Capítulo 41. Celos.

30 4 0
                                    

Había pasado toda la tarde y la noche con mis amigos. Ángelo se había ido desde temprano porque había quedado de ir a cenar con su novia, pero Laurence estaba recientemente soltero, Sebastian se estaba tomando un tiempo con su novia, y hoy yo había decidido también descansar de mi novia, así que no la llamé, no la mensajeé y me quedé con Lau y Bastian por horas.

-¿Debería invitar a alguien a venir? -Preguntó Laurence concentrado en su alita de pollo. Sebastian y yo nos miramos entre nosotros y luego a él.

-¿A una mujer? -Supuse yo. Laurence se encogió de hombros.

-Son muchas alitas para nosotros tres. -Se justificó.

-Bueno amigo, estás soltero. Invita a quien quieras. -Ofreció Bastian acercándose a comer más. Laurence sacó su celular y llamó a alguien que no le contestó.

-Carajo, me odia. -Dijo él.

-Mas vale que no fuera Chrissy...-Murmuré yo concentrado en mi alita.

-Al diablo con Chrissy. -Dijo Bastian con la boca llena de pollo.

-Respeta a mi ex. -Pidió Laurence volviendo a llamar al mismo número.

-¿A quién llamas? -Quise saber.

-A una amiga...-Susurraba él atento a cada timbrado del teléfono, pero al parecer no le contestaron otra vez. Dio un rendido suspiro y arrojó el teléfono al sillón a unos metros de nosotros.

-Uh tranquilo. -Me reí de su rabieta.

-Me odia. -Se quejó él.

-Hombre, es la una de la mañana, a quien estés llamando ya se durmió. -Le advirtió Sebastian.

-¿La una? -Pregunté impresionado.

-Sí, es verdad. -Se dio cuenta Laurence.

-Tengo que irme. Se supone que regresaría a casa a las once. -Dije yo acercando una última alita.

-Llévate todas las que quieras. -Pidió Laurence por lo que cerré una de las cajas de unicel y me despedí de ellos.

Llegué a casa veinte minutos antes de las dos de la mañana.

Fui muy silencioso al ir a la cocina y guardar las alitas en el refrigerador. Y apenas miré las escaleras cuando noté a Jeff ahí parado, mirándome aún vestido y de brazos cruzados.

-Oh...-Dije para mí mismo. -¿te...te quedaste esperándome? -Supuse.

-Sí, Alec. -Dijo él bajando las escaleras.

-Ah eh perdón por tardarme, se me fue el tiempo. -Admití.

-¿Con los basquetbolistas de Hawtz?

-Sí...-Admití en voz baja.

-No me dijiste con quien ibas ni a donde. Sabes que no me gusta que salgas con ellos. -Me recordó haciéndome suspirar.

-Voy a subir a dormir. -Dije nada más.

-Sólo quiero evitarte problemas, Alec. -Me dijo él.

-Sé cuidarme solo. -Le advertí.

-Entonces deja de escondernos tantas cosas, tú no eras así.

-No escondo nada, sólo salgo y si no les digo con quien es porque tú y mamá siempre están juzgando mis amistades.

-Porque últimamente no eliges buenas. -Me advirtió. Puse los ojos en blanco.

-¿Cuál es el problema con los chicos de basquetbol? -Pregunté dándome la vuelta para verlo.
-¡Los de futbol son peor! ¿Y Garret Klein? ¿Preferirías que ese zopenco fuera mi mejor amigo?

Mi AlecWhere stories live. Discover now