Capítulo 23. Sedientos.

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Le había entregado a Eloína la rosa roja que le había traído elegida especialmente para ella entre docenas de rosas rojas que tenía en la florería, la más grande y más bonita para la niña más bonita.

Ambos habíamos regresado a la fiesta, nos habíamos reencontrado con nuestros amigos, pero ambos habíamos decidido no decir nada sobre nosotros.

-¿Qué te da miedo? -Le pregunté cuando nos habíamos tomado de la mano por un segundo, pero ella me soltó de inmediato al notar a Whitney acercándose.

-Hace calor ¿eh? ¿me cuidas esto, Eli? -Pidió Whitney quitándose una chaqueta que ni era de ella, pues se veía grande y con un diseño masculino.

-Ah ¿de dónde lo sacaste? -Le preguntó Eloína estirando la prenda frente a ella para verla.

-No sé, alguien me la dio ¡Oye no te acabes los jelly shots! -Se quejaba Whitney ya corriendo hacia otro lado. Eloína miró la chaqueta y la dobló dejándola sobre el sillón en el que ambos estábamos sentados. Me miró y sonrió.

-¿Qué decías? -Preguntó. Me acerqué más a ella.

-Sólo...quiero que sepas que estoy de acuerdo con llevar las cosas discretas, pero te preguntaba por qué tú quieres que escondamos lo...lo nuestro. -Dije curioso. Ella hizo una mueca.

-Alec...quiero confiar en ti. Siento que puedo confiar en ti. -Me dijo ella. Asentí sin dudar, asintió también. -Pero necesito tiempo, yo...mis pasadas relaciones...fue un asco. -Me invadieron los celos de inmediato.

-¿Qué relaciones? -Pregunté de inmediato. Ella dio un suspiro negando.

-Las que tuve aquí, fueron malas, y no sólo salí herida, también muy humillada porque todos en la escuela se enteraron de las mentiras o engaños de mis exes, y si tú me vas a romper el corazón, prefiero lidiar sola con el dolor a tener que lidiar con el dolor y la humillación publica otra vez. -Dijo ella dejándome en confundido silencio.

-¿Alec? -Me llamó ella después de que yo no dije nada unos segundos. La miré. -¿te lástima que llevemos la relación en secreto? -Preguntó con los ojos llenos de preocupación, incluso se había acercado más a mí al preguntar. Yo negué un poco.

-No...en realidad, es mejor para mí porque...no me gusta la atención, y tú eres muy bonita, todo mundo estaría viéndonos siempre, y preguntándose qué hace un nerd como yo con alguien como tú. -Admití también pensando en que en realidad no podía tener un noviazgo público porque Samuel y especialmente Richard me vigilaban todo el tiempo. Ya podía escuchar a Richard y el prefecto Hakon diciendo que no me habían aceptado en su escuela para perder el tiempo con niña bonitas, sino para ganar sus premios académicos y subir el prestigio de la escuela, no podía poner en riesgo mi estadía en Hawtz, tenía que seguir siendo del agrado de Richard.

-Alec...-Había reído Eloína por lo que la miré intentando dejar de pensar en Hawtz.

-¿Eh? -La miré reubicándome en la fiesta, en este sillón sentado al lado de la niña más linda del mundo... ¿mi novia?

-¿Enserio no te das cuenta de lo lindo que eres? -Me preguntó con sus cejas bajas.

-¿De qué hablas? -Reí de eso, ella me sonreía confundida.

-Enserio no lo sabes...-Dijo para ella misma.

-¿Saber qué? -Pregunté sintiéndome perdido en la conversación.

-Lo guapo que eres. -Dijo ella. Elevé las cejas. Rio. -Y lo amable y dulce que eres, todo mundo te ama, eres...el chico más amado de toda la escuela. Nadie te ve como un nerd y mucho menos como alguien inferior a mí. Al contrario, si alguien se entera de nosotros te van a cuestionar por estar con alguien tan regular como yo.

Mi AlecWhere stories live. Discover now