Capítulo 7

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Han pasado ya 2 meses desde que empezamos los ensayos, y yo sigo subiendo cada día al "tejado" para dejar mi historia. Podríamos decir que el muro está lleno de pequeñas anotaciones que nadie entiende, palabras sueltas sin sentido para los demás, como: Diente de león, cerveza y 123. Ese día fue bonito, pasó a las 5 semanas de estar aquí, me sentía libre, y según Scooter ese día bailé demasiado salvajemente -Diente de león, una flor libre y salvaje, que no puede comprarse-, después me hice un baño relajante, llenando la bañera de espuma -cual cerveza- y, finalmente, ensayé en el tejado la coreografía, 3 veces -1.2.3-.

Oigo la puerta de la habitación de Justin abrirse, y su cara adormilada aparece por el marco. Yo lo observo como cada mañana sentada en el taburete de la cocina, mientras que él hace lo mismo; primero estira su cuello, después la espalda, bosteza, y después se alborota el pelo con una mano. Le doy un sorbo a mi café y Justin entra en la cocina para segundos después depositar un beso en mi cabeza.

-Buenos días, stormy.

Ha decido ponerme por apodo stormy, tormentoso. No tengo ni idea del porqué, pero prefiero no preguntar al respecto.

-Buenos días, hairball.

Bola de pelo, sí. Lo llamo así desde que su pelo agarró involuntariamente un chicle pegado en un pilar de un puente. Fue una situación bastante cómica.

-¿Has hecho las maletas?

Pregunta mientras se sirve su desayuno y yo asiento con la cabeza, dirigiendo un trozo de gofre a mi boca.

-¿A qué hora debemos estar listos?

-A las 2pm en recepción.

Hoy es el último día que estaremos en Los Ángeles, pero antes de coger el avión rumbo a España, tenemos que visitar la playa y el paseo marítimo, y finalmente, asistir a una cena de gala.
Termino de desayunar y recojo mis platos, para después tumbarme en el sofá con el móvil.

Hairball!

Le grito asomando mi cabeza por encima del sofá y ver cómo ha terminado de desayunar.

-Hazme compañía, no me gusta estar en salas grandes sola.

Murmuró entre risas y segundos después, Justin se tira encima mío mientras sostiene su móvil en la mano; está grabando.

-¡Ataque Bieberino!

Grita él sentándose encima de mí y yo empiezo a gritar, para después disparar con las falsas armas que son mis manos. Después hago ver que sacó un walkie-talkie y lo acerco a mis labios.

-Necesitamos ayuda en la sala, ¡hairball está fuera de control!

Y después Justin se queda quieto mientras observa el vídeo. Escribe algo y a los segundos me vibra el móvil: Instagram. Pulso en la notificación y veo el vídeo entre risas, con el comentario de "Últimas batallas en Los Ángeles #stormy". Empiezo a leer algunos comentarios y veo como Max ha comentado: "Sois unos niños, ¿os queda algo de almuerzo?". Yo me río para después enseñarle el comentario a Justin. Empiezo a escribir y respondo: "La batalla no está perdida hairball, venganza. Max, no tenemos comida, Bieber come como un cerdo".

-¡Eh! ¡No como como un cerdo!

Yo empiezo a reír a carcajadas y segundos después me pongo en pie, lanzando a Bieber al suelo. Empiezo a bailar sin música, un vals y veo como él me observa en silencio; con admiración.

-Me encanta tu libertad.

Murmura Justin con una sonrisa en los labios y yo me río a carcajadas. Para después, quitarme la camiseta XXL y quedarme en ropa interior, mientras me dirijo corriendo al baño y grito:

Just feel.  {Justin Bieber}حيث تعيش القصص. اكتشف الآن