-No te enamores de mí, porque yo no voy a hacerlo.

Justin deja de sonreír, para después levantar su pequeño vaso con desgana y brindar. Los dos bebemos el chupito y soltamos un gemido al notar el alcohol correr por nuestra garganta.

Scooter nos llama a todos y nos sentamos en una mesa que hay en una esquina del club, parece cabreado, pero intenta tranquilizarse.

-Bien, me han llamado del aeropuerto, por lo visto no nos vamos mañana. A excepción de ____, nos quedaremos aquí 3 semanas más.

Todos me miran confundidos; pero yo sonrío emocionada por poder estar 3 semanas sola en España.

-¿Por qué te vas?

Me pregunta Thalia sorprendida.

-Voy a visitar a mi familia.

Respondo sonriente, pensando en que volvería a ver a mi hermano, a mi hermana pequeña, y a mis abuelos.

La noche pasa rápida, y cuando nos damos cuenta ya estamos en el ascensor del hotel llenos de alcohol. Max, Justin y Judie se bajan en la octava planta, por lo visto quieren que durmamos los cuatro juntos. Yo dejo que se bajen y me miran extrañados.

-¿____?

Pregunta Justin mirándome sin entender porque no salgo del ascensor.

-Tengo que hacer una cosa, vuelvo en un momento.

Y dicho esto, subo al décimo piso y voy al tejado, donde mi pared de notas está llena. Saco el papel que he guardado con mi pequeño bolso y escribo:

Confusión, besos y alcohol. Ps; nunca te lo diré, pero me estoy enamorado de ti.

Cuelgo el papel junto a los demás y vuelvo a mi apartamento, donde Max y Judie han ocupado mi habitación, y Justin ya está en bóxers dirigiéndose a la suya.

-Justin, ¿podrías dejarme una camiseta tuya? Tengo la maleta en el apartamento de Judie.

Justin me mira y intenta mantener el equilibrio, supongo que ninguno de nosotros va en buen estado. Él asiente y me indica que lo siga; voy apoyándome a las paredes para no caerme y me quedo a su lado mientras saca una camiseta blanca. Se sienta en la cama y yo me quito el vestido, quedando en ropa interior. Me pongo la camiseta y me doy la vuelta, para ver a Justin detrás de mí, con el rostro serio y la mandíbula apretada.

Me agarra de la parte baja de la cintura con sus dos manos y me acerca a él para besarme. Yo decido seguir el beso, involuntariamente. Éste va subiendo de tono y Justin me levanta, haciendo que mis piernas rodeen su cintura y que él empiece a andar en dirección a la puerta, para cerrarla con cuidado; sin dejar de besarme ni un segundo. Me tumba en la cama, y él se pone encima de mi, entre mis piernas, mientras su boca recorre cada milímetro de mi cuello. Cierro los ojos, sintiéndome en el cielo, pero entonces recuerdo que mañana me voy, 3 semanas. Paro de besar a Justin y éste me mira confundido.

-No... Yo... No puedo... Mañana me voy Justin.

Susurro acariciando su nuca con cuidado y él asiente, escondiendo su rostro en mi cuello mientras va depositando pequeños besos. En un gesto rápido le doy la vuelta, poniéndome encima de su cintura, rodeándolo con mis piernas. Me acerco a su rostro y sonrío.

-No nos prometamos nada eterno... Vivamos este amor bohemio, cómo lo hacen pocos, así... Como locos.

Susurro para después darle un corto beso en los labios y ver cómo sus ojos brillan con fuerza a causa del alcohol y la subida de temperatura que se ha notado en la habitación.

-Y si se da una corta historia... Sintamos cada punto, cada coma... Cada letra hasta el final...

Sigo susurrando, pero Justin es quien esta vez me calla con un beso. Los dos cerramos los ojos con fuerza, dejando que nuestras mentes fluyan por la habitación, sintiéndolo todo más profundamente.

-Quédate conmigo.

Murmura Justin observándome a los ojos con firmeza, pero yo le toco las abdominales con delicadeza.

-Sólo serán 3 semanas.

Respondo empezando a contar los lunares que tiene en el pecho.

-3 largas semanas sin tus constantes preguntas raras.

Dice entre risas y yo no puedo evitar reírme. Me bajo de su cintura y me tumbó a su lado, mirando el techo de la habitación.

-Sólo no tienes que recordarme, y estarás bien.

Respondo observando el techo e imaginándome que está la luna puesta ahí, solo para nosotros.

-Eso es impos...

Empieza a decir, pero yo lo interrumpo.

-Antes de que digas que es imposible, te digo que es perfectamente posible.

-Pero endemoniadamente difícil.

-Recordar es el acto más masoquista que conozco Justin.

Susurro desviando mi mirada y fijándola en él, quien no me quita la mirada de encima. Justin se intenta acercar a mi, pero yo me siento con las piernas cruzadas y lo miro fijamente.

-Voy a hablarte claro Justin...

Murmuro apartando los mechones de pelo que caen por mi rostro y después pongo las palmas de mis manos en su torso desnudo.

-Yo no quiero que alguien se enamore de mí por la forma en la que me vestí un martes a la mañana, o porque estaba linda un viernes a la noche.
Mejor que sea por la forma en la que me reí sobre un chiste o por mi reacción divertida ante alguna anécdota espontánea. No porque un día decidí usar perfume y zapatos altos.
Ojala sí por la forma en la que tarareo sonriendo al escuchar mi canción favorita, o la manera en la que me ilumino al hablar sobre mis libros favoritos. Que no le atraigan mis ruidos, sino mis silencios.
Porque las primeras son cosas que eventualmente puedo dejar de hacer, que el hecho que las haga no significa que sean parte esencial de mí. Porque si te quedas conmigo por las primeras, te cuento que te defraudaré pronto. Porque si no logras entender que son esas segundas cosas las que realmente me describen completamente, directamente no vengas a perder el tiempo conmigo.

Just feel.  {Justin Bieber}Where stories live. Discover now