Capítulo 37. Perfecta.

27 4 0
                                    


Jeff si parecía molesto por lo que hice una mueca.

-Ya sé que es tarde, pero...

-Sí, es muy noche. Tardaste más de lo esperado, creí que sólo iban a cenar. -Me dijo él.

-No eh era la fiesta de Tristan, nos juntamos en la casa de un amigo, tiene piscina fue...divertido. -Dije yo para en caso de que notara mi cabello mojado.

-¿Qué amigo? -Preguntó Jeff seriamente.

-Eh Laurence Dayson. -Dije.

-Mm...-Asintió él nada más. Me veía en silencio ¿sospechaba de Eloína? Desde ayer que había pasado la noche con ella supe que mamá no se tragaría la mentira de estar pasando todo el tiempo con Ángelo.

-Buenas noches. -Dije queriendo huir de ahí.

-Alec espera. -Me llamó él haciéndome poner más nervioso. Bajé el único escalón que había subido. Jeff se fue acercando a mí.

-Yo...me ponen nervioso tus nuevas amistades. -Me dijo él, calmándome un poco, no sabía lo de Eloína. Mamá aun no le decía.

-Ah... ¿Por qué?

-Es ...Brucks, Dayson...incluso Ángelo. -Decía él en tono desaprobatorio.

-Son...amigables. -Decía yo.

-Pero tú eres...tranquilo, un buen chico. El equipo de basquetbol...no lo sé. -Negaba él.

-Tranquilo, no soy como ellos. -Le recordé, y sin embargo eso me retumbó en la conciencia porque decir eso era admitir que ellos eran malos. Y no me parecían.

-Pero estás saliendo con ellos. -Se encogió de hombros Jeff.

-¿Y no puedo? -Pregunté. Dio un suspiro.

-Sólo me preocupan tus nuevas amistades. Los conozco desde años antes que tú, sé que no son...buena influencia. -Me advirtió él.

-No tengo doce años, no van a influir en mí. -Me quejé.

-No necesitas ser un niño para ser mal influenciado. Y sé que eres listo y siempre hemos confiado en ti, pero eso era porque nos demostrabas ser lo suficiente maduro para nunca juntarte con gente como ellos. -Me decía él. Negué.

-No tienes por qué preocuparte, sólo somos amigos, no me voy a drogar o lo que sea que pienses que hagan ellos en su tiempo libre. -Dije yo. Suspiró.

-No sé qué hacen en su tiempo libre, pero...

-Cenar alitas, ver basquetbol por televisión, nadar en casa de Laurence ¿son esas cosas malas? -Preguntaba yo.

-No. -Admitió él. Asentí.

-Son divertidos. -Dije dándome la vuelta para ya subir.

-Sólo no descuides la escuela, Alec. -Lo oí pidiéndome.

-Ya lo sé, pero estoy de vacaciones...-Dije aun subiendo.

Llegando arriba fui directo a la regadera. Al quedar limpio, me fui a asomar a la habitación de Jeff viendo a mamá dormida. Era bueno verla pasando noches tranquilas. Me di la vuelta estremeciéndome un poco al notar a Jeff apenas terminando de subir las escaleras, me veía.

-¿Cómo está? -Me preguntaba él de camino a mí.

-Bien, duerme tranquila. -Murmuré. Asintió un poco. Le asentí también. -Buenas noches...-Susurré ya rodeándolo para ir a mi habitación.

-Alec. -Me llamó él, me volteé para verlo. -Perdón si...sueno muy fastidioso contigo. -Se disculpó él. -No quiero sonar sobreprotector ni abrumarte, sólo...no lo sé, me puse nervioso con tu tardanza. -Dijo él. Me mordí el labio con algo de nervios. Jeff no era mi padre, pero había desarrollado bien su instinto paternal todos estos años. Se sospechaba que le guardaba un secreto. Pero después de la reacción de mamá, decidí que Jeff tampoco estaba listo para saber de mi noviazgo.

Mi AlecWhere stories live. Discover now