Capítulo 12. El baile de San Valentín.

33 7 15
                                    

Todos mis amigos irían al baile, así que yo quería ir también, pero para eso necesitaba una cita. Me fui por la opción más lógica, Emi. Le había sugerido que, ya que su novio estaba fuera de la ciudad podíamos ir juntos como amigos nada más. Y ella se había visto dudosa en un principio, pero al comprender que no era una idea romántica, pareció satisfecha. Aunque había sido honesto al proponer sólo una noche amistosa, me veía tentado a probar mi suerte por lo linda que se veía en su corto vestido de lentejuelas rosas, sus suave cabello suelto un poco más debajo de los hombros, y lucía radiante al reír tanto con su mejor amiga.

Y sin embargo, ahora que estaba en el baile, me arrepentía de haber asistido. No sólo porque me estaba volviendo a armar ilusiones con la novia de mi hermano, también por que el baile era para todos los alumnos de preparatoria por lo que estaba más lleno de lo que había esperado. Los alumnos estaban mucho más alegres y sociales que en clases. Entre todos se hablaban, bromeaban y reían, incluso bailaban. Yo odiaba bailar. Ya me quería ir a casa.

Emi y Dylan la pasaban muy bien entre ellas. Ángelo me intentaba incluir en su grupo de amigos, y sí me agradaban, pero yo estaba tan incomodo rodeado de gente y ruido que ni siquiera podía intentar ser amable.

Cuando ya fue más noche, Emi parecía haberse cansado de estar bailando con Dylan y recorriendo todo el salón bebiendo el ponche de frutas artificial. Así que se acercó a mí que me encontraba parado junto con Ángelo y su amigo Sebastian.

-¿quieres bailar? -Le propuso Dylan a Ángelo al llegar a abrazarlo. Él le asintió y nos miró.

-Los veo en un rato. -Se despidió. Sebastian y yo asentimos por lo que Ángelo se fue pasando su brazo por la cintura de su novia. Sebastian me miró de inmediato. Luego miró a Emi y luego me volvió a ver.

-Bueno yo voy a buscar a mi pareja, no sé dónde la dejé. -Dijo él antes de darse la vuelta a prisa ya desapareciendo entre los alumnos. Me vi curioso, pero Emi rio un poco y me miró.

-Supe que rechazaste la propuesta de Lucy para bailar. -Me dijo ella. Hice una mueca nada más por el horror que me causaban este tipo de situaciones. Ella rio un poco. -Está muy ofendida, nadie hace eso.

-¿Qué? ¿Rechazarla? -Supuse. Emi asintió. -Ni que fuera especial. -Me quejé yo haciéndola reír un poco.

-¿quieres irte a sentar? -Propuso ella. Le asentí aliviado de que no me hubiera invitado a bailar. Emi era la mejor chica en el mundo. No me adaptaba a ninguna como con ella. Nuestra convivencia se había dado naturalmente desde que nos habíamos conocido en la otra escuela. Extrañaba esos días. Cuando nos hicimos novios y sólo importábamos nosotros dos. Ahora era muy distinto, ella parecía fascinada con su amiga Dylan, se la pasaban juntas hablando, y lo de su novio era peor. Aunque él no estuviera en la ciudad, era como si hubiera dejado una grande barrera entre Emi y yo. Pues notaba que ella ponía su distancia y siempre era en espera de que nuestra relación de amigos no se malinterpretara. Parecía indispuesta a perder a Axel.

-Gente, música fuerte, chocolate por todos lados. La has de estar pasando terrible. -Me dijo ella que me conocía tan bien. Di un suspiro y asentí sentándome a su lado en una de las mesas.

-Es como las fiestas de Becka, pero peor porque aquí todos conocen mi nombre y me intentan hablar. -Admití haciéndola reír un poco.

-Pareces ser muy popular. -Me acusó, pero yo mostré una mueca de ridiculez. Rio un poco. -Enserio, y pareces llevarte muy bien con el equipo de basquetbol. -Me aseguró. Me encogí de hombros menos inseguro con ese tema.

-Pues ellos sí son...agradables, pero yo no lo soy. -Admití. Emi se vio confundida.

-¿Cómo de que no lo eres?

Mi AlecOnde histórias criam vida. Descubra agora