Mi Alec

Capítulo 50. En la guerra y en el amor...

Llegaste antes de lo que esperaba, amigo ¿solo una hora? -Oí a Jeff preguntando. Él iba bajando las escaleras.

-Ah sí la fiesta no estaba tan buena. -Dije aun sentado en el sillón de la sala. Ni me había quitado los zapatos todavía.

-¿No estaba Eloína? -Me preguntó él. Di un rendido suspiro.

-Sí, hablamos unos minutos y...decidí irme. -Dije yo regresando la atención al pequeño soldado de plástico entre mis dedos. Era uno de los muchos juguetes que Jeff me había regalado de niño, él aún tenía unos decorando sobre el televisor y yo lo había tomado al llegar a la casa sintiéndome extrañamente identificado con un juguete de plástico.

-¿Qué traes ahí? -Preguntó Jeff al sentarse a mí lado en el sillón.

-Recuerdas...cuando me estabas enseñando historia americana...-Murmuré con mis ojos en ese pequeño soldado de plástico verde que tenía entre los dedos.

-Sí...-Dijo nada más. Hice una mueca y lo miré. Él me veía atento. Hice una mueca también y regresé mi atención al juguete.

-Dijiste algo sobre...una batalla fallida...y que aun así mandaban a jóvenes soldados...que morían por nada, por una batalla que ya estaba perdida. -Le dije.

-Sí...eso llegó a pasar. -Me dijo él en voz baja. Asentí un poco.

-Un general idiota, que mandó a todos esos soldados adolescentes sabiendo que iban a morir todos, y por nada a cambio.

-¿Qué pasa, Alec? -Preguntó él curioso por el tema de conversación. Hice una mueca.

-Creo que...soy ese general. -Me di cuenta. Él me vio con confuso interés. -Estoy aferrándome a una guerra que quizás ya perdí desde hace tiempo...estoy desperdiciando mis recursos, estoy haciendo mi perdida aún más grande al seguir insistiendo en una batalla que no voy a ganar. -Me atreví a decir.

Él dio un largo suspiro y atrajo uno de los soldaditos para también inspeccionarlo entre sus dedos.

-Bueno amigo ¿tú recuerdas lo que me dijiste sobre esa guerra? -Me preguntó. Negué un poco aun con los ojos en los soldados. -¿No? ¿no lo recuerdas? Me dijiste lo mismo que siempre repetías cuando hablábamos de guerras americanas.

-Ah...que son inútiles. Que son egoístas, que no valen la pena. -Dije yo haciéndolo sonreír. Me miró por lo que lo vi también. Asintió.

-Exacto. -Dijo él. Lo vi confundido. -Quizás...tienes razón. No deberías estar peleando esa guerra, Alec. Quizás estas atacando con violencia, cuando todo se podría arreglar con una tregua, una simple conversación. -Me dijo él haciéndome resoplar con burla.

-Garret no es de los que te dejan hablar, mucho menos de los que arreglan las cosas civilizadamente.

-No, Garret no es la nación enemiga en esta guerra, Alec. -Me dijo él por lo que lo miré con más interés. -Tú eres una nación, ¿Quién es la otra realmente? -Me preguntó. Lo miré en silencio nada más, sabiendo perfectamente la respuesta. Él la sabía también, pues se inclinó hacia mí.

-Es a ella a quien debes estarle ofreciendo el tratado de paz, no a Garret, él es sólo un estorbo en tu épica batalla. -Me dijo haciéndome reír un poco. También me sonrió.

-Quizás tienes razón...pierdo mi tiempo combatiendo con violencia.

-Eso sólo la hará enojar más. -Me dijo él. Asentí un poco.

-Es verdad...-Murmuré perdiendo mi sonrisa al sentirme tonto por estar empeorando las cosas con Eli en mis intentos por recuperarla.

-No más peleas, no más violencia. -Me advirtió él.