DogDay

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Espero que les guste~

Nota: Me inspire un poco de más xD

Petición de: Dmiunimm01

Se suponía que solo debía ir, entregar la orden y recibir el pago, solo para volver a la tienda lo más pronto posible para recoger los nuevos pedidos y seguir con su trabajo del día pero para variar, con su suerte, eso no sucedió.

MK tiene que admitir que debió sospechar desde el primer momento en el que se detuvo en frente del gran edificio de aspecto viejo y abandonado, debió haberse dado media vuelto y huir, pagar el pedido con su propio sueldo y dárselo a alguien más que tuviera hambre para que su jefe no le gritara pero no, decidió entrar. Intento volver por donde vino cuando se encontró con aquel enorme y raro bicho azul que se suponía que solo debía ser un muñeco de gran tamaño pero resulto estar vivo y para entonces, ya era tarde.

Fue arrastrado a las profundidades de lo que parecía ser un gran y vieja juguetería.

-...que mala suerte que tengo...- sollozo internamente, sin tener otra opción más que avanzar con pasos cauteloso y rezar por encontrar la salida en algún punto. -¡¿Cómo es posible que este lugar sea tan grande?!- y entre más avanzaba, el lugar solo se hacia cada vez más inmenso. Lo que parecía ser una simple fabrica de juguetes a primera vista, era mucho más grande de lo que aparentaba, con pisos subterráneos y que no parecían tener fin, todo con ese aire para niños y al mismo tiempo, esa cosa macabra que venia con haber estado abandonado durante mucho tiempo.

Había muñecos ensangrentados que prefería ignorar y documentos que relataban una historia macabra que solo pudo dejar lentamente en su lugar, sintiendo un escalofrió recorrer su espalda, sin tener muy en claro en donde se había metido.

Estaba aterrado y eso se volvió horror puro cuando lo encontró.

-Oh cielos...- MK sintió sus manos temblar ante el muñeco con apariencia de perro que colgaba en la pared, con grilletes sujetando sus manos y la parte inferior rasgada, en una señal clara de que le habían arrancado esas partes de su cuerpo, con un cinturón que evita que el relleno se le termine de escapar, de aspecto gastado y cantado a pesar de la extraña sonrisa que no parecía poder desaparecer de su rostro. -...eres...- había visto los carteles de cada personaje repartidos por todo el lugar, cada uno con un mensaje de voz más tétrico que el anterior si apretabas demasiado los botones. -..DogDay- el nombre vino a su mente ante el sol que colgaba del cierre en su pecho.

-Eres...el ángel de Poppy...- tiene cuencas grandes y vacías, aunque con un pequeño brillo allí presente cuando levanta apenas la cabeza para verlo.

-¿La muñeca?- enarco una ceja al recordarla. Ello lo había engañado para que se subiera a ese raro tren y termino más perdido de lo que ya estaba. -No soy ningún ángel...- miro a su alrededor, solo para golpearse la frente ante su propia tonteria, y llevando una de sus manos a su oreja para sacar su bastón, haciéndolo crecer con un rápido movimiento. -...pero aun puedo sacarte de aquí-

-No tienes que hacerlo, ángel...- sonaba agotado y a MK se le rompía el corazón de solo escucharlo. Aun no tenía la historia completa de lo que había sucedido allí pero si sabía que era malo y lo que sea que le sucedió a ese muñeco, el tal CatNap tuvo que ver, de eso estaba seguro. -...ya no tengo salvación-

-Aun así lo hare, no voy a dejarte...- bufo, casi ofendido, apuntando a uno de los grilletes y luciendo preparado para golpearlo con el extremo de su bastón, dispuesto a romperlo. -...estoy seguro de que podemos conseguirte un par de piernas nuevas...- el grillete reventó con su golpe certero y sintió una punzada de culpa al escuchar al otro quejarse. -...y podemos buscar una salida juntos...- rompió el otro, DogDay cayendo del todo con un gemido adolorido, y entonces, guardo su bastón, acercándose con cierto apuro. Tenía un mal presentimiento. -...hasta puedo mostrarte todo lo que te perdiste del exterior...- esta divagando por los nervios y la ansiedad pero se asegura de mostrarle una sonrisa brillante al otro en cuando logra levantarlo en una posición más erguida. -...amaras Megapolis, te lo aseguro-

-Tu...- su sonrisa perpetua de repente parecía mucho más sincera, el brillo en sus ojos haciéndose un poco más fuerte mientras sus brazos tembloroso se alzaban lentamente. -...realmente eres un ángel...- MK solo parpadeo, dejando que el otro lo acercara en un abraza dingo de llamar "abrazo de oso". -...eres mi ángel- el menor solo sonrío, devolviendo el abrazo, ignorando el olor a mugre mezclado con sangre y quien sabe que más. Alzo la vista al escuchar crujidos extraños y risas ligeras, abriendo los ojos con horros ante los ojos brillantes que resaltaban entre la oscuridad de los agujeros que tenían las paredes de esa habitación.

