Steven Y MK

518 58 27
                                    

Espero que les guste~

Nota: Lo siento si esto no tiene mucho sentido pero mi mente le dio muchas vueltas a esta idea hasta que pude escribirla :3

Nota-2: ¿Alguna noticia sobre la siguiente temporada?

Esta sentado en el agua, con la ropa tan húmeda que se le pega de la manera más incomoda posible a la piel pero esta más ocupado en intentar normalizar su respiración, porque esta jadeando, luchando por mantener ese ataque de ansiedad o de pánico bajo control, sin poder apartar la vista de aquella sustancia negra que se retuerce y grita tras el escudo protector que rodea la cara del dios, temblando ante aquellas cosas azules que simulan ojos que lo miran, horrorizado cuando la cosa negra toma la forma de rostros familiares. Por un segundo, se ve como Monkey King, suplicando que lo dejara salir mientras golpea el escudo con los puños, luchando por salir.

La culpa lo abruma, junto a muchos otros sentimientos que no sabe como describir con exactitud. Esta enojado, furioso, y al mismo tiempo, se siente triste pero por sobre todo, esta desesperado. Había metido la pata una vez más, tocó algo que no debió, y su maestro terminó siendo tragado por la tinta del extraño rollo en vez de él, quedando atrapado en quien sabe donde.

-Soy un idiota- le da la espalda, sin poder soportar mirarlo y lucha por salir del agua, medio tropezando, sintiendo la ropa pesada por el agua y goteando sobre el suelo con cada paso que da, aunque no le importa. Necesita irse, buscar ayuda y solucionar su error una vez más, así que se trasforma en águila con un destello dorado, ignorando como sus plumas húmedas, y vuelvo después de sacudirse apenas, alejándose de allí tan pronto como puede.

Se mete por su balcón, agradeciendo haberlo dejado sin traba, y se adentra su propio departamento, dejando escapar un suspiro tembloroso al cerrar la puerta tras de si, aún sintiendo ganas de llorar pero aprieta los labios. Puede escuchar a Pigsy gritar y a Tang reclamar con dolor dramático hasta puede escuchar la risa de Mei viniendo de abajo en la tienda. Necesita cambiarse, juntar fuerzas para volver a poner su sonrisa de siempre en su rostro y luego ver como hablar con ellos sin que se note su pánico total.

Sus manos están temblando mientras rebusca en su armario y justo cuando esta tirando otra muda de ropa limpia sobre la cama, su teléfono suena, sobresaltándolo. Tuvo mucha suerte de haberlo olvidado en su casa y se salvo del chapuzón.

-¡Ah!- se apresura a callarlo, sus dedos torpes luchando por desbloquear la pantalla, parpadeando ante el mensaje que logra abrir por pura suerte. -"¿Vienes o no?"- enarco una ceja y ahoga un chillido al recordar, medio lanzándose al baño para darse una rápida ducha y cambiándose casi a la velocidad de la luz, saltando del balcón sin pensar antes de alejarse con pasos rápidos. Había olvidado por completo que tenía planeas para el almuerzo y aunque siente una punzada de culpa por estar atrasando un poco el problema que él mismo empezó, siente alivio de ver a su amigo frente al lugar que acordaron. -¡Steven!- llama y algo en su interior se estremece cuando él se voltea para verlo, con una sonrisa suave y llena de cariño. 

-¡MK!- Steven le sonríe, enorme y sincero, un gesto que devuelve lo mejor que puede. El sucesor cree que su amigo a mejorado mucho desde que llego, con un tono de piel más saludable y sin las ojeras tan marcadas en comparación de antes gracias al buen horario de sueño establecido que se esfuerza por seguir, hasta puede decir que luce más feliz que antes.

-Lamento haber tardado...- extiende sus brazos para abrazarlo, hundiendo su rostro en esa chaqueta rosa que el otro se niega a cambiar, permitiéndose respirar profundo. Aun se siente sacudido después de lo que sucedió con ese extraño rollo y esa tinta que lucia casi viva por alguna razón, solo puede esperar que no se notara su ligero temblor. -...Monkey King no quería dejarme ir- suelta una risa algo hueca, tarareando ante los brazos que lo rodean y se aferra un poco más. Solo quiere estar un rato con su amigo antes de lanzarse a otra loca aventura de la que no sabe cuanto puede tardar.

A veces, después de tanto estrés y miedo, se arrepiente un poco de haber agarrado el bastón pero sabe que ya no hay vuelta atrás.

-Esta bien, Mei me mando un mensaje sobre tu enfrentamiento con los gemelos y me imagine que tu maestro no te dejaría ir tan pronto una vez que llegaras a su montaña- Steven esta un poco confundido. MK es cariñoso pero hay algo diferente en ese abrazo, una sensación que le molesta en el pecho. Algo anda mal. -¿Esta todo bien?- se anima a preguntar y cuando se separan, no lo deja ir muy lejos, agarrando sus manos y mirándolo con preocupación.

-Por supuesto- no dudo en decir, sonriendo enormemente pero ahora que el menor puede verlo de frente, no puede evitar fruncir apenas el ceño. Las pequeñas manos en las suyas tiemblan, apenas como para no notarlo a menos que estuvieras muy atento, y hay destellos dorados en los ojos oscuros, una señal de que esta lo suficientemente ansioso como para no tener control completo, por no mencionar que se esta removiendo mucho en su lugar, más de lo usual y no con esa emoción infantil de querer jugar.

-MK...- suspiro ligeramente, sonriendo con amabilidad. -...eres un pésimo mentiroso- el mayor se congelo, parpadeando con sorpresa, abriendo la boca como si quisiera negar aquello pero cerrándola al darse cuenta de la terrible realidad. Steven tenía razón.

-Yo...- hizo una mueca, apretando los labios con aprensión. -...no puedo decírtelo sin arrastrarte a mi locura- y lo que menos quería era hacer algo así. Steven dejo atrás toda su vida en busca de paz y para poder encontrarse a si mismo, decidiendo quedarse en la gran ciudad a pesar de que no era el lugar más seguro y tranquilo de todos, lo que menos quería era arrastrarlo a sus locas aventuras y darle más cosas para hablar con su terapeuta.

-¿Crees que no lo sé? Soy tu amigo y me gusta pensar que soy quien mejor sabe lo que viene con todo esto...- hace un gesto en general y el mayor se encoge apenas. -...así que venga, cuéntame, no me importa estar metido en...lo que sea tu problema ahora- parecía seguro pero aun así, MK dudo.

-Yo...- no quería arrastrar a Steven a nada de eso, porque él se estaba recuperando y estaba mucho mejor, lo que menos deseaba era tirar todo ese progreso a la basura pero cuando mira los ojos del menor, puede ver la seriedad, y tiene la sensación de que su amigo no va retroceder, no ante esto. Steven era demasiado bueno. -...metí la pata- suelta antes de poder detenerse, sus mejillas ardiendo de vergüenza por haberse rendido con tanta facilidad, pero una vez que lo dice, la desesperación anterior vuelve con toda su fuerza y las palabras salen sin su consentimiento, divagando casi sin respirar y llegando a sollozar en algún punto, mientras el menor intentan entender del todo lo que hablaba y lo consolaba como podía sin interrumpirlo.

Hasta ahí su intención de mantener a su amigo fuera de todo ese desastre.

~Monkie Kid~ 6️⃣Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon