Capítulo 46: Lana

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CAMILA POV
Dos meses ya, dos meses y una semana tienen nuestros bebés. Ese fue mi primer pensamiento al abrir mis ojos. Toqué al lado de la cama y Lauren no estaba, con mucha pereza me levanté de la cama y fui al baño, me extrañaba escuchar tanto silencio pero supuse que Laur estaba en control de todo. Cuando terminé mi rutina mañanera en el baño, baje para encontrarme con mis tres torbellinos, si definitivamente contando a Lauren.

Lauren había puesto en el piso una gran sábana y estaba ahí acosada con los bebés frente a ella acostados boca abajo y trataban de usar sus coditos para alzarse y mirar a Laur -buenos días- dije para hacer notar mi presencia por que los tres estaban en su propio mundo -miren, mamá finalmente despertó- dijo Lauren con una gran sonrisa. Caminé hasta donde ellos y me senté en la sábana, alcé a Valentina en mis brazos que era la que mas cerca que me quedaba y bese su mejilla con mucho amor - hola preciosa, buenos días- ella respondió con balbuceos - dejen de estar haciendo travesuras- dije refiriéndome a los tres. Le pasé a Lauren la bebé para coger a Mateo - buenos días para ti también hombrecito- lo besé todito y el si que era tremendo, me llenó de baba, pero esa baba es santa.

Finalmente me tocaba darle los buenos días al amor de mi vida -hola- me acerque a ella como pude, consiente de que en mis brazos tenía a Mateo y ella a Valentina, y besé sus labios tiernamente - te amo-

-yo también, pero ¿por qué razón son las 6:45 de la mañana y ninguno de ustedes tres está listo?- pregunté, hoy era día de semana, Lauren trabajaba y yo daba clases en la academia, a la que por fin había vuelto hace 3 días. Tenía que llevar a los gemelos a casa de la mamá de Lauren y todo eso antes de las 8 de la mañana. Lauren abrió los ojos bien grande y sin responder a mi pregunta se puso de pie - vamos a bañarnos Valentina, antes que nos regañen- le dijo a nuestra princesa y subió las escaleras. - es difícil bregar con esas dos- le dije a Mateo y el solo me sonrió de ladito, sonrisa que me enamora.

Llevé a Mateo arriba para prepararlos a los dos mientras Lauren luego de haberse preparado ella, hiciera el desayuno.

Tenía a los dos bebés acostados en mi cama, listos para ser vestidos. Me encanta en la etapa en la que están por que todo lo que hacer es tratar de balbucear, y ya tratan de mirar las cosas a su alrededor y atienden a mi voz. A Valentina le puse un trajecito hermoso color azul claro y a mi hombrecito una camisita blanca y un mameluco color azul que le había comprado Lauren. Me encantaba vestirlos bien aunque fueran para la casa de su abuelita, aunque ella los cambiara luego por algo mas cómodo.

Bajé con ellos dos en mis brazos y Lauren ya tenía todo el desayuno listo, estamos a tiempo, bueno casi son las 7:20 de la mañana. Le pase a Valentina para que le diera su biberón mientras desayunábamos y yo me encargaba de Mateo , asi era nuestra vida ahora, haciendo todo a la vez.

Llevaba rato observando como Lauren luchaba para darle leche a Valentina, tratando de que no se ensuciara y a la vez tratando de ella meterse un pedazo de panqueque lleno de syrup a la boca, solté una risa y ella paro de hacer todo y se me quedó mirando - ¿necesitas que te de la comida a ti también?- le pregunté y ella hizo un adorable puchero - es difícil- admitió y yo estaba consiente de eso, por que tenemos dos bebés, no uno y aun somos unas totales inexpertas.

- ¿estás consiente de que hoy verás a tu mujer?-íbamos de camino al trabajo de Lauren para dejarla allí y luego llevar a los gemelos donde mi suegra. Ella se mordió el labio inferior y comenzó a alzar las cejas -no es gracioso que pongas esa cara- le dije e hice un puchero, ella se inclino en su asiento de pasajero para llegar hasta a mi y me dio un beso en la mejilla - no seas celosa babe, es solo Lana, no se compara con el amor de mi vida que eres tu- respondió y ya con eso me derritió -o sea ¿qué me prefieres a mi antes que a Lana?-pregunté manteniendo mi mirada fija en la carretera - bueno a Lana nunca la he besado, ni me he acostado con ella, así que si te prefiero por encima de ella- respondió con una sonrisa cómplice pero obviamente se ganó un buen golpe en su brazo - auch- se quejó

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