-¡Echo de menos a mi madre!

Me meto en la ducha y oigo como Bieber ha puesto música en el apartamento. Con Justin llevamos un rollo algo especial; somos como mejores amigos, la prensa ha iniciado muchos rumores respecto a nosotros, parecemos una pareja, pero no lo somos. No hay besos. No hay sexo. No hay agarrones de la mano. Nada. En cambio, Judie y Max están juntos, y claro, como salimos los cuatro, pues todos se piensan que son citas dobles.

Salgo de la ducha y me pongo ropa interior limpia, para después salir del baño bailando al ritmo de la canción que suena. Justin está entretenido terminando de hacer sus maletas; cosa que yo ya he hecho. Miro por la ventana y veo como el día está nublado y hace algo de frío. Me decido por un vestido básico holgado de color granate, una chupa negra, unas zapatillas blancas básicas de plataforma y una bufanda gris. Dejo mi largo pelo ondulado suelto y termino de quitarme el maquillaje de la noche anterior.

Minutos después oigo como llaman por el teléfono y eso significa que debemos bajar ya. Miro a Justin; quien lleva unos pantalones negros caídos, una camiseta XXL blanca con un garabato en negro, y unas zapatillas doradas. En su brazo lleva una sudadera blanca, por si acaso.

Salimos del apartamento entre risas y seguimos conversando hasta llegar a recepción, donde ya todos están.

-Uno de los chóferes se ha puesto enfermo a última hora, ¿Justin podrías llevar tu coche hoy?

Bieber asiente feliz de poder sacar a pasear alguno de sus lujosos coches y yo solo pienso en mi nuevo reto; el cual llevo planteándome desde que llegué aquí.

Todos nos dirigimos a la salida, pero Justin me pellizca el cuello con suavidad.

-Voy al parking a por mi coche, ¿nos vemos ahí?

Me dice con una sonrisa antes de empezar a andar, pero yo lo detengo del brazo y él me mira curioso.

-Vengo contigo.

-¿Estás segura?

Asiento y empezamos a andar por las escaleras hasta la planta baja. Veo un Ferrari rojo aparcado en medio de la zona y Justin presiona un botón que hace que las luces de éste se iluminen. Nos subimos al auto y Justin me mira serio mientras me abrocho el cinturón y agarro con fuerza mi paquete de tabaco.

-¿Estás segura?

Lo miro directamente a los ojos y asiento entre suspiros.

-No puedo tener siempre miedo a los coches Justin.

Él asiente y enciende el motor, provocando que yo cierre los ojos sin querer mirar. Noto como agarra mi mano con suavidad y yo lo miro de nuevo.

-Voy a dejarte fumar en el coche, no dejo que lo hagan, pero por ti lo que sea.

Yo le sonrió y me enciendo un cigarrillo para después bajar la ventanilla del coche y soltar el humo por ahí. Justin arranca y nos dirigimos a la salida del parking, noto mis manos temblar; pero a los minutos de ir por la carretera me relajo, no tiene porque pasar algo de nuevo.

Sigo fumando tranquilamente mientras Justin y yo cantamos las canciones que suenan en la radio, hasta que de pronto él frena en seco y yo suelto un grito de miedo. Justin me mira preocupado y se despeina el pelo agresivamente.

-Yo... Lo siento... No había visto ese coche... Yo... Lo siento de veras... El coche... Pero yo...

Empieza a decir rápidamente Justin y yo asiento para después acariciar su cuello.

-No pasa nada.

Justin asiente preocupado y vuelve a arrancar. Seguimos el trayecto y llegamos al punto de reunión, donde todos nos están esperando de pie; hay algunos paparazzis alrededor; espero que no molesten mucho.

Pasamos la tarde dando vueltas por el paseo, haciendo bobadas y sacándonos fotos en la playa. Algunas fans se acercan a pedirle autógrafos a Justin y todas me miran de reojo mientras se ríen; he oído algún "Es la novia de Justin". Nos dan 20 minutos para descansar y Justin y yo decidimos ir a la orilla de la playa a remojarnos los pies.

-Siento lo que ha pasado antes en el coche.

Se disculpa mientras observa el atardecer, y yo lo miro con una sonrisa para después pegarle.

-Deja de disculparte idiota.

Nos quedamos un rato más en silencio hasta que decido romperlo:

-¿Sabías que los peces son gaviotas sin alas?

Justin me mira con una sonrisa en la cara, y yo observo sería el océano que tenemos delante. Se abalanza sobre mí y me carga en su hombro, como si fuera un saco de patatas.

-No sé cómo, pero ya me ha acostumbrado a tus preguntas raras.

Exclama él entre risas y yo me encojo de hombros. Me baja un poco, dejándome en su vientre, rodeando su cintura con mis piernas. Veo como me mira a los ojos y después baja su vista a mis labios, para después morder los suyos. Se acerca lentamente a mí y decido romper con las distancias, agarrando su nuca y pegando nuestros labios. Nos besamos, sintiendo la piel erizarse segundo por segundo, milímetro por milímetro. Segundos después nos separamos, y yo me bajo de su cuerpo, dejándolo confundido.

-¿Sabías que...?

Empiezo a decir pero él me agarra del brazo y me calla con sus palabras:

-¿Enserio vas a preguntarme algo ahora?

Yo asiento y me separo de nuevo, mientras empiezo a ponerme de nuevo mis zapatillas.

-¿Sabías que cuando duermes te mueves entre las sábanas como el tabaco entre el papel fino?

Y Justin me mira curioso, pensando en cuando he notado yo eso.

-¿Por qué dices esas cos...?

-Te he observado algunas veces.

Admito terminando de ponerme la segunda zapatilla y arreglando mi pelo, algo despeinado por el frío viento.

-Me gusta verte dormir, hace mucho tiempo que no consigo dormir como tú, en paz. Dependo de tus ronroneos a media luz, y ya se ha demostrado que en cuanto se te pone la luna enfrente le brindas la oportunidad de lamerle hasta la locura.

Murmuro con una sonrisa en la cara, seguro que parezco una acosadora. Justin sonríe y me abraza, sorprendiéndome.

-Estás tan loca...

Susurra en mi oído y yo me río a carcajadas segundos después.

-Oye, no deberías besar a personas que están locas entonces.

Justin me agarra la cara entre sus grandes manos y yo lo miro a los ojos seria.

-Tienes en tu cabeza una locura preciosa... ¿Cómo no iba a perder la razón por ti?

Just feel.  {Justin Bieber}Onde as histórias ganham vida. Descobre agora