Capítulo 36: Valentina Zoé y Mateo Elián Jauregui Cabello

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LAUREN POV

Todos en la sala de espera estaban desesperados por tener noticias de Camila y de mi bebé. - Lauren- escuche esa voz detrás de mi. Habían pasado cerca de 20 minutos desde que yo había salido de la habitación de Camila. Volteé a ver al Doctor que venía como todo un profesional. Tenía tanto miedo de lo que fuera a decir, todos prácticamente corrieron para recibir las noticias, pero yo no me atrevía a acercarme. Caminé hasta donde el y vi dibujarse una sonrisa en su boca que me devolvió el aliento - tu esposa está preguntando por ti y dos pequeños quieren conocer a su mamá. Pudo tener al varoncito sin necesidad de la cesárea. Camila es una mujer muy fuerte- esas palabras me devolvieron la vida. Estaban bien , los tres estaban bien, con vida.

Prácticamente corrí para la habitación, gracias al cielo hacía horas que se había acabado la hora de visitas y mas nadie podía entrar solo yo. Cuando entré vi la imagen mas hermosa del mundo entero, una imagen que jamás la podría olvidar aunque quisiera. Camila, ella estaba recostada en la cama con mis hijos pegados a su pecho. En cuanto me vio su sonrisa se amplió, no perdí tiempo y me acerque a ellos. Jamás había visto a personas tan hermosas como lo eran ellos dos, mis amores. Estaba perdida admirando su belleza, su piel blanca, sus caritas hinchadas, sus ojitos cerrados. - Cógelo- Camila señalo con su boca al bebé que tenía en su pecho derecho pero que no estaba bebiendo leche, ese era mi Mateo. Con miedo tome al pequeño en mis brazos, mi bebé tan frágil y dependiente de nosotras. Bese su frente, al fin lo tenía en mis brazos - eres hermoso mi príncipe- susurré acariciando toda la frente peludita de mi bebé. Mire a la mujer a mi lado quien miraba la interacción con mi hijo con completa adoración - Gracias por darme el mejor regalo- Me acerque pidiéndole un beso, ella al principio dudo y se sorprendió de mi petición pero me lo dio. No quería pensar en todo lo que había pasado, ellos estaban aquí y estaban bien y eso me hacía la mujer mas feliz del mundo. Fue un toque de labios pero ese simple toque hizo que mi corazón se acelerara, cuanto la extrañaba. -Aquí estan nuestros futbolistas, tanto que se movían dentro de mi y mira lo tranquilos que están acá afuera- dijo la menor acariciando la mejilla de Valentina. - no creo que sean así de tranquilos por mucho tiempo, ya me los imagino inquietos como tu- respondí.

Al rato vino una enfermera a indicarnos que se llevaría a los bebés para la guardería por que era muy tarde y Camila tenía que descansar un poco. Los traerían en las próximas dos horas por que necesitaban amamantarse. Con pelea acepte que tenían que llevarse a nuestros pequeños y los puse en la cunita portátil que tenían para ellos. Lo mas impresionante es que cuando los puse uno al lado del otro era como si ese fuera su lugar, estar juntos. - ¿te sientes bien?- pregunté cuando ya estábamos solas, asintió pero se rió de la nada y a mi me dio curiosidad y la miré confundida - me siento bien, pero allá abajo se siente muy diferente. Tantos años acostumbrada a tus dedos y que de momento salgan dos bebés completos por ahí... se siente... no se ¿estirada?- siguió riendo

-oh por Dios, Camila no puedo creer que acabes de decir eso- me uní a su risa - eres tan inapropiada- me senté al borde de la camilla y comencé a pasar mis dedos por su pelo. Ante la caricia cerró sus ojos - estoy muy orgullosa de ti, fuiste muy fuerte y valiente para traer a nuestros pequeños. Ahora te admiro mucho mas como mujer- admití, ya a estar alturas había olvidado completamente todo el pasado mes de sufrimientos y espero que esta burbuja en la que estoy no se rompa tan ligero. -¿te puedes acostar aquí conmigo?- preguntó aún con sus ojos cerrados. No iba a negarme a su petición, me metí en la cama debajo de la frisa que le había traído mi mamá a Camila y pasé mi brazo por sus hombros para que estuviera mas pegada a mi. Ella se puso como de ladito descansando su brazo en mi abdomen y su cabeza en mi hombro para meter su cara en el hueco de mi cuello.

- Con tanto ajetreo ni me fije en la tarjetita de la cuna donde estaba la información de ellos- hablé bajito por que sabía que ella necesitaba descansar y no sabía si se había quedado dormida. - Valentina Zoé Jauregui Cabello nació el 15 de octubre a las 12:16 de la madrugada, pesó 6 libras con 2 onzas y Mateo Elián Jauregui Cabello nació el 15 de octubre a las 12:32 de la madrugada y pesó 6 libras- respondió la mujer acostada a mi lado, se había memorizado cada palabra de la información de nuestros hijos. - no puedo creer que ya estén aquí con nosotras- pero no recibí mas respuestas, la mujer valiente, fuerte y hermosa se había quedado dormida.

CAMILA POV

El llanto de mis pequeños me despertó, cuando abrí los ojos la enfermera los traía en la cunita portátil -están hambrientos- susurró la enfermera y me di cuenta que susurraba por que Lauren seguía dormida a mi lado. Creo que ahora los papeles iban a cambiar yo que soy la difícil para despertar, al escuchar el llanto de mis bebés caí sentada en la cama en cambio Lauren ni se había dado cuenta. - Lauren despierta- acaricié su mejilla y sus ojos se abrieron poco a poco -buenos días- sonreí - ¿qué hora es?- preguntó desorientada y su confusión me dio risa - probablemente las 3 de la mañana pero ya tenemos a estos dos aquí- La enfermera ya se había ido y ellos permanecían en la cunita llorando - atiéndelos un momento, necesito ir al baño- me levanté de la cama y fui rápidamente al baño. Deje de escuchar los llantos así que supuse que Lauren estaba en control.

Cuando salí del baño Lauren estaba sentada en el mueble de la habitación con Mateo y Valentina acostados en su pecho, juntitos los dos. -al parecer tu olor los calma- ella sonrío. Sabía que la hacía sentir feliz e importante que los bebés respondieran a su amor. Volví a la cama y baje la bata hasta el nivel de mis senos para poder pegármelos -¿los puedes amamantar los dos a la vez?- preguntó Lauren y yo asentí. Esa misma pregunta se la había hecho al medico semanas atrás y me había dicho que hiciera lo que fuera mas cómodo para mi. Lauren me paso primero a Mateo que cuando sintió que estaba en mi pecho comenzó a mamar, era una experiencia única e inocente. Lo acomode lo mejor que pude y lo arropé con una manta por que el frío de la habitación estaba descontrolado. Luego Lauren me acomodo a Valentina en el otro pecho e hizo exactamente lo mismo que Mateo, estaban hambrientos. Lauren se sentó al borde de la cama y paso su brazo por mi hombro para verlos mientras comían - son tan blanquitos y con el pelo tan oscuro - besó mi pelo - te lo dije que se parecerían a ti , ahora tengo tres jinchos en casa- le respondí riendo o mas bien eso esperaba que cuando saliéramos de aquí del hospital, ella volviera a nuestro departamento - me muero por ver el color de sus ojos- admití

-si son verdes estas acabada, los de ojiverdes somos un encanto- bromeo pero era cierto, si Valentina y Mateo sacaban sus ojos iban a ser mi perdición.

Pasaron unos 10 minutos y ya ninguno de los dos estaba mamando, se habían quedado dormidos con mis pezones en sus boquitas y cada vez que trataba de despegármelos comenzaban a chupar otra vez - ellos están muertos de sueño pero trato de despegarlos y se molestan- le dije a Lauren quien ahora estaba sentada en el mueble bregando con su celular - ¿qué quieres hacer?- preguntó caminando hasta donde mi. -ponerlos en la cunita un ratito a ver si podemos dormir por que después va a llegar toda la familia y no tendremos ni un minuto de respiro- Lauren levantó de mis brazos a Valentina y rápido empezó a hacer cucharitas - oh Dios con esa carita te prometo que me convence de todo- sabía que eso pasaría, Lauren rendida a los pies de Mateo y Valentina - ya bebé no llores, vente con mamá y olvidémonos de estos dos, princesa hermosa de mamá.- le hablaba Lauren a Valentina con un tono completamente infantil - no será que está incómoda por algo, chequéale la ropita- sugerí interrumpiendo ese momento madre e hija pero era cierto debía chequearla por que los habíamos cambiados para esa pijamita que le cubría todo su cuerpito del frio del hospital. Lauren comenzó a chequear a la nena y no veía fuera de lo normal hasta que la vi hacer una mueca de horror - ya encontré lo que la tiene incomoda- dijo y yo comencé a reír - bendito mi bebé con razón- defendí a mi pequeña - mamá te toca- ya yo les había cambiado el pañal a los dos así que por supuesto era el turno de Laur. Con Mateo en mis brazos me levanté de la cama y fui en busca de dos pañales, toallitas húmedas y cremita para aprovechar y cambiar a Mateo también.

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nota:

30 comentarios? wuuuuuju son los mejores! me encanta leer que les gusta mucho la historia :D :D
AQUI ESTÁ SU CAPÍTULO
aquellos que estaban desesperados por algo camren ahi está.... ;)

reto para actualizar:

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