Capítulo 43: Juego

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LAUREN POV

Entramos en la habitación en puntitas para hacer el menor ruido posible. Ambas caminamos hasta el moises y nos sorprendió ver a los bebés despiertos pero estaban tranquilitos. - son unos angelitos como su mamá Camila Cabello- dijo Camila y la miré mal - estas bastante equivocada, el perfecto comportamiento de mis hijos es debido al gen Jauregui- respondí y me incliné un poco hacia abajo para que Camila me besara -no creo que tu tengas un buen comportamiento, mucho menos en la cama - dijo
-oh por Dios, Camila por que tu, pequeña pervertida siempre tienes que hacer ese tipo de comentarios- dije riéndome - aunque en cierto modo y viéndolo de esa manera hace algún tiempo que no tengo un mal comporta...- no pude terminar de hablar por que ella me halo por la camisa y me llevó fuera del cuarto -¿eso puede cambiar hoy?- preguntó su respiración estaba chocando en mis labios y por Dios me iba a dar un ataque al corazón - a mi...- comenzó a besarme el cuello - me gustaría mucho...- estaba siendo una traviesa, quien la ve piensa que es la inocente aquí y en estos momentos está acabando lentamente con mi cuello y definitivamente con mi auto control. No iba a permitir que siguiera torturándome, en un movimiento ágil la deje esta vez a ella con su cuerpo pegado en la pared y sin poder mover sus manos - me gusta mas así- dije y besé sus labios con todo el deseo que sentía.

Cuando me separe por un poco de aire ella decidió morderse su labio inferior -no hagas eso- con mi pulgar zafé su labio de sus dientes y al ver que solté una de sus manos fue rápido a parar en mi trasero -no señorita- le dije y volví a agarrar su mano -bésame- exigió y trató de soltar sus manos nuevamente de mi agarre para poder de alguna manera tener el control - no- dije con una sonrisa pícara - oh vamos Laur, déjame besarte- pidió y sonreí ante su urgencia de atacar mis labios. Sin soltar sus manos comencé a acercar mi boca a la suya y cuando ella buscaba el contacto me alejaba -Laureeeeen- se quejó ante su intento fallido - ¿quieres que te bese?- pregunté y ella asintió -¿donde?- pregunté y se quedó callada mirándome con adoración - vas a tener que decirme donde quieres que te bese bebé- No podía negar que me sentía excitada con tan solo comenzar con este juego tonto -en la boca- 
-¿estas segura? creo que puedo empezar por algo mas. Puse mis labios suavemente en su clavícula y sin tocar mucho su piel fui subiendo hasta llegar a su oreja y con la misma tortura chupé el lóbulo de su oreja - oh Dios...- suspiró.

Camila era bien sensible en el área del cuello y me aprovecharía de eso . Hice el mismo procedimiento en el otro lado de su cuello -Dios, Lauren por favor suéltame las manos- reí ante su desespero y a hizo un puchero adorable, la besé, y volví a besarla - te amo- dijo.

Decidí que ya bastaba de la tortura así que liberé sus manos. Automáticamente las llevó nuevamente a mi trasero - pervertida- ella rió
-estas obsesionada con mi trasero- aseguré - sin vergüenza cariño- respondió descaradamente

Volvimos a besarnos con urgencia y deseo, la extrañaba tanto. Yo iba de su boca, a su cuello, a lo que podía ver de su pecho, besando, chupando y mordiendo hasta que no podía ni con mi desesperación ni con la suya -alza los brazos princesa- le pedí, cogí el dobladillo de su camisa y la alcé por sus brazos y deje al descubierto su ropa interior negra. Dejé que mis labios vagaran por su pecho y entre medio de sus senos. Era un poco incomodo por que estábamos de pie en el pasillo. Con habilidad desabroché su brasier y cayó al piso. Volví a su boca y gemidos cortos escapaban de sus labios y me excitaba aun mas - te amo- murmure sobre sus labios. Hice un camino de besos mojados desde su boca, por su barbilla, su cuello, su pecho y me detuve en sus senos. Sus pezones estaban erectos y demasiado listos pero tan pronto los toqué ella dio un brinquito de sorpresa - no... es que están demasiado sensibles- dijo un poco apenada - y me duelen- le dedique una sonrisa comprensiva - eso no importa cielo- dije, debía ser horrible y doloroso para ella cada vez que tiene que amamantar a nuestros hijos - hay otras área para disfrutar- dije con un poco de coqueteo - ¿ah si?-
-claro- desabotoné su pantalón y ella rió -¿ ahí está el área para tu disfrute? - pregunto alzando una ceja interrogante - una de e...- mis palabras fueron interrumpidas por un llanto -debe ser una broma- susurro Camila, las dos nos quedamos en absoluto silencio y el llanto cesó. Mire a Camila y ella tenia una cara de alivio pero el llanto volvió y esta vez con mas desespero, reí y bese la frente de mi esposa - ni modo princesa, nos toca atenderlos- dije y ella me sujetó mas fuerte en mi camisa - quiero hacerte el amor- susurró sobre mis labios y wow, todo mi cuerpo reaccionó a sus palabras - nada me encantaría mas- besé sus labios nuevamente - pero- bajé a su cuello y ellas soltó un gemido - tenemos que atenderlos- lamí esa área sensible - pero cuando ellos se duerman, tenemos al menos dos horas para hacer lo que queramos- dije y moría de ganas que los bebés se durmieran. Besé por última vez sus labios, luego recogí del piso su camisa y su brasier, la ayudé a ponérselo y fuimos al rescate de dos lloroncitos.

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