Capítulo 14

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-Hice algo malo Judie.

Murmuro entrando a la cocina, donde sabía que la encontraría debido a que le encanta despertarse temprano. Pero, con su típico mal humor. Me mira sosteniendo un cuchillo en su mano, el cual usa para untar el pan con mermelada.

-¿Eso me afecta?

Pregunta ella con el ceño fruncido, y yo me siento en uno de los taburetes, viendo su espalda tensa. No ha dormido bien.

-No.

Respondo viendo como ella termina de untar la tostada y deja el cuchillo en el lavavajillas.

-Entonces sufre en silencio.

Exclama ella poniendo sus tostadas en un plato y dándose la vuelta con el plato en sus manos. Levanto una ceja y la observo, sin saber del todo si lo decía en serio.

-Cuéntame, imbécil.

Me pide sentándose delante de mí y empezando a comer su almuerzo. Yo le cuento todo, desde que llegué aquí y me enteré de la "maldición", hasta lo sucedido anoche con Bieber.

-Espera, ¿estás enamorada de Bieber?

Pregunta ella con la boca llena de comida y los ojos abiertos como platos. Yo suspiro fuertemente, desesperada.

-¿Te digo que tengo poderes mentales y tú solo te fijas en mis sentimientos por Justin? ¡Judie!

Exclamo cabreada y a la vez, con impotencia. Escondo mi rostro entre mis manos y niego con la cabeza. Segundos después noto sus brazos rodearme, y acariciarme con cariño.

-Es que, es irreal.

Susurra y yo la miro, ella observa la cocina con la mirada perdida en algún punto. Yo la aparto un poco.

-¿Acaso quieres que te lo demuestre?

Pregunto con el ceño fruncido, y ella sonríe feliz. Primera vez que Judie sonríe por la mañana.

-Pídeme que me manche con algo, o cualquier cosa que no tenga que ver con mi cabeza.

Ordena ella feliz, y yo suspiro para después centrar mis ojos en los suyos. Pero la tensión no aparece y yo frunzo el ceño.

-Quítate eso.

Murmuro después de ver que lleva un colgante que tenemos las dos igual. Ella se lo saca y la vuelvo a mirar, notando esta vez la tensión acumularse en la parte trasera de mis ojos.

-Quiero que cojas el bote de mermelada, y te manches las mejillas con él.

Ordeno seria y entonces Judie pone los ojos en blanco, para segundos después agarrar el bote de mermelada y cumplir con mi orden. Cuando termina, se sacude un poco y me mira confundida.

-¿Ha funcionado?

Pregunta confundida y yo me río, viendo toda su cara manchada con esa pasta de color naranja.

-Yo de ti iría a lavarme la cara.

Digo entre risas y ella se mira en la pantalla del móvil para después mirarme sorprendida. Agarra su colgante y vuelve a ponérselo.

-Eres una maldita bruja.

Susurra sorprendida y yo niego con la cabeza.

-¿Bruja? Esto no es una novela ficticia Judie, pon los pies en el suelo.

Murmuro divertida y ella se lava la cara en el fregadero. Le pido que me acompañe a fumar fuera y ella lo hace, y eso sólo significa una cosa; quiere interrogarme. Nos sentamos en un banco y empiezo a fumar tranquilamente, notando el calor invadir cada poro de mi piel.

Just feel.  {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora