Just feel. {Justin Bieber}

Capítulo 30

Intento no reírme ante su respuesta; seguro que ya se ha imaginado mil cosas de esta noche.

Nos vemos abajo, XOXO.

Dejo el móvil encima de la mesilla y apago mi cigarro. Muevo un poco a Justin y cuando veo que no despierta, me tumbo encima de él, aplastándolo. Abre sus ojos confundido y sonríe al verme.

-Scooter te ha estado buscando, yo me voy a almorzar con Judie.

Le digo peinando su cabello hacia atrás y él asiente. Me quito de encima de él y veo cómo se sienta en la cama cansado.

-¿No has dormido bien?

Le pregunto viendo cómo se estira múltiples veces y él sonríe para después mirarme.

-Sí que he dormido bien, dormir contigo es todo un placer.

Responde él con su voz ronca y yo sonrío sin poder evitarlo. Me levanto de la cama y busco un bolso, para después coger uno de color marrón bastante caído. Meto dentro todo lo que necesito y miro a Justin de nuevo, quien ya está de pie.

-Busca a Scooter.

Le digo desde la puerta de la habitación y él asiente, mirándome como si esperara algo. Salgo del apartamento y bajo a recepción, donde Judie me está esperando.

-Ahora vas a contármelo todo.

Me dice cuando me ve y yo me río. Salimos del hotel, encontrándonos con algunos fans que han debido dormir fuera. Pasamos entre ellos, evitando sus cámaras y sus móviles, para después cruzar la carretera del paseo e ir a una cafetería. Nos sentamos en la terraza y pedimos unos tés y algunos croissants. Le cuento a Judie todo lo sucedido, desde la discusión de antes del no-concierto, hasta hoy por la mañana.

-A veces dudo entre si eres gilipollas por naturaleza o eres una gilipollas por ser adolescente.

Se queja ella agarrando un croissant y algunas fans se han puesto cerca a hacernos fotos. Yo me encojo de hombros.

-¡No lo dejes ir!

Exclama ella, siempre ha pensado que cuando yo encontrara a alguien sería para siempre; y por eso no quiere que me aleje de Justin.

-Judie, yo soy inteligente, mi madre me enseñó que no siempre alguien es para mí, que siempre habrá otra persona que podrá hacerlo mejor, también peor, claro está. Qué jodida tiene que ser la vida de esos, te incluyo, que nadie les enseñó que, a veces, también hay que irse.

Murmuro bebiendo de mi té de limón y agarrando un croissant para después morderlo.

-No digas tonterías, ¡por favor! Si ya lo quisieras fuera de tu vida, ya estaría fuera. Y por lo que me dices, aún está, claro lo deja el hecho de que habéis dormido juntos.

Dice Judie algo cabreada y yo suspiro, tragando el trozo de croissant. Niego con la cabeza, es imposible hablar con ella.

-Él está enamorado de mi Judie, ¡me quiere! Y ya sabes cómo van las cosas; después de hacerle la persona más feliz... Me marcharé. Tal vez me iré sin avisar, así el dolor para él será menos... Y siempre ha sido así.

Digo en tono bajo mientras me termino el croissant y busco en mi bolso mis gafas de sol, para después ponérmelas.

-Pero esta vez es diferente.