-¡Sonrientes!- rodeo mejor al perro con sus brazos, alzándolo lo mejor posible para retroceder, temblando al verlos salir de sus escondites y avanzar hacia ellos. -¡Odio a estas cosas!- logra poner al otro en su espalda y se dispone a huir como loco pero el piso se rompe bajo sus pies y caer con un grito, apenas evitando aterrizar sobre el muñeco. -No me gustan, no me gustan, no me gustan- esos muñecos le dan escalofríos y esta seguro de que lo perseguirán en sus pesadillas por un tiempo.

-¡Sujétate, ángel!- DogDay suena decidido y MK chilla, no dudando en subirse lo mejor que puede a su espalda, el muñeco moviéndose con agilidad por los tubos con ayuda de sus manos. El sucesor mira hacia atrás, gritando agudo y lleno de miedo al ver aquellas cosas acumulándose rapidamente, extendiendo su mano sin pensar y dejando escapar una ola ligera de su poder.

Los chillidos de esas cosas al ser destruidos resuena y él siente una punzada de culpa que ignora lo mejor posible.

Salir de ese horrible lugar trae una sensación de alivio en ambos.

-¡Salimos!- MK festejo, aunque cuando levanta la vista y ve el alto techo de lo que llaman "Guardería", no puede evitar hacer una mueca. -...o bueno, algo así...- se rasco la nuca, sin poder entender como semejante lugar podía estar bajo la fabrica y todo lo demás. En serio que era enorme. -Rayos...- metió la manos en su bolsillo, sacando su teléfono, agradeciendo al cielo que este estuviera sano a pesar de todo lo que había sucedido. -...aun sin señal...- bufo con un puchero, guardándolo después de ver la hora y darse cuenta de que había estado fuera por mucho tiempo. -...estaré en mucho problemas cuando vuelva...- hizo una mueca. -...si es que vuelvo- sacudió la cabeza para alejar los pensamientos negativo y se volvió para mirar a DogDay, quien estaba sentado en los escalones frente al edificio del que salieron. Se veía decaído y triste. -¿Estás bien?- se le acerco con preocupación, preguntándose que podría estar pasando por la mente ajena. 

-Se llevo a todos mis amigos...- bajo el cierre de su pecho, sacando un montón de pequeños llaveros de allí, los cuales MK reconoció después de un segundo de duda. Pertenecían a los otros integrantes de su grupo, los había visto en sus carteles y demás. -...no pude salvarlos...a ninguno de ellos...- deja aquello sobre el suelo, cerrando su pecho y arrancando el suyo propio para dejarlo con los demás. -...y al final, solo yo salí de este infierno- sonaba decepcionado y avergonzado, como si eso fuera algo malo y el menor no pudo evitar sentir su corazón estremecerse un poco.

-Oh...- se sintió triste. Todos allí podían parecer muñecos pero sabía, por todos los documentos que había encontrado en su camino, que eran mucho más que ellos. Dudo solo un segundo y se arrodillo a su lado, pasando una mano por su cabello para sacar alguno de los mechones castaños sueltos y acunándolo entre sus manos, susurrando un suave deseo en su mente antes de soplar, satisfecho cuando logro hacer aparecer un ramo de flores con un destello dorado. Colorida y bonitas, resaltando notablemente entre los tonos lúgubres del lugar. Los dejo junto a los llaveros ante la atenta mirada del perro y luego, junto sus manos, cerrando los ojos y mandando un deseo de descanso para ellos.

-¿Qué haces, mi ángel?- DogDay estaba curioso por las acciones ajena, observándolo con atención.

-Pigsy me lo enseño...- lo miro con una suave sonrisa. -...es una forma de desearle un descanso pacifico a aquello que se fueron...y para hacerles saber que no te olvidaste de ellos...- baja las manos a su regazo. El perro parece conmovido, con algo liquido que el menor cree que pueden ser lagrimas saliendo de sus grandes ojos, luciendo algo inquietante con esa sonrisa aun presente pero imitando la pose anterior del sucesor, mandándoles todos los buenos deseos a sus amigos que ya no estaban allí. -Saldremos de aquí...- hablo cuando el otro termino, extendiendo su mano con una sonrisa animada y positiva, dispuesto a hacer frente a lo que sea que se avecinaba. -...juntos-

-Te seguiré a donde sea, mi ángel- DogDay tarareo, cariñoso y lleno de admiración, tomando la pequeña mano en la suya.

Ahora, estaban juntos en ese raro y loco viaje.

~Monkie Kid~ 6️⃣Where stories live. Discover now