Hazbin Hotel

508 77 53
                                    

Espero que les guste~

Nota: Evite lo mejor que pude las malas palabras que viene con una serie para adultos como lo es Hazbin Hotel xD

Nota-2: ¿Alguna idea para la siguiente parte de eso?

Nota-3: Gente, ya es el capítulo 70 O_o

Nota: Peligrasesina

MK alzo la vista, entrecerrando los ojos y analizando el cielo de tonalidades rojizas, con ese enorme símbolo en dorado que podría ser una estrella muy rara o un pentagrama, como el de esos que muestran en algunas pelis de terror, aunque luciendo de alguna manera como un extraño sello que podría mantener a los seres que allí habitaban en su zona. Bajo lentamente la vista para observar con cierto detenimiento los edificios a su alrededor. Parecía estar en medio de una ciudad, no como brillante y mayormente limpia como lo es Megapolis, sino con un aire extraño flotando a su alrededor y una sensación de peligro que erizaba el cabello de su nuca.

-Oh cielos...- aparto la vista con las mejillas ardiendo de vergüenza y pena, avanzando con grandes pasos, decidido a olvidar la escena indecente que había visto en un callejón y dispuesto a buscar una salida o algo así. -¿Dónde se supone que estoy?- hizo una ligera mueca ante los seres que allí habitaban, sabiendo que resaltaba horriblemente entre ellos debido no solo a su apariencia, sino a también a los tonos brillantes de su ropa. Esquivo lo mejor que pudo, bufando al ser empujado varias veces y alzo la vista, meditando si transformarse en agila y volar no seria una mejor opción.

Cualquier plan o idea que estuviera teniendo se ve interrumpida por el repentino agujero negro que se forma bajo sus pies, siendo tragado con un grito y cayendo por unos segundos, solo para terminar estrellándose de lleno contra lo que supuso era un sillón muy suave y esponjado para su suerte.

-Auch...- se acaricio la cara con cautela mientras se enderezaba. Eso se sintió como viajar en los portales de sombras de Macaque, aunque con algo más tétrico y que te hacia estremecer por alguna razón, con un escalofríos recorriendo su espalda. Una sensación muy rara. Miro a su alrededor, sintiendo que estaba en la recepción de un hotel por un segundo, parpadeando ante el ser que se encontraba sentado en un sillón individual y lo miraba fijamente. Se veía raro, vestido de traje y con una sonrisa afilada, además de esas astas sobre su cabeza.

-Vaya, vaya, vaya. No he visto un alma tan brillante y pura en mi vida, eso es algo nuevo- su voz sonaba como si estuviera hablando a través de una radio, de esas viajas que Pigsy se negaba a tirar.

-¿Puedes ver mi alma?- se cubrió el pecho con cierto espanto, como si aquello pudiera evitar que el otro siguiera observando su alma. Eso instalo una duda en su mente. -¿Cómo se ve mi alma?- se miro a si mismo, sin poder verla realmente, pero realmente queriendo hacerlo.

-Muy brillante, como mirar el sol directamente- hablo aquel extraño sujeto, cruzándose de piernas con cierta elegancia y de alguna manera, su sonrisa agrandándose. -¿Qué te gustaría a cambio de vendérmela?-

-¡No voy a venderte mi alma!- chillo con espanto, acurrucándose en el sillón en el que estaba, aunque había una punzada de curiosidad ahora pinchando su cabeza. -¿Qué podrías darme a cambio?- morbosa y simple curiosidad.

-¡Nadie va a vender el alma de nadie!- alguien más entra, el cabello rubio recogido y sujetado en una coleta baja, vestida de traje también, con marcas rojas en las mejillas y una gran sonrisa en su rostro.

-Se supone que es una zona de rehabilitación, no para que tu compres almas- esta tenía el cabello largo y cubriendo uno de sus ojos, mirando con mala cara al de traje, quien solo se encogió de hombros con cierto desinterés.

