Daño #3

449 72 57
                                    

Espero que les guste~

Nota: Hay algo entretenido en escribir un primer encuentro entre MK y Mei. Hay tantas formas en las que pudieron conocerse ^_^

Adaptarse, para ambos, es un proceso. Tang es una gran ayuda para su alivio, calmando su usual ánimo y siendo un poco más suave, cuidándolo cuando él no puede. Pigsy acomoda sus horarios los mejor posible y agradece por la escuela más cercana que esta dentro de su presupuesto. Los primeros días son buenos, la maestra es amable y dulce, comprensiva sobre la situación pero no todo podía ser bueno.

La escuela termina por ser un dolor de cabeza con el pasar de las semanas. Hay niños que están emocionado, entusiasmado por alguna razón de tener un compañero de su misma edad con una gran y genial cicatriz, pero hay niños odiosos y mayores que no dudan en molestarlo en cada oportunidad que tienen. Levantarlo para ir es un proceso, puede ver su tristeza cada vez que están frente al edificio, y aunque a veces cede a dejarlo falta, no puede permitir que sus faltas lleguen al punto de llamar la atención del sistema.

La ansiedad de MK crece con cada día y empieza a usar el parche médico más seguido, decidido al parecer de ocultar el daño en su ojo, especialmente avergonzado después de tantas burlas y a Pigsy se le rompe el corazón, porque puede ver a su hijo marchitarse y no sabe que se supone que debe hacer.

Desea poder ayudarlo.

-Necesita amigos- Tang hizo un puchero, triste al ver al niño tan desanimado, acurrucado en el sillón y con medio rostro escondido contra un almohadón, en una de esas raras ocasiones en las que se saca el parche.

-Ya lo sé- deja escapar un largo y cansado suspiro. Sabe que su hijo necesita un amigo, alguien que no lo tratara diferente por lo que le sucedió ni que lo moleste, pero lo a intentado y MK no parece sentirse cómodo del todo con ningún niño.

-Tengo una idea- el cerdo enarco una ceja al ver a su amigo enderezarse con una gran sonrisa y le hace un gesto para que continuará, dispuesto a probar lo que sea a estar alturas. -Llevalo a la biblioteca-

-¿A tu trabajo?- enarco una ceja. -No te ofendas pero no todos los niños son como tu, devorador de libros- bufo con burla ligera, viéndolo rodar los ojos.

-Tu cree en mi- su sonrisa es grande y se ve confiado, como si tuviera algo planeado. -Sé que esto podría ayudar- y el chef esta tan desesperado que simplemente asiente. Va a probar todo lo que este a su alcance.

Lo termina por llevar en horario escolar, en uno de esos días en los que el menor se negó a ir y él no tuvo el corazón para obligarlo. La biblioteca esta relativamente vacía como se lo esperaba. Hay una mesa rodeada de chicos mayores, enterrados hasta las cejas en libros y en lo que parece ser en una intensa sesión de estudio. Del otro lado, parece haber una adolescente solitaria, leyendo con notable concentración lo que parece ser una novela de algún tipo. Aunque, con el silencio, se puede escuchar una suave carcajada que hace un ligero eco a su alrededor.

-¿Tienes un fantasma por aquí?- el demonio miro al de anteojos con sospecha, entrecerrando los ojos incluso.

-Solo una pequeña, no te preocupes- y él si simplemente sonrió, despreocupado, haciendo un gesto ligero con las manos. -Oye, MK- salió de su puesto y se inclino frente al menor, quien está tocando con aire ausente los bordes de su parche. -Conseguir algunos libros para colorear de esa serie "Monkey King: Mono policía"- un programa que cautivo la atención del niño, quizás por todo el drama y los colores. Puede notar que llama la atención ajena y lo considera una victoria. -¿Quieres sentarte y pintar mientras los adultos hablan cosas aburridas?- el menor asiente y se va con su pequeña mochila llena de colores, sentándose en la primer mesa vacía que encuentra.

~Monkie Kid~ 6️⃣Where stories live. Discover now