Just feel. {Justin Bieber}

Capítulo 33

Estoy yendo a tu casa, Judie dice que no vendrá, pero que mañana por la mañana seguro que sí. ¿Puede venir Alexa? Justin xoooo.

Leo su mensaje con una sonrisa en mi cara, sin poder evitarlo.

Claro, nos vemos ahí. ____ xoxoo.

Dejo el móvil enchufado para poner la música y oigo como Ryan se ríe por lo bajo. Lo miro confundida y él deja de reír.

-¿De qué te ríes?

Pregunto curiosa volviendo mi vista a la carretera. Él se encoge de hombros.

-Nada, me hace gracia pensar que Judie tenía razón.

Responde él, y yo me confundo aún más. ¿Judie y él han hablado? ¿Y sobre qué?

-Explícate.

Murmuro sin apartar la vista de la carretera y esquivar algunos coches.

-Hablamos sobre Justin y tú, yo decía que ninguno de los dos sentía nada por el otro ya, pero ella decía que sí.

Explica tranquilo y yo frunzo el ceño.

-No siento nada más que amistad por Justin, Ryan.

Murmuro seria y él se ríe.

-¿Entonces porque os tratáis tan bien?

Pregunta él levantando una ceja y yo suspiro, girando en una rotonda.

-¿Por qué debería tratarlo mal? Es bonito conocer a alguien que sea todo lo contrario a ti. Alguien que sea la persona más positiva de la vida, mientras tú luchas por estar bien. Alguien que cada día te recuerda que cree en ti y cree que puedes cambiar por qué todo se puede. Alguien que tenga ese propósito en la vida de ayudar a todos a creer en ellos, una persona que crea en él mismo, que crea que puede y que se aferra a la idea de que todo va a ir bien. Es bonito tener a alguien que siempre esté haciéndote reír mientras te dice que tu sonrisa es hermosa, alguien que te mire a los ojos sin voltear la mirada, alguien que no le de pena gritar en la calle un "te quiero". Es bonito, simplemente es bonito tener a alguien que crea en ti, alguien con quien puedas ser tu, alguien que te traiga paz. Alguien como él, un ser especial. Y no creo que deba tratarlo mal por eso.

Digo notando como algo de rubor aparece en mis mejillas y Ryan asiente, aún sonriendo.

-Sabes que me acabas de confirmar que aún sientes algo por él, ¿no?

Murmura Ryan feliz mientras entramos en mi pequeña urbanización. Yo niego con la cabeza.

-¿Cuántas veces tendré que repetirte que no siento nada por él?

Pregunto bajando del coche y cerrando la puerta. Él hace lo mismo y agarra algunas bolsas del maletero.

-Cuando empiece a creerte.

Responde él entre risas y yo le doy las llaves de mi casa para que empiece a meter las bolsas. Niego con la cabeza, sola, mientras agarro algunas bolsas más.

Cuando vuelvo a pensar en él, en nuestra relación, giro la cabeza y cierro los ojos con fuerza, como si con eso pudiera evitar que las palabras que me decía Justin mientras estábamos juntos entraran de nuevo por mis pupilas, atravesando mi cráneo, apuñalando mi cerebro y llegando allí donde los recuerdos duelen y te acercan a la nostalgia.