justin, a excepción de en la televisión o redes sociales, o de sus mensajes diarios.

Mi despertador suena y yo lo apago con pereza, para abrir los ojos y sentarme en la cama.

-¡Buenos días!