-Supongo que vender y comprar almas es algo normal por aquí- bufo para si mismo, dejando a esos tres hablar a favor de mirar de reojo a su alrededor. En realidad, si parecía la recepción de un hotel, limpio y muy bonito, aunque con muchas tonalidades de rojo, algo parecía venir con ese extraño mundo. Se paro sobre el sillón, dispuesto a disculparse por los zapatos sobre la tela más tarde, mirando por encima del respaldo y notando a unas personas más no muy lejos de ellos. Uno lucia como un gato malhumorado, con la larga cola agitándose y las enormes alas medio acurrucadas contra su espalda. El otro era más alto, con pelaje blanquecino y toques rosas, luciendo cuatro brazos que sostenía firmemente a un ser mucho más pequeño y que lucia casi como una niña hiperactiva de un solo ojo, el cual se dijo en él a los poco segundos.

-¡Tengo que limpiar!- la pequeña proclamó, dejando escapar una risa estridente y algo enloquecida, luchando por escapar de las manos que la sostenía.

-¡Quédate quieta, loca!- gruñó el de cuatro brazos, el gato a su lado bufando con cierta diversión. Ellos se dijeron algo antes de alzar la vista y MK se sobresalto un poco cuando se fijaron él. Se sentía un poco ansioso y nervioso, por no mencionar fuera de lugar, pero aun así sonrió suavemente y levanto la mano, agitándola en forma de saludo ligero. Ellos parpadearon, sorprendidos quizás y un poco confundidos, aunque le devolvieron el gesto sin pensar. La sonrisa del sucesor se agrando, volviendo a repetir su gesto con la mano antes de voltearse una vez más y ver al trío, solo para encontrarse con un rostro muy cerca del suyo. Se mordió la lengua para no chillar.

-¡Oh cielos, hola!- la rubia tenía casi estrellas brillando en sus ojos, luciendo muy entusiasmada de solo verlo por alguna razón.

-Hola- salió de su sorpresa y sonrió, aun ansioso de estar en un lugar desconocido. -Soy MK-

-Soy Charlie y estoy tan feliz de conocerte- sus ojos se iluminan un poco más de alguna manera. -Eres adorable y tienes el almas más brillante que he visto hasta el momento, demasiado para estar aquí en el infierno- habla tan rápido pero MK pude seguirle el ritmo con facilidad.

-¿Infierno?- parpadeo. -¿Te refieres "Al Infierno"?- ella asiente y él tararea, que manera de obtener una respuesta sobre donde esta. -Supongo que todos aquí son demonios...- lo de comprar su alma tiene un poco más de sentido ahora. -...pero yo no lo soy-

-¿No lo eres?- Charlie luce confundida por eso, alzando las manos para acunar el rostro del menor, revisándolo como si de esa manera pudiera identificarlo. -¿Qué eres entonces? ¿Un ángel caído o algo así? ¿Te expulsarlo del cielo?-

-No, no, no, no- bufo, decidido a preguntar sobre la parte de los ángeles más tarde. -Soy humano...- no es del todo sincero en eso pero no sabe como explicar la parte de "sucesor de un dios" sin explayarse demasiado y no quiere confundir a esta gente. -...y no morí, solo me caí a un portal y termine aquí-

-¡¿Eres un humano?!- ella ahoga apenas un chillido, frotando esas marcas que tiene en sus mejillas en un gesto de emoción apenas contenida. -¡Es la primera vez que veo uno en persona! ¡Esto es increíble!- ríe alegremente. -¡Bienvenido a Hazbin Hotel!- se endereza, haciendo un gran gesto hacia su alrededor.

-¿Y qué hacen aquí exactamente?- la miro con curiosidad genuina. Estos demonios eran muy diferentes a los que conocía, más inclinando a esa parte religiosa, como en las películas.

-Rehabilitamos demonios para que puedan purificar sus almas y subir al cielo- eso suena muy dulce y lleno de buenas intenciones, algo que de alguna manera, encarga muy bien con ella. -¿Quieres un tour?- extendió su mano con una sonrisa enorme en su rostro, realmente emocionada y feliz de poder mostrar uno de sus mayores orgullos.

-Seguro- tomo la mano ajena, chillando al ser alzado y bufando con cierta diversión, ignorando como se sentía como un niño a favor de escuchar el divagar ajeno. Podía ver a la de cabello largo observarlo, suspirando con algo de cansancio y resignación, aunque MK se encogió lo mejor que pudo entre los brazos ajenos cuando se encontró con ojos brillantes y esa sonrisa afilada del ser con astas, sintiéndose analizado de una manera muy rara.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora