Capítulo 27

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-No puedes salir así.

Murmura Justin con los ojos abiertos mientras yo termino de ponerme los tacones. Levanto la cabeza y me río.

-A mí me gusta.

Respondo yo poniéndome de pie y dejando mi bolso encima de una mesa del camerino.

-Y a mí, ¡demasiado!

Exclama él desesperado y no puedo evitar reírme. Lo agarro de la mano y nos ponemos delante del espejo. Saca su móvil y nos hacemos una foto; llevo un top negro con un escote en pico con cordones por en medio, una falda alta marrón y unos tacones blancos (foto arriba). Unos minutos después ya estamos preparados para entrar a plató, primero entra Justin y después yo, sonriente.

-No me gusta pensar en qué pasaría si algún día lo dejamos, sinceramente.

Dice Justin a mi lado mirando al presentador. Éste me mira y yo asiento.

-Los dos creemos que una de las cosas más tristes es cuando dos personas realmente llegan a conocerse: sus secretos, miedos, cosas favoritas, lo que les gusta, lo que odian, literalmente todo, y después vuelven a ser extraños. Es horrible tener que pasar frente a ellos y fingir que nunca los conoció, que ni siquiera ha hablado con ellos antes, cuando en realidad, tú sabes todo acerca de ellos, ¿entiendes?

Digo yo encogiéndome de hombros al final y el presentador me mira sorprendido.

-Me gusta cómo habla esta chica.

Exclama él entre risas y nosotros nos reímos. Después, empezamos a hablar de cosas privadas, cosa que me incomoda.

-____ está cabreada con el tema de introducirse en el mundo de la fama.

Exclama Justin divertido y yo lo miro ofendida.

-No es por el mundo de la fama, es porque al entrar todos se interesan por mi, ¡incluso los que antes no lo hacían!

Me quejo como una niña pequeña y veo que el presentador sigue mirándome divertido. Cruzo mis piernas y suspiro.

-Acabo de descubrir que todos mis conocidos saben lo que es bueno para mí y lo que debería estar haciendo con mi vida. Me hubiera encantado saber eso cuando no tenía idea de qué estaba haciendo ni hacia dónde quería ir, pero en esos momentos nadie tenía ideas, críticas, opiniones ni direcciones. Hoy que estoy contenta con mi dirección, que me siento a gusto, que estoy disfrutando y que no me siento perdida ni deambulando, las personas llegan, critican, opinan y afirman que saben mejor que yo lo que es bueno para mí y lo que debería estar haciendo.

Empiezo a explicar para después mirar a cámara y juntar las palmas de mis manos en señal de súplica.

-Gracias, pero hoy no necesito su ayuda, hoy su opinión no me importa y espero que se guarden sus consejos para cuando en verdad los necesite.

Y Justin se empieza a reír junto al presentador para que después ellos dos se pongan a hablar de deportes y cosas que a mí no me interesan.

-Esta mañana, han salido fotos y grabaciones de vosotros dos corriendo por la zona exterior del estadio, ¿es normal?

Dice de repente el hombre y nosotros dos nos reímos.

-Totalmente normal, podríamos decir que tenemos ciertas tradiciones.

Empieza a decir Justin y yo me río.

-No es una tradición, es como una costumbre, o una distracción.

Le corrijo entre risas y Justin me mira para después sonreírme. Se aclara la garganta y mira al presentador de nuevo.

-Bueno, siempre que llegamos a un estadio, lo primero que hacemos es el juego de los 5'10 segundos. Consiste en que yo cuento hasta 5 mientras ____ corre, y si la atrapo gano.

Just feel.  {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora